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PROGRAMA
TRANSITORIO
Este
Documento de Trabajo ha sido elaborado por un equipo de ciudadanos
cubanos que vivimos en la Isla, como guía para realizar una Consulta
Popular en un Diálogo Nacional y lograr un programa de consenso.
El Programa Transitorio fruto de este Diálogo, será sometido después
a un Referendo para que de ésta forma el pueblo pueda decidir
soberanamente si lo rechaza o lo consagra como camino de transición
y renovación de la sociedad.
Oswaldo
J. Payá Sardiñas
PREAMBULO
Si
el Programa Transitorio (PT) es aprobado en Referendo por el pueblo
cubano, se convertirá en Ley Fundamental de Tránsito. No será un
programa de un partido o de un sector político, sino la opción
del pueblo para renovar su sociedad, su vida y superar la crisis
que tanto daña nuestra Nación. Será un programa transitorio, es
decir, para una etapa corta, con plazos bien definidos y no pretende
ofrecer esquemas definitivos para la sociedad cubana. Se propone
mas bien, ofrecer un camino para que el pueblo llegue a tener verdadero
poder democrático y soberano y la capacidad real para dar a su sociedad
y al Estado una forma definitiva con principios que broten de los
anhelos de los cubanos, de sus derechos y necesidades, según nuestra
propia identidad y nuestros valores culturales y espirituales.
Este
objetivo sólo puede alcanzarse en un ambiente de reconciliación
y libertad de expresión que debemos lograr en este mismo proceso
de Diálogo Nacional con la participación de todos los cubanos, en
una apertura de los corazones hacia nuestros hermanos y compatriotas.
Es
importante comprender que este Documento de Trabajo (DT), no es
el Programa Transitorio (PT), es solamente un instrumento para la
realización del Diálogo Nacional. Por lo que el DT puede ser transformado
en todos los aspectos y servirá como un punto o una zona de partida
para lograr un programa de consenso construido con la participación
de todos los cubanos. No se excluye a ningún cubano, de ninguna
posición o experiencia política e ideológica, es para todos, también
para los que viven en el extranjero en cualquier condición.
El
Documento de Trabajo se presenta con un esquema de programa, pero
no es por que se considere definitivo o acabado. Lo presentamos
de esta forma, para que se comprenda que el Diálogo Nacional, no
es un simple ejercicio, sino el proceso para llegar a un resultado
aplicable. Este Diálogo Nacional tiene como objetivos la reconciliación
y sembrar y desarrollar la fraternidad y el respeto, aun en la diversidad.
Con esa riqueza de la diversidad seremos capaces de construir juntos
nuestro futuro como pueblo. EL DT ha sido confeccionado después
de una profunda reflexión con sentido humanista y patriótico. De
este Dialogo Nacional debe salir un programa del pueblo de Cuba
para la transición, que establezca las bases de la democracia y
logre la elevación de la calidad de vida en el ejercicio de la libertad
y construyendo la justicia. Entonces el Documento de Trabajo se
presenta con toda la seriedad y coherencia, inspirado en los valores
del humanismo cristiano. No pretende imponer una línea de pensamiento
obligatoria, todo es discutible y cambiable, pero no podemos esconder
la complejidad de esta tarea y la responsabilidad que implica para
todos los que participen en el Diálogo Nacional. Observen que propone
reorganizar y mejorar la vida nacional. Se ocupa de todos los campos
fundamentales, la salud, la educación, el gobierno, la economía,
el orden publico y las fuerzas armadas, la vivienda y todos los
campos sociales, políticos y económicos, en bien del pueblo. Podrán
ser añadidos otros y modificados los que están. Dicho en palabras
bien claras: proponemos un proceso de participación ciudadana del
que saldrá un Programa Transitorio justo y realista, que regirá
y orientará la sociedad cubana en una etapa corta pero definitiva
para nuestro futuro.
El
10 de Marzo de 1952 el pueblo de Cuba sufrió el ultraje del golpe
de Estado que lo privó de la Constitución que había elaborado democráticamente.
La Revolución en la que muchos cubanos dieron sus vidas, tenía como
objetivos derrocar aquella dictadura, superar las injusticias y
hacer valer la Constitución de 1940. El 1ro de enero de 1959 terminó
el régimen de Fulgencio Batista y el Gobierno Revolucionario, decidió
que el país, durante una etapa, se rigiera por una Ley de Tránsito.
La mayoría de los cubanos creyó que esta etapa sería corta, hasta
que se reinstalara la Constitución de 1940 restituyendo al pueblo
todos sus derechos proclamados en esa Carta Magna, que la dictadura
de Batista había suprimido o violado. Nunca fueron restituidos,
ni esa Constitución, ni la mayoría de los derechos que garantizaba
El
PT, no anulará los derechos constitucionales, sino que, al contrario,
reafirmará todos los logros y derechos alcanzados por el pueblo
de Cuba a través de su historia y en sus luchas de todos los tiempos.
Puede comprobarse en el texto de este DT. El proceso garantiza la
continuidad institucional y la legalidad, ya que se propone que
el PT sea aplicado solo si se aprueba en un Referendo para que tenga
el sello de la voluntad del pueblo cubano. Ya que el pueblo si tiene
derecho soberano a cambiar todas las estructuras y sistemas. Es
en el pueblo y no en los sistemas, partidos e ideologías donde reside
la soberanía, la sabiduría y el poder legitimo.
El
Proyecto Varela fue presentado el 10 de Mayo del 2002 en las oficinas
de la Asamblea Nacional del Poder Popular, apoyado por las firmas
de mas de diez mil ciudadanos, que es la cifra que en el articulo
88g exige la Constitución vigente en Cuba para que los ciudadanos
puedan presentar un proyecto de ley. El tres de Octubre del 2003
se presentaron 14384 firmas mas, de nuevos electores, apoyando el
Proyecto Varela. Este proyecto de ley consiste en la realización
de un Referendo para que los cubanos decidan si las leyes se transforman
para que se garanticen algunos de los derechos fundamentales. La
campaña por lograr ese Referendo sobre el Proyecto Varela, continúa
y es dirigida por el Comité Ciudadano Gestor del Proyecto Varela.
Pero
con el Proyecto Varela se alcanzan derechos fundamentales, no se
diseña la transición. Es decir el pueblo cubano tiene derecho a
los derechos y si los lograra con el Proyecto Varela, ya sería un
primer paso de avance. Pero también necesita con urgencia preparar
su futuro. No basta con tener derechos, es necesario preparar el
cambio. El pueblo quiere saber que pasará en Cuba con el cambio.
Con este Diálogo Nacional realizado con el instrumento del Documento
de Trabajo, el pueblo sabrá lo que va a pasar, por que el propio
pueblo decidirá y señalará el camino redactando por si mismo su
programa de transición.
Si
se aprobara el Proyecto Varela en un Referendo, no sería necesario
nombrar un Consejo Nacional de Gobierno Transitorio, como se propone
en este Documento de Trabajo, ya que se realizarían elecciones libres
y el pueblo elegiría su parlamento y su gobierno. Pero sería necesario
saber que cambios se realizarían en el orden económico, político
y social. Entonces los ciudadanos presentarían a los candidatos
a diputados que serían elegidos en elecciones libres, su Programa
Transitorio, que sería el que se ha elaborado en este Diálogo Nacional
(ver Proyecto Varela 4.5 A).
Lo
anterior es una variante que no separa, sino que integra al Proyecto
Varela con el Diálogo Nacional y el Programa Transitorio. Consideramos
esta variante la mejor para Cuba y para todos, “de la ley a la ley”.
Por eso la campaña del Proyecto Varela y la recogida de firmas continuará
durante este Diálogo Nacional y después.
Pero
el Proyecto Varela no agota la realidad, ni es una camisa de fuerza
para el proceso de cambio. El Documento de Trabajo presenta para
el diálogo una variante de gobierno transitorio que se puede aplicar
si no es aprobado el Proyecto Varela. El objetivo no es que se realice
un proyecto determinado, sino que se haga lo mas conveniente para
los cubanos todos. Por eso aclaramos que para participar en el Diálogo
Nacional no es condición necesaria apoyar el Proyecto Varela y lo
uno no implica lo otro.
Como
la realidad y la evolución no se pueden encerrar en el marco de
una sola propuesta, este Programa de Transición que será elaborado
en el Diálogo Nacional, tendría una variante de cambios institucionales
que seria independiente del Proyecto Varela, es decir que no este
condicionado de ninguna manera a la aprobación de ese proyecto,
sino que contenga su propia estructura de gobierno y su propia dinámica
para la transición. En el Documento de Trabajo se presenta un modelo,
que creemos justo y coherente. Pero este modelo puede ser mejorado,
o cambiado en el Diálogo Nacional.
Cuba
necesita de cambios pero estos cambios deben ser realizados por
el pueblo y en la dirección que señale el pueblo. Semejante proceso
solo será verdaderamente realizado por el pueblo si se hace en un
Diálogo Nacional, con la participación democrática de todos los
cubanos.
Queremos
que este Programa se enfoque hacia la Civilización del Amor, es
decir, hacia una sociedad donde las relaciones entre las personas
no se apoyen en la fuerza, ni en el poder del dinero, donde tampoco
se dividan los hombres por sus ideas, razas, religión o condición
económica, sino una sociedad basada en la relación de amor entre
los cubanos como hermanos que son por ser hijos de Dios.
Sería
un error interpretar al Programa Transitorio, que saldrá de este
Diálogo Nacional, como un modelo permanente, eso solo se logrará
después en la Constituyente. Sin embargo, dada la crisis total que
vive nuestra sociedad y la urgencia de soluciones, el PT establecerá
medidas concretas para iniciar el camino de la reconstrucción económica,
para lograr el respeto a los derechos fundamentales y para establecer
bases sólidas que permitan el control de todas las instituciones
y del proceso de cambio en sí, por parte del pueblo. Es decir, para
garantizar verdaderamente la soberanía y la autodeterminación de
los cubanos. La presencia y actuación del Comité Ciudadano de Reconciliación
y Diálogo (CCRD) y sus Comité de Base, garantizan el control por
parte de los ciudadanos de todo el proceso de transición y su participación.
Estas
medidas no pueden esperar más tiempo como no pueden esperar la reconciliación,
el perdón y la liberación que serán la base espiritual del proceso
de cambio. Con los resultados de este Diálogo Nacional, varios equipos
de trabajo con una composición plural e integrados por personas
capacitadas trabajarán en el esquema básico de las leyes complementarias
a este Programa. Entre estas estarán: un nuevo Código Penal, un
Programa de Asistencia a Necesitados (PAN), un Programa de Educación,
Leyes que garanticen las Libertades de Expresión y de Asociación,
una nueva Ley Electoral y todas las regulaciones necesarias para
hacer funcional este Programa.
Este
Programa Transitorio que saldrá del pueblo en el Dialogo Nacional,
seria la ley de tránsito para la etapa de cambios necesarios en
Cuba, que desemboca en una Asamblea Constituyente elegida democráticamente
por el pueblo, que sí dará una nueva Constitución a la Nación. Mas
esta Constitución será elaborada entre todos y en condiciones de
diálogo equilibrado, justicia, libertad y participación responsable
y deberá ser aprobada en un Referendo. Cuando esa nueva Constitución
entre en vigor, termina la etapa que define el Programa Transitorio.
Será entonces la Constitución de la República con que soñó Martí,
“con todos y para el bien de todos”.
Aconsejamos
leer el Documento de Trabajo completo, incluyendo el texto titulado
“Principios y Derechos Fundamentales”. Esto le servirá para tener
una visión de conjunto y poder formarse su propio criterio. Así
estará usted en condiciones de participar en el Diálogo Nacional
y aportar sus criticas y opiniones y hacer sus propias propuestas.
La Metodología para el Diálogo Nacional facilita y guía este proceso.
Creemos
necesario en esta introducción someter a su consideración algunas
ideas más.
Este
Programa será del pueblo ya que será el fruto del Diálogo entre
los cubanos. No se puede confundir el proceso de elaboración del
Programa Transitorio con la Transición en sí. Este Documento de
Trabajo es un instrumento para el Diálogo, no es el Programa Transitorio
como tal, pues este documento solo se investirá de este atributo
por la participación democrática y la voluntad popular expresada
en el Referendo, después de realizado este Dialogo Nacional.
El
Documento es discutible y cambiable en toda su extensión, pero lo
que nadie puede negar al pueblo cubano es su derecho a elaborar
su programa de cambio y preparar el futuro inmediato. Lo que nadie
puede negar es el derecho a los cambios que son una necesidad vital
para el pueblo de Cuba.
Si
estos cambios son justos y necesarios, Quien mejor que el propio
pueblo y que vía mejor que el Diálogo Nacional para decidir como
cambiar y hacia donde dirigir el futuro de nuestra Nación. Y que
medio más legitimo que el Referendo para que sea el pueblo soberano
el que decida, si consagra o no este camino de cambio.
Es
el pueblo quien consagrará este Programa Transitorio y por eso queda
abolida la actual Constitución, hasta que una Asamblea Constituyente,
elegida democráticamente redacte otra y la someta a Referendo.
Mientras tanto este Programa Transitorio sería ley de tránsito.
Tenemos un antecedente histórico en la Ley de Tránsito de 1959 que
sustituyo la Constitución de 1940, aunque después no fue aplicada,
esta ley de tránsito, ni se llamó a elecciones democráticas. En
este Programa Transitorio, se integran preceptos y derechos y valores
fundamentales que proclaman y consagran la independencia nacional,
la soberanía del pueblo, los derechos humanos, y las bases para
realizar el proceso de cambios desde el pueblo y según su voluntad
con la participación libre y responsable de todos los cubanos sin
exclusión.
Debe
leerse el capitulo titulado “Principios y Derechos Fundamentales”.
No es un complemento , sino parte esencial de este documento de
Trabajo. En ese capitulo se recogen todos los derechos y beneficios
que ha conquistado el pueblo cubano a través de su historia con
sus luchas, inteligencia, amor, creatividad y trabajo. Muchas de
estas conquistas se han plasmado en las diversas constituciones
que han regido nuestra sociedad. De esta manera se garantizan esos
derechos y el cuerpo legal fundamental del Estado y la sociedad
de Cuba y se da continuidad a todo lo positivo que ha creado nuestro
pueblo.
No
será una ruptura del orden institucional, sino un cambio ordenado
por el pueblo que si tiene el derecho soberano a cambiar el sistema
político, económico y social, pues en el pueblo reside la soberanía.
Martí nos enseñó que: “La Patria es ara y no pedestal”.
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