LA HABANA, Cuba. – Todo cubano puede tener un barco en Cuba. Solo debe ser autorizado por las autoridades correspondientes. Ahí está el detalle. Quienes se interesan en comprar un barco son investigados. Si se les autoriza, lo que faltaría sería pura burocracia para convertirse en propietarios.
Miguel E. Gil, de 52 años, pescador y dueño de una embarcación, asegura que nunca tuvo obstáculos para comprarla. “Solo tuve que esperar a que el Registro Cubano de Buques me autorizara, lo demás, es igual que comprar un carro”, contó.
Pero siempre hay algún rechazado, y es el caso de Michel Mendoza, de 30 años que comenta: “Me denegaron la solicitud, me sorprendió porque he visto personas con un récord criminal nada bueno y a mí solamente me aparece un accidente de tránsito. Como dicen mis amistades, no tengo suerte”.
El precio de las embarcaciones de 12 caballos de fuerza (las más abundantes) oscila entre 5 mil o 9 mil dólares, según sus características.
“Una modelo Chernera, de fibra con Yanmal japonés con 12 caballos de fuerza cuesta 8 mil dólares, equivalente a 32 años de trabajo de un cubano con salario medio”, dijo Ernesto Aguirre, de 55 años, pescador.
Tener un barco conlleva gastos
Un propietario de un barco responde al Ministerio de la Pesca, Registro Cubano de Buques, Capitanía del Puerto, Guardafronteras, Inspección de la Pesca y Ministerio del Trasporte.
Por lo mismo, paga un impuesto de 75 pesos al año al Registro y 150 anuales a la Organización Nacional Tributaria (ONAT), por tener una embarcación con 12 caballos de fuerza, el impuesto es mayor si el barco cuenta con más de 12 caballos de fuerza.
“Yo pago 150 pesos a la ONAT por las características de mi barco. Por tener una licencia de pesca deportiva pago 60 pesos, 20 pesos por cada plaza (cantidad de personas que puede transportar la embarcación), la licencia profesional de pesca me vale 100 pesos. Te permite la pesca de palangre. Todo esto es anualmente”, explicó Miguel E. Gil.
La navegación tiene sus límites
De día las autoridades permiten alejarse de la orilla unas 7 millas, de noche hasta las 3 millas.
“No solo se limita a 7 millas en el día y a 3 millas en la noche, tampoco se puede estar a 50 metro de la orilla, por miedo a lastimar algún bañista o a estar planeando una salida ilegal del país”, puntualizó Alain Soto, de 39 años, pescador.
Aunque no se controla por GPS, si te descubren a más de 7 millas de lo establecido te imponen una multa.
“Antes te sancionaban de uno a tres meses sin navegar ahora te ponen una multa que supera los mil pesos”, dijo Gilberto Segura, de 58 años, dueño de un barco.
El mantenimiento, la seguridad del barco y hasta el combustible corre por cuenta del dueño.
“Sí, todo sale de nuestro bolsillo, muchos tenemos contrato con Acuabana Empresa que nos compra el pescado y nos suministra petróleo cuando se acuerda, debería mantener una sistematicidad”, aclaró Miguel E. Gil.
Aunque los propietarios de embarcaciones en su totalidad se dedican a la pesca, obtener un barco no es tan difícil como se imaginan los ciudadanos. Existe un filtro que te autoriza o no ser propietario, solo que a partir de ese momento debes mantenerte por tu cuenta, aunque tengas contrato con Acuabana.