Algunos aspectos
de la situación de derechos humanos en Cuba
Comisión Cubana de
Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional, 5 de julio de 2007.
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al informe (Intro
y Anexo)
1.- Al término del primer semestre
de 2007 y luego de once meses bajo un "gobierno
provisional" que administra los asuntos
públicos bajo el signo de una especie
de autoridad dual, consideramos que la situación
de derechos civiles, políticos, económicos
y ciertos derechos culturales ha seguido
siendo la misma de las últimas décadas,
es decir, una situación marcadamente
desfavorable.
2.- Es inobjetable que persiste la violación
sistemática e institucionalizada
de todos y cada uno de los derechos civiles,
políticos, económicos e incluso
culturales que consagra la Declaración
Universal de Derechos Humanos. En nuestra
opinión, esta realidad configura
la peor situación de tales derechos
al menos en todo el Hemisferio Occidental.
3.- Las libertades de opinión,
asociación, información, prensa,
expresión y el derecho a organizar
sindicatos u organizaciones políticas
o a trabajar fuera de la tutela explotadora
del estado totalitario, entre otros derechos,
siguen estando expresamente criminalizados
en el draconiano Código Penal vigente
(fatalmente inspirado en el desaparecido
Código Penal soviético).
4.- En todo el tiempo transcurrido bajo
este gobierno provisorio y a pesar de que
el parlamento unipartidista se ha reunido
en dos ocasiones (un día cada vez),
no se ha dado un solo paso para iniciar
la modernización del sistema de leyes,
incluyendo la despenalización, sin
cortapisas, de todos los derechos civiles,
políticos, económicos y culturales.
LA SITUACIÓN EN EL SISTEMA CARCELARIO
Y LUGARES DE DETENCIÓN
5.- El número total de prisioneros
por motivos políticos o político-sociales
ha seguido disminuyendo lentamente, lo cual
ha sido una tendencia durante los últimos
dos años. En la Lista Parcial anexa
se puede apreciar que los casos documentados
durante el primer semestre de 2007 han disminuido
desde 283 prisioneros de esta categoría
hasta 246, hacia el 30 de junio último.
6.- Es inexplicable, a no ser por la naturaleza
esencialmente represiva de los regímenes
totalitarios, que en Cuba existan más
de 200 prisioneros políticos, la
cifra más alta del mundo por cada
mil habitantes, siendo el nuestro uno de
los países de menor violencia política
en buena parte del planeta, si exceptuamos
la violencia coercitiva con que el Estado
vulnera todos los derechos civiles, políticos
y económicos, al igual que lo hacían
los desaparecidos estados totalitarios del
bloque soviético.
7.- El hipertrofiado sistema carcelario
cubano, compuesto por unas doscientas prisiones
y campos de trabajo sigue estando fuera
de toda forma de escrutinio por parte de
la Cruz Roja Internacional u otros organismos
humanitarios. A este respecto el Gobierno
de Cuba es la única excepción
en el Hemisferio Occidental y en buena parte
del mundo.
8.- La única prisión en la
isla de Cuba que está bajo permanente
escrutinio internacional es el campo de
prisioneros instalado por los Estados Unidos
de América en la base naval de Guantánamo.
A pesar de esta posibilidad de escrutinio,
nos unimos a las voces que reclaman el cierre
inmediato de dicha instalación dentro
de una perspectiva de devolución,
a corto o mediano plazo, de ese territorio
a la soberanía cubana una vez que
no exista el riesgo de que el actual gobierno
de Cuba reinstale allí otro campo
de internamiento.
PRISIONEROS DE CONCIENCIA
9.- Un total de 73 prisioneros de conciencia
cubanos, reconocidos por Amnistía
Internacional, continúan cumpliendo
sus condenas, incluyendo a 11 que recibieron
una precaria "licencia extra-penal"
simplemente para evitar que alguno de ellos
muriese bajo custodia gubernamental.
10- Ningún otro gobierno del mundo
tiene en sus cárceles más
prisioneros de conciencia que el Gobierno
de Cuba, por cada millón de habitantes,
lo cual constituye un record alarmante y,
a la vez, revelador por cuanto tales prisioneros
son presos de opinión y, por lo tanto,
son inocentes por definición.
CONDICIONES DE INTERNAMIENTO CARCELARIO
11- El sistema carcelario de Cuba constituye
un submundo donde reinan los malos tratos
de palabra y de obra y, como regla general,
las condiciones de internamiento son insalubres,
infrahumanas y degradantes.
12- A pesar de la propaganda gubernamental,
los presos carecen de la necesaria protección
jurídica, viven en medio de la inseguridad,
son pésimamente alimentados, reciben
agua contaminada y una muy pobre atención
médica y estomatológica.
13- A pesar de que está expresamente
prohibido por el Artículo 58 de la
Constitución de la República,
los guardias militares someten a brutales
golpizas, a veces con objetos contundentes,
a los reclusos y es raro el día en
que las organizaciones disidentes no reciben
varias denuncias a ese respecto.
LA REPRESIÓN EXTRACARCELARIA
14- En Cuba sigue rigiendo un estado policial
cuya naturaleza se refleja en casi todos
los aspectos de la vida nacional.
Muchas veces se habla de la represión
política en Cuba y no nos referimos
con suficiente amplitud a las mil y una
maneras en que el estado totalitario ejerce
la represión contra toda la sociedad,
incluyendo a los jóvenes, los intelectuales,
los que tratan de trabajar libres de la
tutela explotadora del gobierno (que paga
sueldos que promedian unos 15 dólares
mensuales), vendedores, artesanos, agricultores,
pequeños fabricantes, pescadores,
transportistas, etc, etc.
15- Los ciudadanos cubanos no pueden acceder
a la Internet de la misma manera en que
cualquier persona puede hacerlo en la mayor
parte del mundo. El Gobierno de Cuba mantiene
una especial y permanente campaña
represiva contra quienes tratan de navegar
en Internet mediante el mercado negro y
contra aquellos que tratan de captar señales
de televisión internacional vía
satélite empleando equipos y tarjetas
introducidas en el país por personas
particulares, con los cuales forman pequeñas
redes clandestinas que son perseguidas y
desmanteladas por la policía, la
cual realiza confiscaciones y aplica multas
que equivalen al sueldo promedio de muchos
meses.
16- Es muy poca la información
que se difunde acerca de los innumerables
casos de abuso policial en las calles y,
muy especialmente, en las estaciones de
la Policía Nacional Revolucionaria
(PNR). Dicho cuerpo posee cerca de 200 estaciones
principales (de ellas 169 municipales) dotadas
de celdas, generalmente infernales, de internamiento
debido a las condiciones miasmáticas
y lúgubres reinantes en esos sitios,
a la falta de agua, ventilación e
iluminación adecuadas y facilidades
sanitarias.
17- En el submundo inquietante de las áreas
de internamiento de la mayoría de
esas estaciones principales de la policía,
son muy frecuentes toda clase de abusos
de palabra o de obra, incluyendo frecuentes
golpizas, en una atmósfera de falta
de garantías y de vulneración
del Artículo 58 de la Constitución
de la República de Cuba que, en tanto
Ley Suprema, establece que "el detenido
o preso es inviolable en su integridad personal".
18- Pensamos que lo ocurrido el pasado
24 de junio de 2007 a MANUEL ACOSTA LARENA,
en la estación municipal de la PNR
de Aguada de Pasajeros pudiera guardar relación
con la descrita atmósfera de abusos
y falta de seguridad jurídica de
presos y detenidos.
19- Las mencionadas unidades de la Policía
Nacional, y al menos otros 15 centros de
detención e incomunicación
de la policía política secreta
y la policía técnica (del
tipo Villa Marista o 100 y Aldabó,
en esta capital), al igual que todo el sistema
carcelario, están libres de toda
forma de escrutinio por parte de ONGs nacionales
o internacionales.
20- Se supone que la Fiscalía General
de la República debe velar por el
cumplimiento de la legalidad en todos los
lugares de detención o internamiento
penal pero, en la práctica, esta
función no puede desempeñarse
cabalmente debido a la naturaleza vertical
del estado totalitario, que es la causa
primera de todos los males, por lo cual
los cuerpos policiales, los órganos
de fiscalía, los tribunales y las
prisiones, integran una especie de tanden
o maquinaria moledora en el que se generan
innumerables abusos simplemente porque todos
los funcionarios de esa "hidra de cuatro
cabezas" son militantes unidos por
una misma ideología política.
21- Para colmo de males, el modelo totalitario
liquidó la independencia real de
jueces y abogados y, especialmente a estos
últimos, les despojó de la
posibilidad de ejercer su profesión
de manera independiente creando los llamados
"bufetes colectivos" que, en honor
a la verdad, son dependencias cuasi oficiales,
de suerte que la capacidad real que tienen
los abogados para proteger a sus defendidos
es muy limitada.
LA ACTITUD DEL GOBIERNO CENTRAL
22- Las declaraciones oficiales suelen
reflejar buenas intenciones pero el Gobierno
de Cuba tiene mucho que hacer, ahora y después,
para aplicar cabalmente las normas internacionales,
incluyendo lo preceptuado en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, para cambiar
la situación que sigue prevaleciendo
en los centenares de sitios de detención
o internamiento penal. No ocultamos nuestro
escepticismo debido a que, como es sabido,
los modelos totalitarios son esencialmente
represivos y violadores de todos los derechos
civiles y políticos.
23- Al tiempo que ha disminuido ligeramente
el total de presos por motivos políticos
o político-sociales, también
inferimos que, en los dos últimos
años, ha disminuido el total de cubanos
encarcelados por los llamados "delitos
comunes". Calculamos que la cifra total
pudiera estar entre 60 000 y 80 000 reclusos,
pero otras estimaciones no gubernamentales
cubanas consideran que las cifras pudieran
ser mayores. El Gobierno de Cuba, por su
parte, en casi medio siglo, nunca ha ofrecido
cifras oficiales verificables a la opinión
pública nacional o internacional,
ni a la Cruz Roja ni a otras ONGs especializadas.
24- Como parte de sus esfuerzos, el gobierno
central ha orientado que se apliquen diversas
sanciones sustitutivas del internamiento
penal, lo cual es positivo pero insuficiente
para mejorar significativamente la situación
de derechos civiles, políticos, económicos
(incluyendo la retribución salarial
a los reclusos), sociales y culturales de
los prisioneros.
25- El gobierno ha fomentado la creación
de centros de internamiento "modélicos"
bajo el llamado "Plan Confianza"
o "Batalla de Ideas" (dos de ellos
fueron visitados recientemente por diplomáticos
españoles) pero, hasta ahora, esos
sitios algo más humanizados son verdaderas
"aldeas Potemkin" por su escaso
número y capacidad (inferimos que
son dos o tres decenas hasta el momento).
EL MARCO INTERNACIONAL
26- En los organismos internacionales (
como el Consejo de Derechos Humanos de la
ONU), el Gobierno
de Cuba desempeña un papel de liderazgo
negativo, junto a otros gobiernos que son
rechazados por lo mejor del mundo civilizado
debido a los gravísimos abusos que
cometen contra sus pueblos (Sudán,
Corea del Norte, Zimbabwe, Birmania, Siria,
Arabia Saudita y un largo etcétera),
para bloquear cualquier propuesta o iniciativa
que pudiera significar progresos para todos
los pueblos en materia de derechos civiles,
políticos, económicos y culturales,
fundamentalmente.
27- El Gobierno de Cuba persiste en cuestionar,
en la práctica, el carácter
indivisible de todos los derechos de la
persona humana. A partir de la exhibición
de un panorama positivo en cuanto al aseguramiento
de servicios sociales básicos de
educación y atención médica
(los mismos que aseguraban los regímenes
totalitarios desaparecidos o supervivientes),
el Gobierno de Cuba sigue diciendo que "es
el más democrático del mundo
y quien más respeta los Derechos
Humanos en todo el planeta".
28- El Gobierno de Cuba rechaza toda exhortación
internacional para que, de una manera independiente
y
soberana, logre avances significativos en
cuanto a la situación de derechos
civiles, políticos, económicos
y culturales. Dicho gobierno no acepta la
cooperación internacional en materia
de derechos humanos, ya sea de otros gobiernos
o de la propia Cruz Roja Internacional u
otras ONGs especializadas, alegando razones
de soberanía nacional: esta actitud
revela, entre otras cosas, una gran falta
de sentido de la Historia.
29- La hostilidad compartida entre los
gobiernos de Washington y La Habana, incluyendo
las sanciones económicas y financieras
unilaterales (y, por lo tanto, ilegítimas)
impuestas por aquel, continúan alimentando
un contexto geopolítico negativo,
que sólo ha servido para empeorar
la situación de por sí difícil
en que sobrevive el pueblo de Cuba, facilitando
toda clase de argumentos a una minoría
totalitaria para tratar de justificar su
fracaso y su propio inmovilismo. Reiteramos
aquí nuestro rechazo a todas las
sanciones unilaterales no refrendadas por
la comunidad internacional y nos unimos
a todos los que exigen a los gobiernos de
Estados Unidos y Cuba que deben trabajar
sinceramente para tratar de normalizar sus
relaciones de Estado a Estado, con lo cual
estarían respondiendo a los más
altos intereses de ambos pueblos.
30- Por nuestra parte seguiremos exhortando,
pidiendo y exigiendo a las autoridades cubanas,
(que persisten
en tratar a los activistas de derechos humanos
y a todo el que se atreve a disentir como
no personas), que pongan a un lado sus pueriles
justificaciones ideológicas y cumplan
con su obligación jurídica
y política de no oponerse a la expansión
de los espacios de libertades civiles, políticas,
económicas y culturales del pueblo
de Cuba.
DE CARA AL FUTURO
31- Luego de casi 50 años de búsquedas,
promesas, grandes esfuerzos y bastante "ingeniería
social" es evidente que la Nación
cubana superará este largo período,
luces y sombras incluidas, y lograremos
entre todos, la reconstrucción moral
y material de nuestro Hogar Nacional.
32- Lamentamos expresar que, dada la falta
de señales positivas de parte del
Gobierno de Cuba y su talante inmovilista,
nuestra visión de cara al futuro
es más bien pesimista, al menos a
corto plazo, y, a propósito del campo
en que trabajamos, cual es el de los derechos
esenciales de la persona humana, la situación
de derechos civiles, políticos, económicos
y culturales seguirá siendo la misma
o habrá de empeorar, a a menos que
ocurra una especie de milagro político
en Cuba
La Habana, 5 de julio de 2007
Elizardo Sánchez
Observador de Derechos Humanos
Carlos J. Menéndez
Observador de Derechos Humanos
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