Reporteros Sin
Fronteras. Introducción.
CUBA
Con cuatro periodistas encarcelados, otros cuatro obligados a exilarse,
cincuenta más detenidos, y sesenta y ocho casos de presiones o trabas a
la difusión de información, el régimen cubano está
demostrando que prosigue con su "estrategia de acoso" contra los
periodistas independientes sin dejarles más opciones que el silencio, la
cárcel o el exilio. Entre el discurso del 11 de marzo de 1999 de Tubal Páez,
Presidente de la organización oficial Unión de Periodistas y
Escritores de Cuba (UPEC), y el pronunciado por Fidel Castro el 1º de
noviembre, le vocabulario del régimen no ha cambiado. Los que no
pertenecen a la prensa oficial son "contrarrevolucionarios" y "mercenarios
del imperialismo norteamericano".
A finales de febrero de 1999 se disiparon por completo las esperanzas de
apertura suscitadas por la visita del Papa de enero de 1998, a la que había
seguido un periodo de tolerancia relativa. En efecto, en el espacio de quince días,
los cuatro disidentes más conocidos de la isla fueron juzgados y
condenados en quince días, a pesar de las protestas de la comunidad
internacional, y entró en vigor la nueva Ley 88 sobre "la protección
de la independencia nacional y de la economía de cuba", que reprime
con mayor rigor la difusión de "algunas informaciones".
No obstante, la prensa independiente se ha desarrollado más. Hoy en día,
hay unos cien periodistas agrupados en diez agencias de prensa aproximadamente.
Sus informaciones se difunden en radios o sitios de Internet administrados por
la comunidad cubana exilada en los Estados Unidos y sus artículos se
reproducen a veces en la prensa internacional. Junto con la prensa
independiente, la prensa católica se mantiene. En efecto, en el conjunto
de la isla hay entre veinticinco y treinta revistas católicas de difusión
local y regional en su mayoría.
Con motivo de la Cumbre Iberoamericana celebrada en La Habana del 15 al 16
de noviembre 1999, las delegaciones de nueve Estados de los veinte participantes
pudieron entrevistarse con oponentes al régimen y con periodistas
independientes, brindándoles así un reconocimiento internacional
inédito hasta entonces. El fundador y director de la agencia Cuba Press,
Raúl Rivero, fue recibido por los Jefes de Gobierno de España y
Portugal, José María Aznar y Antonio Guterres. No obstante, como
sus esperanzas se vieron frustradas después de la visita del Papa, los
periodistas ya están escarmentados y temen que el régimen vuelva a
empezar con la represión cuando la atención de la opinión
internacional deje de centrarse en Cuba.
Periodistas encarcelados
El 1º de enero de 2000, había cuatro periodistas encarcelados en
Cuba.
A Bernardo Arévalo Padrón, fundador de la agencia
independiente Línea Sur Press de la localidad de Aguada de Pasajeros, le
fue confirmada el 28 de noviembre de 1997 por el Tribunal Popular Regional de
Cienfuegos la pena de seis años de cárcel que se le había
impuesto por "injurias" al Presidente del Consejo de Estado, Fidel
Castro, y al Vicepresidente Carlos Lage. En una entrevista concedida a una radio
de Miami, el periodista había calificado de "mentirosos" a
ambos. El 15 de mayo de 1999, Bernardo Arévalo Padrón fue
trasladado al centro de trabajo "Medios Propios" de la provincia de
Cienfuegos. Después de su condena había estado encarcelado en la
prisión de Ariza, donde dos funcionarios de la prisión le
propinaron una paliza el 11 de abril de 1998. El 28 de diciembre de ese mismo año,
en una carta enviada a Fidel Castro, el periodista había reiterado su
demanda de permiso para salir del territorio cubano y exilarse en España.
Al parecer, Bernardo Arévalo Padrón padece de trastornos de
memoria y vista y no recibe la asistencia médica necesaria. Asimismo, se
le niega toda asistencia de índole religiosa.
Manuel Antonio González, corresponsal de la agencia de prensa
independiente Cuba Press en la localidad de Holguín (parte oriental de la
isla), y Leonardo Varona González de la agencia Santiago Press fueron
condenados el 6 de mayo de 1999 a treinta y uno y dieciséis meses de cárcel
respectivamente por "injurias" a Fidel Castro. Manuel Antonio González
fue detenido el 1º de octubre de 1998 por un altercado provocado por la
policía en el que había proclamado que Fidel Castro era
personalmente responsable del acoso al que se le sometía. Su sobrino,
Leonardo Varona González, fue detenido al día siguiente por haber
protestado contra la detención de su tío escribiendo "Abajo
Fidel!" en las paredes del domicilio familiar. El 30 de junio de 1999,
Manuel Antonio González y Leonardo Varona González fueron
trasladados desde la cárcel provincial de Holguín a la prisión
de "máximo rigor" de esta misma localidad. Ambos padecen de
dolencias respiratorias sin que se les dispense la asistencia médica
necesaria.
Jesús Joel Díaz Hernández, corresponsal de la
Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes (CAPI) de Morón
(Provincia de Ciego de Avila), fue detenido el 18 de enero de 1999 y al día
siguiente se le condenó a cuatro años de prisión por "peligrosidad
social". A tenor de lo dispuesto en el Artículo 72 del Código
Penal, su conducta está "en contradicción obvia con las
normas de la moral socialista". El tribunal de apelación le confirmó
esta pena a pesar de la huelga de hambre de once días que hizo para
protestar contra su detención. El 18 de mayo, un funcionario de la cárcel
informó a su padre que a Jesús se le podía volver a
procesar porque se habían descubierto en su celda artículos en los
que criticaba al régimen. Las autoridades han restringido en varias
ocasiones las visitas de su familia. En julio y noviembre, hizo dos huelgas de
hambre más papa protestar contra su condena y reclamar la liberación
de los presos políticos. Sus condiciones de detención son
especialmente deficientes. En efecto, en la cárcel se han registrado
cincuenta casos de tuberculosis y tan sólo en la galería donde se
encuentra su celda hay por lo menos dieciséis reclusos que padecen esta
enfermedad. El periodista está muy expuesto a un contagio porque las
huelgas de hambre le han debilitado y tiene diarreas agudas.
En 1999, se puso en libertad a un periodista.
El 4 de enero de 1999 se puso en libertad a Lorenzo Páez Núñez,
corresponsal en Artemisa de la Oficina de Prensa Independiente de Cuba (OPIC).
Había sido detenido el 10 de julio de 1997 y al día siguiente se
le condenó a dieciocho meses de cárcel por "injurias" a
la policía nacional y por "difamación". Se le acusaba de
haber difundido una información "falsa" sobre un enfrentamiento
entre policías y un grupo de jóvenes. En agosto de 1998 fue
trasladado a la prisión de máximo rigor "Km. 5,5" de la
provincia de Pinar del Río, situada a más de cien kilómetros
de su domicilio. El 4 de mayo de 1999, es decir, a los cuatro meses justos de su
puesta en libertad, Lorenzo Páez Núñez, que trabaja
actualmente para la Agencia Nueva Prensa (ANP), fue convocado de nuevo a la
oficina del fiscal de Artemisa, en donde se le hizo una "amonestación"
por haber intervenido en radios extranjeras.
Varios periodistas fueron detenidos durante más de cuarenta y ocho
horas en 1999.
Del 22 al 27 de enero de 1999 fueron detenidos cinco periodistas que se
disponían a cubrir manifestaciones organizadas por asociaciones de
defensa de los derechos humanos no autorizadas. Nancy Sotolongo de la agencia
Unión de Periodistas y Escritores de Cuba Independientes (UPECI) fue
detenida durante ocho días; y otros dos periodistas de la mima agencia,
Santiago Martínez Trujillo y María de los Angeles González,
fueron encarcelados durante cinco y cuatro días respectivamente. Por último,
Pedro Argüelles Morán de Cuba Press, y Angel Pablo Polanco de la
Cooperativa de Periodistas Independientes (CPI) pasaron en el calabozo tres y
cinco días respectivamente.
El 1º de octubre, la policía de seguridad del Estado detuvo
durante tres días a Jesús Zúñiga de la agencia CPI
por sospechar que colaboraba con una organización cubana de exilados en
Miami. Durante los interrogatorios se le previno que sus actividades de
periodista pueden ser sancionadas en virtud de e la Ley 88.
El 10 noviembre, fue detenido Angel Pablo Polanco, director de la nueva
agencia Noticuba. Fue puesto en libertad tan sólo diez días más
tarde. al día siguiente de la clausura de la Cumbre Iberoamericana
celebrada en La Habana los días 15 y 16 de noviembre. Fue la quinta
detención en 1999 de este periodista que se ha dado a conocer por sus
reportajes sobre las manifestaciones de las organizaciones civiles no
reconocidas por las autoridades. El 24 de mayo, Ángel Pablo Polanco fue
agredido por dos individuos; según el periodista, se trataba de una
intimidación de los agentes de la seguridad del Estado para disuadirle de
que prosiguiera sus actividades.
Periodistas detenidos
Del 26 de febrero al 2 de marzo de 1999, cuando se celebraba el proceso de
los disidentes del "Grupo de los Cuatro", fueron detenidos diecisiete
periodistas pertenecientes a diez agencias de prensa independientes y otros
veinte fueron objeto de arrestos domiciliarios. Los disidentes, que eran
juzgados por "sedición", habían firmado un documento en
el que reclamaban una transición democrática del régimen.
El 12 de agosto, Oswaldo de Céspedes de la Cooperativa de Periodistas
Independientes (CPI) fue detenido por agentes de la seguridad del Estado cuando
se disponía a intervenir en el programa de una radio ubicada en Miami.
Fue liberado después de cinco horas de interrogatorios y los policías
le previnieron que se le podría juzgar por "propaganda hostil"
si no ponía un término a sus actividades periodísticas. En
1999, a este periodista ya se le había detenido y amenazado con
diligencias judiciales otras dos veces más.
El 14 de noviembre, Santiago Santana, director de la Agencia de Prensa Libre
Oriental (APLO) de Santiago de Cuba (Provincia de Oriente), fue detenido en vísperas
de la celebración de la Cumbre Iberoamericana de La Habana. Era la cuarta
vez que se le interrogaba desde principios de 1999. En tres ocasiones más,
la policía le había convocado o abordado para confiscarle su
material de trabajo o amenazarle con diligencias judiciales por "usurpación
de profesión" y ejercicio del periodismo sin autorización. En
vísperas de la cumbre de La Habana, fueron detenidos otros siete
periodistas pertenecientes a seis agencias de prensa independientes; dos de
ellos fueron arrestados en dos ocasiones y a otros se les impusieron arrestos
domiciliarios.
El 10 de diciembre, día de la víspera de una manifestación
organizada por una asociación política de disidentes, fue detenida
por la policía Mary Miranda de la agencia Cuba Press. Antes de ser puesta
en libertad al día siguiente, la periodista fue golpeada en varias
ocasiones.
El 16 y el 17 de diciembre, en vísperas de una manifestación
organizada por disidentes, fueron detenidos seis periodistas, entre los cuales
estaban Juan González Febles y Adela Soto Alvarez de la agencia ANP; María
del Carmen Carro de la agencia Havana Press y Gustavo Carrero, de Noticuba.
También se detuvo a Alberto Arceo de Cuba Press, al que se le decomisaron
un aparato fotográfico y una cámara cinematográfica. Todos
ellos fueron puestos en libertad algunas horas más tarde. José
Antonio Fornariz de la agencia Cuba Verdad, Alida Viso Bello y Miguel Varga Martínez
de Cuba Press figuraban entre los nueve periodistas a los que se impuso arresto
domiciliario en esta ocasión.
El 22 de diciembre, Omar Rodríguez Saludes, subdirector de la agencia
ANP, fue arrestado por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) cuando
entrevistaba a algunos peatones en la plaza de la catedral de La Habana. El
periodista fue puesto en libertad tan sólo seis horas más tarde,
después de que los policías le confiscaran dos cámaras
fotográficas y un magnetófono y le amenazaran con que se le iban a
imponer penas de cárcel muy rigurosas.
El 25 de diciembre, Ohalis Victores de Cuba Voz y Carmelo Díaz de la
Agencia de Prensa Sindical Independiente de Cuba (APSIC) fueron detenidos y
puestos en libertad algunas horas después. Ese mismo día se le
impuso un arresto domiciliario a José Miguel Feliú de la CPI y a
otro periodista más. Estas medidas tenían por objetivo impedir a
todos estos periodistas la cobertura de una manifestación religiosa que
estaba previsto celebrar en La Habana.
Periodistas agredidos
El 1º de octubre de 1999, unos desconocidos apedrearon el domicilio de
Jesús Labrador Arias, corresponsal de la agencia Cuba Press en Manzanillo
(sudeste de la isla). Un "incidente" de este tipo ya se había
producido en 1997 y 1998. Desde principios de 1999, el periodista fue detenido a
arrestado a domicilio en dos ocasiones para impedirle que cubriera
acontecimientos que se consideraban "delicados". Desde diciembre de
1998 Labrador está sin documentos de identidad, que le fueron incautados
por las autoridades con miras a obstaculizar sus desplazamientos.
El 21 de octubre, otras personas desconocidas lapidaron la casa de Adalberto
Yero, corresponsal de Cuba Press en Santiago de Cuba (Provincia de Oriente). La
policía se negó a intervenir a pesar de que el periodista se lo
pidió. Ya había sido objeto de agresiones similares el 7 de mayo y
el 17 de julio de 1999. El periodista acusa de la autoría de estas
agresiones al Comité de Defensa de la Revolución (CDR) encargado
oficialmente de la vigilancia de su barrio.
Periodistas amenazados
El 21 de febrero de 1999, Ricardo González de Cuba Press recibió
varias llamadas telefónicas anónimas en las que se le amenazaba
con agredirle físicamente si proseguía ejerciendo su labor de
periodista.
El 30 de abril, los vecinos de Aurora García del Busto de la agencia
de prensa Grupo de Trabajo Decoro la amenazaron con golpearla y la trataron de "contrarrevolucionaria".
En 1996, la periodista se había visto obligada a mudarse de casa por
insultos y amenazas similares.
Presiones y trabas
El 13 de enero de 1999, Nancy Sotolongo de la agencia UPECI fue "invitada"
por agentes de la Seguridad del Estado a poner un término a sus
actividades, cuando se disponía a cubrir una manifestación
organizada por una asociación de defensa de los derechos humanos no
reconocida por las autoridades.
El 15 de enero, el corresponsal de Cuba Press en Ciego de Avila, Pedro Argüelles
Morán, fue convocado por la Policía Nacional Revo-lucionaria (PNR)
y "amonestado" por no trabajar para el Estado.
El 4 de febrero, el municipio de Santiago de Cuba (Provincia de Oriente)
ordenó que fuera expulsada de su vivienda Margarita Yero, corresponsal de
la agencia Cuba Press en esa ciudad. La periodista se negó a obedecer
esta orden y fue apoyada por sus vecinos, a los que anteriormente se había
tratado de intimidar en vano.
El 18 de febrero, Isabel Rey Rodríguez, corresponsal de la agencia
Cuba Press en Villa Clara (centro de la isla), fue amenazada por policías
y se le advirtió que sus actividades eran ilegales y podían ser
sancionadas en virtud de la Ley 88, que prevé penas de hasta veinte años
de cárcel para toda persona que difunda informaciones con destino a los
Estados Unidos para "perjudicar al estado cubano".
El 26 de febrero, Félix Perera González, dirigente de una
organización civil no autorizada por el Estado, fue detenido durante tres
días. Se le acusaba de haber permitido a periodistas de la agencia BPIC
que utilizasen su línea telefónica.
El 15 de marzo, la Gaceta Oficial del estado cubano publicó la Ley 88
sobre "protección de la independencia nacional y la economía
de Cuba". En esta ley, que había sido votada el 16 de febrero de
1999 por la Asamblea Nacional del Poder Popular, se prevén penas de hasta
veinte años de cárcel para toda persona que sea reconocida
culpable de servir los intereses de los Estados Unidos contra Cuba. También
sanciona a los que difundan informaciones perjudiciales para los "intereses
fundamentales" de Cuba o se pongan en contacto con medios de comunicación
extranjeros, así como a cuantos posean, reproduzcan o difundan documentos
de índole "subversiva".
El 20 de marzo, Claudia Márquez Linares de la agencia Grupo de
Trabajo Decoro fue convocada por la seguridad del Estado. Durante el
interrogatorio, el encargado de reprimir a la prensa independiente, un agente
apodado "Aramis", la presionó para obligarla a dejar sus
actividades periodísticas..
El 8 de abril, a la suegra de José Luis Rodríguez Jiménez
de la agencia BPIC se la amenazó con la expulsión del Partido
Comunista y la pérdida de su empleo, si no ejercía presiones sobre
su yerno para que dejase sus actividades de periodista. A la esposa de José
Luis ya se la ha sancionado en el plano profesional.
El 5 de mayo, un agente del Ministerio del Interior se presentó en
casa de Marvin Hernández, corresponsal de la agencia Cuba Press en
Palmira. La periodista ha sido acusada de "enriquecimiento ilícito"
porque el Estado pone en duda la procedencia legal de los materiales de
construcción con los que ha edificado su casa.
En mayo, Magdelivia Hidalgo y Mary Domínguez de la agencia Libertad
de Las Tunas (al este de la isla) fueron objeto de numerosas presiones, llamadas
anónimas e interrogatorios policiales. El 16 de febrero de 1999, la madre
de Magdelivia Hidalgo recibió varias llamadas telefónicas en las
que se le amenazó con el corte de su línea telefónica y la
incoación de diligencias judiciales contra ella misma, si su hija no ponía
un término a su labor periodística.
El 26 de mayo, en el transcurso de un interrogatorio, los agentes de la
seguridad del Estado advirtieron a Hirán González, corresponsal de
Cuba Press en Aguada de Pasajeros (centro de la isla), que sus actividades
estaban sancionadas por la Ley 88 y le hicieron objeto de una "amonestación"
por no trabajar para el estado cubano. El 18 de enero de 1999 ya se le había
amenazado con encarcelarlo si persistía en difundir informaciones a través
de una radio ubicada en Miami.
El 26 de mayo, Luis Alberto Lazo Borregos de la agencia Nueva Prensa Cubana
de la localidad de Artemisa (Provincia de La Habana), fue convocado a la oficina
del fiscal donde se le hizo una "amonestación". Al periodista
se le advirtió que disponía de un mes para encontrar un empleo "legal",
sin no quería que se le juzgase por "peligrosidad social".
El 26 de mayo, María de los Angeles González, directora de la
UPECI, declaró que los servicios policiales habían cortado el 10
de mayo la línea telefónica utilizada por su agencia para
transmitir información. En enero de 1999, se detuvo a esta periodista en
dos ocasiones, cuando se disponía a cubrir manifestaciones organizadas
por asociaciones de defensa de los derechos humanos no reconocidas por las
autoridades.
El 9 de junio, Juan Carlos Recio Martínez, corresponsal de la agencia
de prensa independiente Cuba Press en Villa Clara, fue liberado de sus
obligaciones penales. A este periodista se le había impuesto el 13 de
febrero de 1998 una "pena de trabajo correccional de un año, sin
reclusión," por "actividades contrarias a la seguridad del
estado". Esta pena le fue confirmada durante el juicio de apelación,
a principios de junio de 1998. Se le acusaba de no haber denunciado a las
autoridades la existencia de un pasquín que pedía a los cubanos
abstenerse de votar en las elecciones locales de octubre de 1997.
El 20 de junio, dos agentes de la seguridad del Estado se ?apostaron ante el
domicilio de Mario Viera González de la agencia Cuba Verdad. Al mismo
tiempo, Amarilys Cortina Rey de la misma agencia recibió la visita de
agentes de la seguridad del Estado que le "recomendaron" no ir a la
manifestación organizada por la Iglesia Evangelista.
El 19 de agosto, llegó a los Estados Unidos la periodista Odalys
Curbelo de la agencia Cuba Press. Optó finalmente por el exilio, después
de haber sido detenida cuatro veces en Cuba en el transcurso de los dos últimos
años. En su última detención ocurrida el 13 de enero de
1999, los policías que la interrogaron la "aconsejaron" una vez
más que dejara sus actividades. Antes de trabajar en la oficina habanera
de Cuba Press, Odalys Curbelo había sido corresponsal de esta agencia de
prensa en Pinar del Río.
Le 23 de agosto, Berta Mexidor Vázquez, directora de la agencia de
prensa Libertad de Las Tunas (este de la isla), se tuvo que instalar con toda su
familia en casa de unos amigos porque los servicios municipales de la vivienda
la expulsaron de su domicilio a la fuerza. La administración cubana
estima que las actividades de esta periodista y las de su marido, Humberto Colas
colaborador de Cuba Press, no les dan derecho a ocupar una vivienda del Estado.
Durante la expulsión, les fueron incautados documentos de la agencia. En
mayo de 1999. dos agentes de la seguridad del Estado se habían presentado
en el domicilio de ambos periodistas para señalarles que sus actividades
eran ilegales.
El 25 de agosto, a Alina Ramírez de la agencia Santiago Press le
cortaron el teléfono durante dos días, cuando se disponía a
intervenir en el programa de una radio ubicada en Miami.
Entre el 26 de agosto y el 16 de septiembre, salieron de Cuba Efrén
Martínez Pulgaron de la agencia Cuba Press, Luis López Prendes, ex
director de la agencia BPIC, y Juan Antonio Sánchez de la agencia Cuba
Press. Los tres se vieron obligados a exilarse después de las múltiples
presiones ejercidas por las autoridades.
El 15 de septiembre, la mujer de Juan Carlos González Leyva de la
agencia CAPI fue interrogada por dos funcionarios pertenecientes a la seguridad
del Estado y los servicios de información. Durante el interrogatorio,
advirtieron a la esposa del periodista que su marido "había
transgredido los límites permitidos" y la justicia podía de
un momento a otro acusarle de ser "agente de la CIA". Durante varias
semanas del mes de marzo de 1999, Juan Carlos González Leyva fue objeto
de un acoso telefónico continuo.
El 7 de diciembre, Marilyn Lahera, colaboradora de la agencia Cuba Press de
Santiago de Cuba, fue amenazada por dos agentes de la seguridad del Estado.
Estos le recordaron que ya se le habían hecho tres "amonestaciones"
y que sus actividades podían ser sancionadas con una pena de diez a
quince años de cárcel, en virtud de las disposiciones de la Ley
88.
El 10 de febrero de 1999, un policía se incautó de la antena
de televisión de Eduardo García Irigoyen so pretexto de que
pertenecía a un modelo que permitía captar los canales de televisión
"anticubanos". En efecto, en noviembre de 1998 el gobierno cubano había
decidido suspender las retransmisiones de los canales de televisión
extranjeros destinadas a los turistas, porque eran captadas clandestinamente por
un número de cubanos cada vez mayor. A los infractores se les puede
imponer una multa de 1.500 pesos (75 euros).
El 23 de septiembre, a Raúl Rivero, fundador y director de la agencia
de prensa independiente Cuba Press, se le denegó la visa para viajar
fuera del territorio cubano. El periodista había sido invitado a Nueva
York para recibir un premio otorgado por la Universidad de Columbia. Esta es la
cuarta vez consecutiva que se le deniega una visa al fundador de la agencia Cuba
Press. Las autoridades cubanas sólo están dispuestas a conceder a
Raúl Rivero una visa de "salida definitiva" del territorio
cubano, a lo cual éste se niega en redondo. En 1999, Raúl Rivero
fue detenido en dos ocasiones y se le advirtió que iba a ser el primero
al que se aplicase la famosa Ley 88.
El 28 de octubre, a Edwin Koopman de Radio Nederland se le denegó la
visa para cubrir la visita del Secretario de Estado de los Países Bajos
para el Comercio Exterior. No se proporcionó ninguna explicación
de esta negativa. Anteriormente, el 28 de enero de 1999, este periodista holandés
había sido expulsado de Cuba por las autoridades que le acusaron de "haber
hecho entrega de una cantidad de dinero a un grupo contrarrevolucionario" y
le advirtieron que un futuro viaje suyo a la isla dependería de "su
actitud". En sus anteriores viajes a la isla, Edwin Koopman había
tratado en sus artículos cuestiones como la del turismo sexual o la
carencia de libertad religiosa.
|