LA HABANA, Cuba. – La panadería estatal “El Modelo” abastece a toda la población del reparto “Rosario”, solo que desde hace días esto no ocurre, pues sus trabajadores, al parecer, venden el pan a los vendedores ambulantes de la zona. El local está en la avenida El Rosario, del municipio capitalino Arroyo Naranjo y desde que se reparó en el año 2013, la malversación ha sido una práctica común.
Uno de los vecinos del barrio, Alex López de 41 años, asegura que desde el jueves 11 no ha podido comprar el pan racionado que asigna el gobierno a 5 centavos en moneda nacional. “Es una falta de respeto lo que tienen con nosotros. Ah, pero a los vendedores que andan por la calles, a esos sí no les falta su pan para vender a un peso”, dijo.
Los afectados aseguran que todo el descalabro se debe a la mala gestión de la administración de la panadería. Miguel A, residente de la localidad, nos cuenta: “Me puse a vigilarlos, porque no es la primera vez que esto sucede. Entraron unas 15 personas con sacos para llevarse el pan para vender. Es un negocio redondo, y claro que nos tenemos que quedar sin pan. Estos vendedores todo se lo llevan, ¡qué Modelo…, de Modelo no tienen nada!”
Negocio redondo ¡Pan a peso!
Cada vendedor anda con dos a tres sacos llenos de pan y cada saco puede llegar a tener más de 100 panes. Uno de ellos, que prefirió permanecer en el anonimato, nos comentó: “El saco de pan me lo venden a 50 pesos y me puedo llevar hasta cuatro… por cada saco tengo una ganancia de 50 a 60 pesos.”
Pero el problema es grave porque cada vendedor que se lleva entre 200 a 300 panes, deja sin pan a la misma cantidad de personas. Ulises, un amigo de un vendedor de pan ilegal, nos confirmó: “A mi amigo le dan el pan a la mitad del precio que lo vende. Si compra 200 panes gana 100 pesos, un 50 por ciento de ganancia, dinero fácil”.
“Controlados” por la Policía
El crecimiento de estos vendedores es debido al poco control de la Policía Nacional Revolucionaria PNR. Según los vecinos, es poco común que una patrulla este pendiente a los vendedores ilegales de pan. Años atrás el control era mucho más riguroso.
Jordano, cuentapropista y vecino del barrio, nos cuenta que él hace dos años vendía pan por la calle y cuando la policía lo detuvo, tuvo que pagar 1500 pesos [cerca de unos 60 dólares] más el decomiso del pan que traía.
Jordano señaló que ha mermado la persecución a estas personas porque: “¿Con qué cara ellos pueden exigir? Si aprietan la tuerca la gente se le tira para la calle. De vez en cuando dejan pasar lo mal hecho, para que haya una válvula de escape por algún lado.”
Mientras tanto, parece no haber una solución definitiva para este problema. Los vendedores hacen lo que sea para poder sobrevivir y los vecinos del barrio no pueden pagar el pan a 1 peso todos los días.