Tendencias
del Terrorismo Mundial 2003
(CUBA)
Departamento
de Estado de Estados Unidos, 29 de
abril de 2004.
Para
el informe completo.
Cuba
Cuba siguió opuesta
a que la coalición encabezada por
Estados Unidos prosiga la guerra mundial
contra el terrorismo y condenó
activamente en 2003 muchas de las políticas
y acciones estadounidenses asociadas con
la misma. La prensa controlada por el
gobierno, al informar acerca de las operaciones
militares dirigidas por Estados Unidos
en Iraq y Afganistán, criticó
constantemente a Estados Unidos y frecuentemente
y sin fundamento alegó que Estados
Unidos estaba involucrado en violaciones
de derechos humanos. La propaganda gubernamental
afirmó que quienes combatían
en favor de la autodeterminación
o contra la ocupación extranjera
lo hacían ejerciendo derechos reconocidos
internacionalmente y que no podían
ser acusados de terrorismo. El delegado
de Cuba a la ONU afirmó que no
se puede definir el terrorismo como tal
cuando incluye actos realizados por legítimos
movimientos de liberación nacional
- aunque muchos de estos grupos claramente
emplean tácticas que intencionalmente
atacan a civiles inocentes para promover
sus programas políticos, religiosos
o sociales. Refiriéndose a la política
estadounidense hacia Cuba, el delegado
afirmó que los "atentados
de parte de los estados para desestabilizar
a otros estados es una forma de terrorismo".
El gobierno de Cuba no extraditó
ni reclamó la extradición
de presuntos terroristas en 2003. Cuba
continuó apoyando a organizaciones
extranjeras designadas como terroristas
y fue anfitrión de varios terroristas
y de docenas de fugitivos de la justicia
estadounidense. El gobierno se niega a
extraditar a presuntos terroristas alegando
que el gobierno receptor no puede garantizar
un juicio justo dado que los cargos contra
el acusado son "políticos".
Cuba ha utilizado públicamente
este argumento con respecto a varios fugitivos
de la justicia estadounidense, entre ellos
Joanne Chesimard, requerida por el asesinato
de un policía del estado de Nueva
Jersey en 1973. La Habana permitió
a veinte miembros de ETA residir en Cuba
y proporcionó un cierto grado de
refugio y apoyo a miembros del FARC y
del ELN. Bogotá estuvo enterado
del arreglo y aparentemente lo aceptó;
indicó públicamente que
buscaba la continua mediación de
Cuba con los agentes del ELN en Cuba.
Una declaración emitida por el
ministerio de Relaciones Exteriores cubano
en mayo de 2003 sostuvo que la presencia
de miembros de ETA en Cuba surgió
de una solicitud de ayuda hecha por España
y Panamá y que el asunto era una
cuestión bilateral entre Cuba y
España. La declaración defendió
también la ayuda a las FARC y al
ELN como una contribución a una
solución negociada en Colombia.
Docenas de fugitivos de
la justicia estadounidense han encontrado
refugio en la isla. En algunos casos,
el gobierno cubano ha entregado a las
autoridades norteamericanas fugitivos
de la justicia estadounidense. La característica
sobresaliente del comportamiento de Cuba
en este terreno es, sin embargo, su negativa
de entregar a la justicia estadounidense
cualquier fugitivo cuyo crimen a juicio
de Cuba es "político".
Con respecto al terrorismo
interno, el gobierno ejecutó en
abril de 2003 a tres cubanos que habían
intentado secuestrar una barcaza y llevarla
hacia Estados Unidos. Los tres fueron
ejecutados según la "Ley contra
atentados de terrorismo" promulgada
por Cuba en 2001.
Cuba se adhirió
en 2001 a las doce convenciones y protocolos
internacionales relacionados con el terrorismo.
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(Traducción
extraoficial distribuída por la
Oficina de Programas de Información
Internacional del Departamento de Estado
de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/espanol)