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Enero 12, 2007
La sociedad Abakuá en Cuba
Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press
LA HABANA, Cuba - Enero (www.cubanet.org) - La sociedad secreta Abakuá
de Cuba, fraternal, religiosa, cultural y mutualista, creada en 1836 e
integrada entonces por esclavos africanos con el propósito de enfrentar
los abusos de los esclavistas, tuvo que esperar 170 años para que
se la reconociera legalmente, a pesar de sus incuestionables aportes a
la integración racial y cultural de la nación cubana.
Instituido por la corona española el Registro de Asociaciones de
Cuba, el Ministerio de Justicia admitió en diciembre de 2005 a
los Abakuá. Por razones obvias, las autoridades coloniales nunca
otorgaron legalidad a esta sociedad secreta, aunque no pudieron ignorar
su existencia, y mucho menos acabar con sus ritos, ni apartar a sus miembros
de la sociedad.
Los Abakuá pueden al fin realizar sus reuniones y celebraciones
dentro del marco legal, a diferencia de las asociaciones y partidos políticos
pro-derechos humanos existentes en el país, a los cuales el gobierno
no reconoce, y considera como organizaciones al margen de la ley.
La aceptación de la Sociedad Abakuá forma parte de la estrategia
oficial de mostrar al mundo una imagen de tolerancia, así como
permitió a los religiosos la entrada al Partido Comunista, y la
celebración de la Navidad, a petición del Papa Juan Pablo
II.
Como afirma el etnólogo cubano Ramón Torres: "La cultura
Abakuá, sus figuras y sus voces, así como su actividad en
general, han desempeñado un rol significativo en nuestra identidad.
No es posible un análisis serio ni completo del cubano si se desconoce
la aportación de los ñañigos".
"La sociedad secreta de los Abakuá -escribió Lidia
Cabrera- fue un trasplante de las que existían en Nigeria del Sur,
en el Calabar. Hacia la década tercera del siglo pasado se fundó
en el pequeño pueblo marinero de Regla, en el puerto de La Habana
la primera confraternidad de este tipo, auspiciada por el cabildo de Apapa
Efí (de la tribu de Efix y apadrinada por los Ekoi).
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