LA HABANA, Cuba (Miladys Carnel González) -La antigua carpa del Circo Nacional de Cuba (CIRCUBA), inaugurada en 1968, se encontraba en los terrenos de la cervecería La Polar, en La Habana, pero lo que queda de ella es una imagen deprimente. Quienes viven allí padecen el constante miedo del desalojo.
Allí crecido familias, pero sus moradores, algunos de ellos ya envejecidos, están en estos momentos en ascuas, más que lo han estado nunca, porque las autoridades de la Dirección Provincial de Vivienda les han informado que tienen que abandonar el lugar o serán desalojados.
Los artistas y otros trabajadores que años atrás hacían sus actuaciones y prestaban sus servicios, como el trapecista, el cuidador de cocodrilos, y otros; al desaparecer esta sede del circo, se quedaron viviendo en los camerinos, que se encuentran alrededor de lo que fue la pista.
Estas personas son de distintas partes del país, algunos con los que Cubanet conversó refirieron ser de Mayabeque, Matanzas y Sancti Spíritus, y como es lógico al no haber podido legalizar su estancia en ese lugar, mantienen la dirección de procedencia en sus documentos de identidad.
Los pequeños y mal construidos camerinos que les sirven de vivienda, con el pasar de los años se han ido desmoronando, y las condiciones de vida son pésimas.
Han estado ubicados en este lugar por más de tres décadas y no pueden adquirir las pequeñas cuotas de racionamiento que se ofertan por la libreta de abastecimientos.
Con el pasar del tiempo, y adaptados a vivir en esa comunicad, incluso han hecho en el medio de la antigua pista del circo, un sembradío de plátanos.
La mayoría de estas familias de ser desalojadas, no tienen algún lugar a donde ir, porque al pasar de los años han perdido sus orígenes. El desalojo del circo, será algo doloroso para un número de personas que incluso amaron su trabajo y el lugar donde estuvo ubicado.