Julio 11, 2007

Mensaje de las Damas de Blanco a la XXXI Asamblea Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano

Eminencias:

Las Damas de Blanco nos sentimos muy honradas de darles la bienvenida en La Habana, Cuba, al tiempo que ciframos grandes esperanzas en recibir su bendición, sus plegarias y su preocupación por conocer y contribuir a mitigar las difíciles condiciones en que se desenvuelve la vida cotidiana de nuestros prisioneros de conciencia y políticos pacíficos, así como de fieles católicos y de otras religiones, y la población en general desde hace casi cinco decenios, sin que se vislumbre cambios en el futuro inmediato.

Nuestros prisioneros de conciencia y políticos no tienen la posibilidad de recibir asistencia religiosa en las cárceles; en muy escasas ocasiones se permite. Como el gobierno cubano no reconoce su existencia, los mezclan con presos comunes de alta peligrosidad. No se cumplen las Normas Mínimas para el Tratamiento de Prisioneros de las Naciones Unidas, ni se autoriza el acceso de prestigiosas organizaciones como la Cruz Roja Internacional y Amnistía Internacional. Las condiciones de prisión son deplorables para todos los reos, incluidos las decenas de miles de comunes, fundamentalmente jóvenes y negros. La mayoría de nuestros seres queridos han sufrido un alarmante deterioro de su salud durante los cuatro años de cautiverio, sin que reciban la asistencia médica adecuada.

Nuestras familias han estado sujetas a diversas formas de tortura psicológica, con particular sufrimiento para los niños y ancianos que no los pueden visitar porque están a cientos de kilómetros de distancia, en un país donde el transporte es casi inexistente; y a nosotras se nos vigila y reprime por ser las voces de ellos y demandar condiciones apropiadas, pero fundamentalmente la libertad inmediata e incondicional, ya que no han cometido ningún delito. Ellos sólo han pretendido ejercer su derecho a la libre expresión en beneficio de nuestro pueblo.

Eminencias:

Depositamos grandes esperanzas en las gestiones del Santo Padre Benedicto XVI ante las autoridades de Cuba, así como la intercesión de Sus Eminencias, a fin de que los prisioneros de conciencia de los 75 encarcelados durante Marzo de 2003 sean liberados inmediata e incondicionalmente, así como los demás prisioneros políticos pacíficos cubanos y, mientras esto no ocurra, ellos tengan asistencia religiosa, tratamiento médico y condiciones de prisión adecuados.

Reciban nuestros votos porque logren sus objetivos evangelizadores y contribuyan al avance de la democracia y el respeto de los derechos humanos en Cuba.

DAMAS DE BLANCO


Volver a DOCUMENTOS




PRENSAS
Independiente
Internacional
Gubernamental
IDIOMAS
Inglés
Francés
Español
SOCIEDAD CIVIL
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
DEL LECTOR
Cartas
Opinión
BUSQUEDAS
Archivos
Documentos
Enlaces
CULTURA
Artes Plásticas
El Niño del Pífano
Octavillas sobre La Habana
Fotos de Cuba
CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico

DONACIONES

In Association with Amazon.com
Busque:

Palabras claves:

CUBANET
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887

CONTACTS
Journalists
Editors
Webmaster