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Mayo 30, 2001



Cuba. Amnistía Internacional. Reporte 2001

Amnestía Internacional.


CUBA

República de Cuba
Jefe del Estado y del gobierno: Fidel Castro Ruz
Capital: La Habana
Población: 11,2 millones de habitantes
Idioma oficial: español
Pena de muerte: retencionista
Tratados ratificados o firmados en el 2000: Protocolo Facultativo de la Convención de la onu sobre los Derechos del Niño, relativo a la participación de niños en los conflictos armados; Protocolo Facultativo de la Convención de la onu sobre la Mujer

Continuó la represión contra individuos y grupos que ejercían pacíficamente su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión. La concesión de la libertad condicional a algunos presos de conciencia hizo surgir la esperanza de que el gobierno estuviera relajando su actitud hacia los disidentes, pero las nuevas condenas impuestas, unidas a la intensificación de la represión durante los últimos meses del año 2000, echaron por tierra ese optimismo. Los periodistas, los opositores políticos y los defensores de los derechos humanos sufrieron un fuerte acoso. Varios centenares de personas, de las que al menos 13 eran presos de conciencia, permanecían encarceladas por delitos políticos. Las autoridades siguieron utilizando las detenciones breves, el arresto domiciliario, las amenazas y el acoso para acallar la disidencia política y desalentar a los disidentes. Los tribunales siguieron dictando condenas de muerte.

Información general

En Cuba, la represión de la disidencia está legitimada por la Constitución y el Código Penal. Se han utilizado de forma generalizada cargos por delitos contra la seguridad del Estado, como la «propaganda enemiga», o delitos contra la autoridad, como el «desacato», para silenciar a quienes critican al gobierno. Y hay otros cargos, como la «peligrosidad», que están poco definidos y son susceptibles de ser utilizados indebidamente por motivos políticos. Algunos disidentes han sido declarados culpables de delitos comunes por cargos que, según se cree, eran falsos y habían sido imputados a los disidentes para desacreditarlos a ellos o a sus organizaciones, o como represalia por manifestar de forma pacífica sus convicciones. En ocasiones, los disidentes detenidos han permanecido recluidos sin juicio durante largos periodos o han sido declarados culpables tras juicios que no cumplían las normas internacionales de justicia procesal.

Continuó el embargo estadounidense contra Cuba. El gobierno cubano siempre ha alegado que privar a los disidentes de las libertades fundamentales de expresión, asociación y reunión está justificado, pues es necesario para mantener la unidad del país frente a las fuerzas extranjeras hostiles. Aunque el Mandato de Amnistía Internacional no permite a la organización adoptar postura alguna respecto al embargo de Estados Unidos contra Cuba o cualquier otro tipo de sanción, Amnistía Internacional reconoce que el embargo ha aumentado las penurias en Cuba y ha contribuido, por ejemplo, a que las condiciones de reclusión sean deficientes. No obstante, la organización mantiene que todos los Estados, independientemente de las amenazas exteriores a las que deban hacer frente, están obligados a cumplir con los deberes expuestos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, incluido el deber de respetar las libertades fundamentales.

Presos de conciencia

Al concluir el año 2000 había identificados al menos 13 presos de conciencia que permanecían encarcelados. Amnistía Internacional estaba también investigando los casos de varios posibles presos de conciencia, incluidos otros 13 individuos que fueron detenidos durante el periodo de represión a finales de año.

* Ángel Moya Acosta y Julia Cecilia Delgado fueron declarados culpables de «desacato» y condenados a un año de prisión. Habían sido detenidos en las redadas masivas que tuvieron lugar en diciembre, en los días que precedieron al aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

* Víctor Rolando Arroyo Carmona, periodista, fue condenado en enero a seis meses de prisión por reunir juguetes que planeaba regalar a niños. Fue declarado culpable de «acaparamiento». Su condena parecía estar motivada por su trabajo para la agencia independiente de noticias Unión de Periodistas y Escritores Cubanos Independientes y sus presuntos vínculos con grupos de opositores al gobierno exiliados en Miami, Estados Unidos. Su detención en enero tuvo lugar durante un periodo de represión de la disidencia, tras la Cumbre Iberoamericana celebrada en La Habana. Quedó en libertad en julio tras cumplir su condena.

* En julio, Nestor Rodríguez Lobaina, presidente del grupo no oficial Movimiento de Jóvenes Cubanos por la Democracia, fue declarado culpable de «desacato», «desórdenes públicos» y «daños». Eddy Alfredo Mena y González, otro miembro del Movimiento, fue juzgado junto con él por los mismos cargos. Nestor Rodríguez fue condenado a seis años y dos meses de prisión, y Eddy Alfredo Mena a cinco años y un mes. * El doctor Oscar Elías Biscet González, presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos, organización humanitaria considerada ilegal por las autoridades cubanas, fue condenado a tres años de prisión el 25 de febrero. Había sido detenido inicialmente el 3 de noviembre de 1999 y acusado de «ultraje a los símbolos de la patria», delito castigado con una pena máxima de un año de prisión. Según los informes, el cargo se le imputó porque había colgado de medio lado una bandera cubana en el balcón de su casa durante una conferencia de prensa celebrada en su propio domicilio el 28 de octubre de 1999. La petición fiscal presentada contra él en febrero del 2000 incluía otros dos cargos: «desórdenes públicos» e «instigación a delinquir».

Excarcelaciones

A varios presos de conciencia les concedieron la libertad condicional.

* Marta Beatriz Roque, Félix Bonne Carcasés y René Gómez Manzano, pertenecientes al llamado «Grupo de los Cuatro», fueron puestos en libertad condicional en mayo. Los cuatro miembros del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna para el Análisis de la Situación Socio-Económica Cubana llevaban bajo custodia desde julio de 1997. En 1999 fueron condenados a penas de entre tres años y medio y cinco años de prisión por el cargo de «sedición», en virtud de las leyes de seguridad del Estado. El cuarto miembro del grupo, Vladimiro Roca Antúnez, continuaba en prisión.

* Orestes Rodríguez Horruitiner, condenado a cuatro años de prisión en 1997 por «propaganda enemiga», quedó en libertad condicional en abril tras cumplir parte de su condena. Fue procesado tras encontrarse en su casa publicaciones que las autoridades consideraban contrarrevolucionarias.

Disidentes recluidos sin juicio

Varios miembros y partidarios de grupos de oposición fueron recluidos sin juicio. Más de 100 fueron detenidos en los días que precedieron al 10 de diciembre y recluidos brevemente.

* Maritza Lugo Fernández, vicepresidenta de la formación política no autorizada Partido Democrático 30 de Noviembre «Frank País», fue detenida el 23 de diciembre de 1999. Tenía previsto participar en una procesión religiosa para celebrar la Navidad, pero fue detenida junto con otras seis personas, las cuales quedaron todas en libertad al cabo de unos días. Maritza Lugo se puso dos veces en huelga de hambre para protestar por su detención y su reclusión sin cargos. Finalmente fue acusada de «desórdenes públicos», pero no fue juzgada. La pusieron en libertad el 1 de junio, más de cinco meses después de su detención. Maritza Lugo Fernández volvió a ser detenida el 15 de diciembre y permanecía recluida al concluir el año.

* Ángel Moya Acosta y los hermanos Guido y Ariel Sigler Amaya, todos ellos miembros del grupo ilegal Movimiento Opción Alternativa, fueron detenidos el 15 de diciembre de 1999 tras haber participado cinco días antes en unas manifestaciones pacíficas celebradas en el pueblo de Pedro Betancourt, provincia de Matanzas, para conmemorar el 51 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Aunque los acusaron de «resistencia», «desórdenes públicos» e «instigación a delinquir», no los juzgaron. Guido Sigler Amaya fue excarcelado y puesto bajo arresto domiciliario en junio, y en julio quedó en libertad. Ariel Sigler Amaya y Ángel Moya Acosta quedaron en libertad el 7 de agosto. Ángel Moya Acosta fue detenido de nuevo en diciembre y condenado a un año de prisión por «desacato» (véase supra).

Pena de muerte

Cuba mantiene la pena de muerte para un gran número de delitos. Al menos ocho personas fueron condenadas a morir fusiladas en el año 2000, y al terminar el año había al menos 20 presos condenados a muerte. La preocupación por la pena capital se veía acrecentada por el hecho de que las autoridades no respetaban sus propias garantías de justicia procesal, especialmente el derecho a contar con una defensa adecuada. A Amnistía Internacional le resulta muy difícil mantener bajo observación la aplicación de la pena de muerte en Cuba, ya que las condenas y las ejecuciones rara vez se hacen públicas. * Jorge Luis Rodríguez Mir, que en todo momento ha afirmado su inocencia, fue condenado a muerte por el asesinato de un policía en noviembre de 1999. Según informes, sufre esquizofrenia y epilepsia y, durante su estancia en prisión, se mutiló las manos de tal manera que tuvieron que amputárselas. Los informes indican que, aunque en el juicio se tomó en consideración su enfermedad, las autoridades decidieron no tenerla en cuenta en el momento de dictar sentencia, lo cual es contrario a las normas internacionales.

* Osmany Brito Cartaya, Alberto Díaz Pérez, Julio Alberto Morales Montero, Morlaix Nodal Pozo, Reidel Rodríguez Reyes y Héctor Santana Vega fueron condenados a muerte en un juicio celebrado en febrero del 2000; en diciembre de 1999 habían participado en un intento de fuga de la Prisión Provincial de Ciego de Ávila en el que murieron cinco guardias penitenciarios. Los seis condenados ejercieron su derecho automático de apelación ante el Tribunal Supremo Popular, que confirmó las condenas, y a continuación sus casos fueron remitidos al Consejo de Estado cubano. Todos ellos permanecían recluidos en la prisión más segura de Cuba, la Prisión Nacional de Régimen Especial, en la provincia de Camagüey.

* Edimir Torres Sifonte fue condenado a muerte el 25 de enero por la violación y asesinato de una joven. En mayó apeló contra su declaración de culpabilidad, pero, según los informes, dicha declaración fue confirmada.

* José Hassán Rojas fue condenado a muerte por asesinato en julio. Al concluir el año aún estaba pendiente su apelación ante el Tribunal Supremo Popular.

Condiciones de reclusión

Según los informes, las condiciones de reclusión seguían siendo deficientes, y en algunos casos constituían trato cruel, inhumano y degradante. Al parecer, muchos presos tenían problemas de salud a causa de la falta de higiene y la deficiente atención médica.

Informes y visitas de Amnistía Internacional

Informes

Cuba: Detenciones breves y hostigamiento de disidentes (Índice AI:AMR 25/004/2000/s)
Cuba: Presos de conciencia. Las nuevas condenas ensombrecen las excarcelaciones (Índice AI: AMR 25/021/2000/s)

Visitas

Amnistía Internacional visitó Cuba por última vez en 1988. Desde entonces, el gobierno no ha respondido a las peticiones de la organización para que se le permita entrar en el país.

Source: Amnesty International, International Secretariat, 1 Easton Street, WC1X 0DW, London, United Kingdom


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