Esta Sección



NoticiasDenunciasDocumentosArtículosOrganizacionesEnlaces
CubaNet

Febrero 6, 2007

Nefasto, los oficios y el qué dirán

Víctor Manuel Domínguez, Sindical Press

LA HABANA, Cuba - Febrero (www.cubanet.org) - El desarrollo científico-técnico en Cuba es un ejemplo de cómo en una nación en la que casi nadie produce, todos tienen empleo.

Basta con recurrir a las estadísticas oficiales o a las múltiples convocatorias que ofrecen puestos de trabajo en el país, para darse cuenta que la brujería socio laboral genera profesiones y múltiples oficios más allá de qué dirán los simpatizantes del capitalismo.

Mientras ellos se aferran a profesiones y oficios tradicionales como la del médico y el albañil, el ingeniero y el chofer, el magisterio y la pesquería, entre otros, los cubanos, sin alejarnos de igual posibilidad, nos adentramos en un mundo alucinante de merolicos, guerrilleros, buquenques de esquinas y buceadores del más allá y el más acá, hasta llegar a las más inconcebibles fuentes de empleo.

Y en esta lucha porque todos puedan desarrollar su talento es donde se encuentran las razones del éxito de nuestra economía, la elevada calidad de vida de la población, y el bajo nivel de frustraciones que muestran los aspirantes al traqueteo de una profesión u oficio que les permita realizarse.

¿Cuál otro empinador de chiringas bajo una tempestad, o guía de gallinas asustadas por el filo de un desfiladero, que no sea un cubano, podría concebir la utilidad de pagar un salario a un trabajador para que viaje en ómnibus por toda la nación mirándoles la cara y los bolsillos a los pasajeros y el chofer?

¿Alguien puede dudar de la eficacia productiva que genera pagarle a un trabajador con sexto grado para que estudie trigonometría, se adentre en la Teoría de la Relatividad y profundice en la hermenéutica de la libreta de racionamiento, el Semanario Palante y la Letra del escriba?

¿Me podrían negar que la creación de plazas de inspectores estatales para que inspeccionen a otros inspectores que vigilan las inspecciones sorpresivas que se realizan -previo aviso- a otros inspectores encargados de inspeccionar hasta el lunar que aparece ubicado en la nalga izquierda, según historia clínica, de una vendedora por cuenta propia de chicharrones de viento, no es paso adelante en el camino hacia la libertad y el fin de la corrupción en el sector laboral?

Hay que ver con qué sentido de realización estos miles de trabajadores pasean entre baches, se ufanan frente a charcos pestilentes, bajan por una soga desde el balcón de su edificio hasta la calle -por el peligro de la escalera- y corren hasta el puesto de viandas, jaba en mano, cuando cruzan el cielo seis auras tiñosas.

Pero donde en realidad le subimos la parada a los capitalistas es en las profesiones y oficios alejados del manto protector del empleo estatal. Es ahí donde la habilidad del cubano, su fecunda destreza en el invento, hacen parir más oficios autóctonos que terneros que se gocen en un corral.

¿Quién no ha visto un rellenador de fosforeras desechables, una vendedora de tirantes de ajustador, un cazador de moscas de mercado, un ordenador de cactus, una adivinadora de la llegada del jurel, un afinador de llanto, un buzo de tambuchos de basura o un reciclador de flores en el cementerio en el ejercicio de sus empleos por cuenta propia?

Además, ¿cuántos no hemos chocado con soñadores de charada china, pintores de preservativos para fiestas de cumpleaños, fotógrafos del alma, ingenieros en ira, cantores antiestrés, vendedores de pócimas para calvos, polvos para depilar, emplastos para las ojeras y oraciones contra el dolor?

Y ni hablar de los vendedores de sueños para visas, de los proxenetas de dos bandas, de las jineteras para cubanos con champú o sin champú por 20 pesos, los alquiladores de pasión, los estilistas del limo y los sembradores de ganas.

También están los comerciantes de cayababo contra el mal de ojo, de fricciones de bienvestida para el amor, los corredores del adulterio y los que alquilan la voz para llamar a la calma.

En fin, más allá del temor al qué dirán, los cubanos retozan en profesiones y oficios que ni el gran Bururú-Barará, creador del libro "Usted hace como que trabaja, y yo hago como que le pago", puede imaginar.

Eso se los aseguro yo, Nefasto "El empleador".

CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.

 

SECCIONES

Noticias | Artículos | Documentos | Denuncias | Organizaciones | Esta Sección

SECCIONES EN CUBANET

...... NOTICIAS ...... Prensa Independiente | Prensa Internacional | Prensa Gubernamental ......
...... BUSQUEDAS ...... Archivos | Búsquedas | Enlaces ......
...... INDEPENDIENTES ...... Cooperativas Agrícolas | Movimiento Sindical | Bibliotecas ......
...... DEL LECTOR ...... Cartas | Debate | Opinión ......
...... CULTURA ...... Artes Plásticas | Fotos de Cuba | Anillas de Tabaco ......
...... CUBANET ...... Semanario | Quiénes Somos | Informe 1998 | Correo Eléctronico ......
...... OTROS IDIOMAS ...... Inglés | Alemán ......