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Abril 26, 2001


Consideraciones de la CUTC a las tesis del congreso de la CTC

Publicado en Desafíos, órgano oficial de la Solidaridad de Trabajadores Cubanos .

Con el objeto de extraer sus propias conclusiones, el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC), afiliado a nivel de organizaciones sindicales internacionales, tanto a la Confederación Mundial del Trabajo (CMT) como a la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), se ha consagrado con meticulosidad a canalizar con detenimiento el Proyecto de Tesis del XVIII Congreso CTC, en cuya presentación se aduce que en la referida tesis se proponen exponer la esencia de los llamamientos más importantes que el movimiento obrero y sindical cubano debe someter en el próximo período y en cuyo Congreso se adoptarán diversas Resoluciones sobre el trabajo sindical, precisamente en detalles las tareas que se acometerán. Del resultado del análisis viabilizado al respecto, el CUTC ha podido llegar a las siguientes CONSIDERACIONES:

Capítulo I: LA SITUACIÓN ACTUAL

(Apartado Nº 1 al 24). Se constata que sólo refleja en algunos casos, la realidad cubana, pudiendo aseverar que en los apartados 1 al 6, se vislumbra que las fundamentaciones sustentadas tienen una fuerte carga ideológica, impregnada con un tono subido de barniz político peculiarizado por un recuento histórico estereotipado, matizado de un triunfalismo a ultranza, con abundancia de apelativos de carácter patriótico en todo su contexto, aleccionado a los trabajadores a la preparación y defensa del país.

Apartado 7, en su expedición final, no compartimos los criterios que se sustentan, por su falta de veracidad, pues es más que conocido como en nuestro país se violan flagrante y sistemáticamente los Derechos Fundamentales del Trabajo y hasta los Derechos Humanos, en cada uno de los preceptos que la encierran, todos ellos lesivos a la dignidad humana. Como ejemplo ilustrativo, recordamos como el año pasado fueron expulsados de sus respectivos centros de trabajo, un gran número de trabajadores, sólo por disentir de la línea oficial establecida o por sostener criterios ideológicos o políticos diferentes u opuestos al régimen operante.

Apartado 8, se reconocen los hasta ahora inseparables problemas que en nuestro país se enfrentan con la vivienda, el transporte y la calidad de la alimentación y otras, de fuerte impacto en la vida cotidiana de la población, aunque, como siempre, señalando como causa de irregulares situaciones, no a la política de inercia, deficiente planificación y hasta una posible

negligencia por parte del Gobierno, en priorizar la situación de las mismas, sino el efecto negativo de la crisis económica y del recrudecimiento de la guerra económica de los EEUU contra Cuba, alegatos éstos en la que ya la mayor parte de la población no cree, por la insuficiencia reiterativa de tales gastados planteamientos.

Apartado 10, nuestra consideración se centra en expresar que los Sindicatos todos, tanto los "oficialistas" como los de corte independiente, deben encaminarse a fortalecer gradualmente el valor del trabajo y principalmente su remuneración, como elemento fundamental del bienestar y calidad de vida de los trabajadores y nuestro pueblo. Que estos puedan trazar con plena autonomía e independencia su política sindical.

Apartado 11, en él se expone que a través del proceso de Perfeccionamiento Empresarial y otras medidas que se adoptan, el pago de salarios a los trabajadores sólo se realizará en moneda nacional, en correspondencia con el aporte de cada cual a la sociedad. No descartamos esta idea, que podría ser muy buena, siempre y cuando se revisen y analicen otros esquemas salariales aplicados, como por ejemplo en el sector del orden público, donde un agente policial devenga un salario que supera al de un médico especialista, y que casi duplica al de cualquier profesional de otras esferas, en franca posición de privilegio.

"Sindicatos todos, tanto los 'oficialistas' como los de corte independiente, deben encaminarse a fortalecer gradualmente el valor del trabajo y principalmente su remuneración, como elemento fundamental del bienestar y calidad de vida de los trabajadores y nuestro pueblo. Que éstos puedan trazar con plena autonomía e independencia su política sindical".

Apartado 12. Se postula una mayor eficiencia e incremento de la producción y los servicios, que reduzca los costos, eleve los beneficios del país y aumente nuestras exportaciones, y que además garantice una mejor calidad de vida para la sociedad, es lo que esperamos todos los cubanos, sobre todo si vienen acompañados de otras medidas de economía social como lo que respecta a nuevas políticas de precios que dinamicen la economía a través de un mayor equilibrio entre oferta y demanda, así como también, el proceder a un profundo análisis de los presupuestos de la administración del Estado y sus sistemas sociales de Salud y Educación, a los efectos de reducir el burocratismo excesivo que existe en los mismos, haciéndolos más eficientes y dinámicos.

Apartado 13. En éste, aún cuando se plantea que el valor del peso cubano se

ha multiplicado varias veces en los últimos años con respecto a la divisa, ello no ha conllevado una mejoría económica para la sociedad, fundamentalmente la clase trabajadora. Esta ha visto disminuido el poder adquisitivo de sus remuneraciones por el trabajo realizado en más de un 75% con relación a la década de los 80, época en que los productos y artículos que se ofertaban en venta libre o de horma liberada, mantenían unos impuestos al consumidor en el orden del 300 al 400 por ciento sobre el precio real del producto, mientras que en la actualidad esos mismos impuestos se elevan hasta un rango del 1500 al 2000 por ciento. En cuanto a que nuestro Estado socialista, aún en medio de enormes limitaciones materiales, continúa subsidiando unos pocos productos y servicios que se ofrecen a precios asequibles, todo ello obedece a potenciar la imagen del Estado en cuanto a satisfacer las necesidades de la población, sin tener en cuenta que el salario medio diario que recibe un trabajador por su labor, está ajustado a estos precios asequibles y donde la oferta de estos productos y servicios no llegan a satisfacer las verdaderas necesidades de la población en su tercera parte. Es necesario señalar, que este mismo mercado regulado, antes del Período Especial, garantizaba una canasta básica de alimentos y otros productos de limpieza y aseo personal a precios normales, más amplia, diversificada y condicionada a las necesidades de la población. Por consiguiente, si el Estado sólo puede garantizar una tercera parte de las necesidades primarias y básicas de cada ciudadano, a través de su planificado sistema de racionamiento, sólo aquellos que dentro de la población cuentan con determinados recursos económicos extras, pueden franquear esta situación, recurriendo generalmente al mercado subterráneo u otras vías encubiertas, para satisfacer el resto de sus necesidades.

Apartado 14. , si bien no dudamos de las cifras y porcentajes que se manejan en la sustentación de este apartado, no podemos estar de acuerdo en que se exponga que el Estado no puede erradicar terminantemente las desigualdades que el mismo contribuye a generar, provocadas por ingresos desproporcionados, en plena pugna con los esfuerzos y resultados del trabajo. Entendemos que El Estado sí cuenta con los medios necesarios, tanto legales como coercitivos para evitar tales injusticias, así como otros privilegios que conspiran abiertamente con los principios de justicia social, dimanantes de toda sociedad democráticamente constituida.

Apartado 15: El Estado debe incrementar cuantitativamente el montante de las prestaciones económicas, tanto a corto como a largo plazo, en concepto de seguridad y/o asistente social, en las casas de familias con muy bajos ingresos, entre ellos, los jubilados, ancianos solos, madres solteras y hasta minusválidos o discapacitados imposibilitados de trabajar, tomando en consideración el elevado costo de la vida.

Apartados 16, 17 y 18. Teniendo en cuenta el elevado y costoso régimen de vida actual y las exiguas e insuficientes remuneraciones que en general se abonan a nuestros trabajadores, estamos más que conscientes que se impone una profunda y equilibrada reforma general de salario para todas las actividades en las diversas ramas y esferas, pues incluso las últimas mejoras que al efecto se han originado, así como las medidas y/o planes de estimulación material que se han acometido, en su inmensa mayoría aun resultan insuficientes.

En el estudio de la mejor aplicación de la reforma salarial, como en el caso de prever y sancionar actitudes incorrectas, el sindicato debe jugar un papel clave, para el buen éxito de la legalidad y el cumplimiento de sus normas, en todos y cada uno de los centros laborales del país.

Apartados 19, 20 y 21. Si bien son ciertas las alegaciones que se expresan en los mismos, no compartimos el criterio generalizado que la decisión de la doble circulación monetaria (moneda nacional y divisa convertible) fue correcta y necesaria, sobre todo por el costo social que implicaron las mismas, en una parte importante de la población que no tenía acceso al mercado de divisas (turismo, empresas mixtas y tiendas TRD), ni recibían remesas familiares del exterior, los que vieron lacerados sus niveles de vida por el decrecimiento del poder adquisitivo de sus ingresos.

Esta situación se hizo más crítica en los jubilados, pensionados y trabajadores sin calificación, los que devengan ingresos mínimos que van desde los 70 a 150 pesos mensuales (3.50 a 7 dólares el cambio), y sépase que Cuba ocupa, si no el primer lugar, uno de los primeros lugares por países donde el salario medio mensual es más bajo en toda Latinoamérica y el caribe anglófono. Por estas causas, los jubilados y pensionados se ven obligados a buscar trabajos de sereno después de retirados y haber cumplido los 65 años, pues antes de esta edad no se les permite o autoriza a trabajar de acuerdo a la legislación vigente sobre la materia; sin embargo, a los jubilados de los Ministerios de las Fuerzas Armadas y del Interior (ejército y policía), en un abierto estado de privilegio, pues se jubilan con el 80 ó 100% del salario que devengaren en sus últimos 5 años, se les autoriza por la misma legislación, aunque tenga menos de 60 años, a regresar al trabajo cobrando además de la jubilación, el 100% del salario que devenga la plaza a ocupar, muy especialmente dentro del sector del turismo o tiendas del sector de divisas, para las que tienen prioridad. Por lo que entendemos, que estas situaciones deben también ser motivo de análisis en este próximo XVIII Congreso de la CTC.

En el estudio de la mejor aplicación de la reforma salarial, como en el caso de prever y sancionar actitudes incorrectas, el sindicato debe jugar un papel clave, para el buen éxito de la legalidad y el cumplimiento de sus normas, en todos y cada uno de los centros laborales del país.

Es necesario señalar, que si la realidad social cubana no ha llegado a alcanzar niveles de indigencia o de pobreza extrema mucho mayores, ello se debe al monto total de ayuda en divisas que reciben muchos cubanos en la isla de sus familiares y amistades en el exterior, fundamentalmente de las que residen en EE UU., que se incrementa a su vez, con un alto valor en medicamentos, y que según estimaciones, ronda por sobre los 900 millones de dólares, muy por encima del Presupuesto de la nación cubana para un período, si consideramos la cotización actual de la moneda cubana por un dólar de 22 a 1, lo que representaría 19 800 millones de pesos nacionales.

Los que no tienen suerte de recibir estas ayudas, para subsistir, se ven obligados a sustraer productos y materias primas de sus centros laborales, con los cuales especulan en la calle; otros de menos suerte y sin vínculo laboral, fundamentalmente la juventud, se arriesga en hurtos y robos injustificables, pero con los cuales obtienen algún dinero para divertirse o satisfacer sus crecientes necesidades de ropa, calzado y alimentación, lo que de hecho ha incrementado la población penal en Cuba a planes significativos y preocupantes para cualquier sociedad civilizada, y donde la mayoría no llega a los 40 años (85%), un considerable potencial humano apto para el trabajo. Y cabe preguntarse: ¿Serán eliminados los tantos desajustes y conflictos de orden social que ha traído el uso de las dos monedas?. Sostenemos que el Estado debe aplicar un proceso de estudio y análisis para indultar las penas de muchos condenados por delitos de incidencia económico-social, a los efectos de que participen activamente en este nuevo proceso que se avecina, sin mácula o antecedente penal que lo diferencia del resto de la sociedad. Apartados Nros. 22 y 23. Sólo la alternativa que pudiera devenir con la legitimación y reconocimiento de las Organizaciones sindicales Independientes, mucho ayudaría, es más diríamos, que resolvería de un modo definitivo tal inmovilismo sindical. Estamos también convencidos que si la debida aplicación de la política de cuadros, según los lineamientos establecidos en sus parámetros reguladores, se cumplirían sistemática y cabalmente, sin duda la inercia y hasta la indolencia de algunos dirigentes administrativos no tendrían razón de ser.

Es necesario señalar, que si la realidad cubana no ha llegado a alcanzar niveles de indigencia o de pobreza extrema mucho mayores, ello se debe al monto total de ayuda en divisas que reciben muchos cubanos en la isla de susfamiliares y amistades en el exterior,fundamentalmente de las que residen en EE.UU que se incrementa a su vez, con un alto valor en medicamentos, y quesegún estimaciones ronda sobre los900 millones de dólares, muy por encima del presupuesto de la nación cubana para un período.

Apartado Nº 24 Aún cuando apreciamos que el movimiento sindical deba ser un activo defensor del principio de que un dirigente que no sea competente, modesto y austero no puede ser dirigente, creemos que mientras los sindicatos no adquieran un carácter independiente, lejos de toda participación del Estado sobre ellos, como propugnan las nuevas necesidades de más democratización de las mismas, la clase obrera seguirá sojuzgada y oprimida, haciendo que todas las decisiones que se tomen en esos Congresos Obreros, sean antidemocráticas y sólo únicas para enardecer ideológicamente el fervor patriótico de los trabajadores, carentes por consiguiente de alternativas y soluciones reivindicadoras de carácter socio-laboral. Por eso, como valores supremos que el CUTC defiende plenamente, se encuentran las de velar por entero porque las necesidades de los trabajadores, se atiendan y resuelvan oportunamente, que sus intereses y derechos sean debidamente respetados y se eleve su standard y calidad, tanto en sus condiciones de trabajo como en su vida.

Sólo se concibe a un dirigente sindical cuando este lucha de modo sostenido por el bienestar de los trabajadores, defendiendo a toda costa sus más sagrados derechos.

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