Marzo 29, 2007
La Habana se quedó sin metro
Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press
LA HABANA, Cuba - Marzo (www.cubanet.org) - Cuba no estará presente
en la asamblea anual de representantes de más de cuarenta sistemas
de transporte subterráneo de España, Portugal y países
de Latinoamérica, a efectuarse en noviembre del presente año
en Monterrey, México, por la obvia razón de que Cuba no
tiene metro ni lo tendrá quién sabe por cuanto tiempo.
Hace unos años parecía que la capital cubana tendría
metro, cuando en la década de 1980 los estudios de geología
y finanzas realizados por especialistas cubanos y soviéticos iban
muy adelantados.
En la prensa se mostró el proyecto de construcción, y hasta
el supuesto recorrido, enlazando municipios y barrios capitalinos. Cada
kilómetro de vía estaba valorado en un millón de
dólares.
La caída de la Unión Soviética obligó a archivar
el proyecto, y con él la esperanza de más de dos millones
de capitalinos de disponer de un sistema de transportación masiva
ágil y confortable.
Hubo quienes pensaron que para enfrentar las consecuencias del descalabro
geopolítico del este de Europa, las autoridades implementarían
una licitación internacional para la construcción del metro
habanero, como antes ocurrió con el túnel de la bahía,
a cargo de una compañía francesa durante el gobierno anterior.
El túnel de La Habana se consideró, en su época,
la más compleja obra de ingeniería de Cuba en el siglo pasado.
El metro quedó en el papel, y como sustituto, los habaneros han
tenido que conformarse con el mastodóntico metrobús, conocido
como "camello". Vehículo con capacidad para trescientos
pasajeros bien apretujados, especie de salvavidas rodante que en algo
mejora la transportación pública.
A falta del metro y de la caída en picada del transporte, además
del "camello" hizo su debut en las calles el triciclo, eufemísticamente
llamado "bicitaxi". También apareció en las ciudades
de Cuba el "riquimbili", una bicicleta con motor añadido
que transporta en la parrilla a hombres y mujer ávidos de llegar
a la casa o al trabajo, si están cerca.
La crisis del transporte trae e la mente, no sin nostalgia (aunque no
siempre todo tiempo pasado fue mejor), que después de los Estados
Unidos, era Cuba el país del continente con mayor número
de vehículos circulando por una red de magníficas carreteras.
Y si nos remontamos más en el tiempo, es preciso recordar que
en lejano 1836 aparecieron los primeros "taxistas" que tuvo
La Habana, conduciendo coches y carretones de tracción animal.
En 1840 circularon las primeras guaguas tiradas por mulos y caballos,
que conectaban con los pueblos periféricos: Cerro, Regla, Guanabacoa,
Príncipe y Marianao.
La espiral regresiva ha devuelto esos medios de transporte a la actualidad
en toda la isla, junto a los viejos autos norteamericanos y europeos de
la primera y segunda mitad del siglo XX, mientras la población,
disgustada, espera las nuevas guaguas chinas que, como el metro, no se
sabe cuándo llegarán.
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