LA HABANA, Cuba. (Arnaldo Ramos Lauzurique) -Después de dictadas la primera y segunda ley de Reforma Agraria, así como las expropiaciones de propiedades norteamericanas y las de los bancos y las restantes grandes empresas en octubre de ese año, solo quedaban algunas tierras en poder de pequeños agricultores y unos 58 mil negocios de poca y hasta minúscula envergadura; pero en 1968 la llamada Ofensiva Revolucionaria dio fin a todos ellos, acabando así con la propiedad privada en el país.
Solo se han mantenido -como imborrables recuerdos- las identificaciones en los portales de muchos de estos negocios, que los ciudadanos pisan día a día. En un recorrido por solo cinco calles de La Habana; Monte, Galiano, Belascoaín, Reina y Neptuno, se pudieron constatar en el piso más de 50 inscripciones, pero algunas muy desgastadas e ininteligibles, que sirven de memoria a la propiedad privada, a la cual –según ha dicho Josefina Vidal, en sus recientes conversaciones con el Gobierno de Estados Unidos de América- el régimen no pretende dar cabida de nuevo.