GUANTÁNAMO, Cuba. –Se percibe un aumento de la violencia en la ciudad de Guantánamo. El pasado mes de noviembre ha sido un claro ejemplo de ello. Solamente el pasado domingo 23 de noviembre fueron atendidos en el cuerpo de guardia del hospital provincial más de veinte personas heridas como resultado de riñas con armas blancas.
El mes de noviembre del 2014 ha ofrecido altos índices de violencia en esta ciudad de Guantánamo. Solamente entre el 1 y el 2 de noviembre se registraron tres muertes violentas como fue informado por CubaNet. Según rumores, el mismo domingo 2 de noviembre fue detenido un ciudadano en el barrio conocido por los Cocos de Confluente cuando intentaba cometer un delito de violación en contra de un menor, acto que al ser descubierto suscitó la inmediata repulsa de los vecinos debiendo intervenir de inmediato la policía.
El martes 18 de noviembre, en la calle de Ahogados sucedió otro incidente violento, esta vez entre un matrimonio. El agresor, joven residente en la calle Bernabé Varona, atacó a su esposa con una pistola luego de hacer varios disparos al aire, lo cual puso a la zona en ascuas y provocó un gran despliegue policial y de la Seguridad del Estado. Según información obtenida por este corresponsal, el individuo golpeó a la mujer con el cabo de la pistola provocándole varias heridas en la cabeza. Al final, no hubo que lamentar muertes.
El periódico Venceremos, órgano oficial del comité provincial del Partido Comunista publicó en su edición correspondiente al viernes 14 de noviembre del 2014, con el título “La verdadera historia del Hombre del saco”, una crónica de Ariel Soler Costafreda donde cuenta que el 28 de octubre del 2014 un ciudadano nombrado Pascual Sánchez Columbié, de origen campesino y con bajo coeficiente intelectual, provocó un escándalo público debido a que viajaba con un niño- que según la foto no alcanza los cuatro años de edad-, metido dentro de un saco de arroz. La crónica afirma que el ciudadano mostró gran temor por la reacción ciudadana y hasta lloró al llegar la policía lo cual sugiere mucho del nivel de violencia desatado a su alrededor.
Aunque esta historia fue publicada en tono de comedia con el objetivo de desmentir los diferentes rumores que circulaban entre la población, el periódico no se hizo eco de otro caso ocurrido en estos días en el municipio de El Salvador donde otro ciudadano fue sorprendido cuando sacaba de su cuna a una niña de meses , lo cual también provocó otro incidente de gran repercusión pública debido quizás a la resonancia que tuvo en esa misma zona el asesinato de dos menores de edad a principios de la década de los años noventa, para ser ofrendados en cultos sincréticos.
En raras ocasiones los ciudadanos se enteran de lo que ocurre en su propio terruño pues los medios de prensa del gobierno guardan absoluto silencio sobre estos hechos aunque sí son muy dados a comentar, enjuiciar y condenar los actos de violencia que ocurren en otros países.