Abril 3, 1998

Partido Solidaridad Democratica

DOCUMENTO


Programa

Nuestra Organización

El Partido Solidaridad Democrática se fundó el 10 de diciembre de 1993, como resultado de un esfuerzo unitario de 41 grupos opositores, incluidas organizaciones del interior y se extendió rápidamente por toda la isla. En la actualidad tenemos delegaciones en casi todas las provincias, desde Pinar del Río hasta Guantánamo. Nuestra estructura está constituída por un Consejo Nacional compuesto por un Ejecutivo Nacional de 25 miembros, que incluye a los delegados provinciales y representantes en el exterior. La totalidad del Consejo Nacional incluye a los delegados de municipios y barrios importantes y otros opositores destacados.

Objetivos principales del Partido Solidaridad Democrática

1. Reconocer como ley fundamental de la República de Cuba la constitución aprobada y proclamada en el año de 1940, no desestimando la posible convocatoria a una convención que proponga enmiendas a esa constitución. Una vez que el período de transición evidencie que la democracia ha alcanzado adecuados niveles de consolidación e irreversibilidad y que las enmiendas constitucionales no afecten en modo alguno sus postulados originales.

2. Aplicando métodos de lucha pácifica no violenta, alcanzar un estado de derecho democrático donde se garanticen la instauración de la democracia y el respeto por los derechos humanos, que han sido los objetivos primordiales por los que han luchado todas las generaciones de patriotas que nos han precedido y siguen siendo nuestras metas de hoy.

3. Posibilitar la reunificación de la familia cubana.

4. Promover el desarrollo económico sostenible. Por "sostenible" entendemos un desarrollo integral y armónico con libertad de mercado e inversiones, pero que tenga en cuenta la justicia social, el equilibrio ecológico, la cultura y el arte para la elevación del nivel de vida material y espiritual del hombre, objeto y fin del desarrollo.

5. Reinsertar a Cuba en la comunidad internacional.


Para la etapa actual, en que nuestro partido tiene que desenvolverse en condiciones de ilegalidad, nos proponemos asimismo los siguientes objetivos:

6. Exigir que se cumpla la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la cual Cuba es signataria, y en particular luchar por una amnistía para todos los presos políticos; una modificación del código penal, el reconocimiento de la oposición pacífica y la celebración de elecciones libres.

7. Promover la unidad de todas las fuerzas que luchan por la democracia en Cuba (organizaciones de defensa de los derechos humanos, partidos opositores, organizaciones humanitarias y asociaciones sindicales y profesionales independientes dentro y fuera del país).

8. Promover la creación y el desarrollo de la sociedad civil.

9. Fomentar las relaciones con O.N.G. y partidos políticos fuera de Cuba con ideas afines a las nuestras.

10. Atender a los presos políticos y sus familiares.

Situación que encontrará el nuevo gobierno:


Por pacífica y ordenada que sea la transición de Cuba a la democracia, la situación que encontrará el nuevo gobierno será catastrófica, tanto desde el punto de vista material como espiritual. Ello supone un plan emergente para revitalizar toda la infraestructura actual y construir nuevas obras públicas, empleando capitales privados y públicos y acometer la gran tarea de detener el deterioro material, espiritual, mora, en fin, humano, de nuestro pueblo. Somos partidarios de aplicar una política laboral en materia de inversiones e iniciativa empresarial y propiciar la libre circulación de personas, bienes y servicios públicos, pero y sobre todo los primeros momentos, poner en práctica un ingente programa social para atender los graves problemas sociales. En primer lugar para impedir que las personas se mueran de hambre o de enfermedades curables, coadyuvar el ingreso al país de ayuda humanitaria y participar en su distribución, apoyando a entidades religiosas y filantrópicas y entregar una pequeña suma mensual (en calidad de préstamo) a las familias y personas sin medios de subsistencia.


Hacia una economía de mercado:

En lo económico, posibilitar la liberación de la iniciativa creadora del pueblo cubano, derogando todas aquellas leyes que impiden la libre comercialización de los productos y la fuerza de trabajo; favorecer el surgimiento de la pequeña y mediana empresa mediante un programa de créditos bancarios y capacitación de la fuerza de trabajo; facilitar las inversiones de capital, especialmente de la comunidad cubana en el exilio y extranjeros en aquellos sectores que más convengan a la economía cubana; devolver las propiedades confiscadas y no pagadas a ciudadanos cubanos y extranjeros o compensar en casos excepcionales si no es posible la devolución, teniendo en cuenta las necesidades concretas del país (paso este primordial para llevar al país a un estado de derecho, donde el derecho a la propieded sea una pieza clave). Deber;a crearse una comisión que analice caso por caso para que ordenadamente se restituya el derecho a cada afectado, sin afectar el derecho de los actuales usufructuarios. Especialmente sensible es el caso de la vivienda. En tal sentido, prohibir el desalojo de familias que están viviendo desde tiempo atrás en casas confiscadas y no pagadas a sus legítimos dueños. Siendo Cuba un país esencialmente agrícola, y siendo la tierra nuestra principal riqueza, y al mismo tiempo un recurso limitado, somos partidarios de poner límites a su tendencia para evitar el minifundio y el latifundio; propiciar el surgimiento y desarrollo de la pequeña y mediana propiedad de la tierra. No devolver las tierras cuyos legítimos dueños no puedan ponerlas en producción, sino compensar a dichos dueños y vender esas tierras a campesinos sin tierras que puedan hacerlas producir, otorgando créditos a dichos campesinos para que puedan pagar las tierras que adquieran y crear una comisión que analice los casos de otorgamiento y confiscación de tierras para reparar injusticias.

Asimismo aplicar un programa de privatización de todas las empresas estatales e incluso de algunos servicios públicos si se considera conveniente, que podrían pasar a manos privadas pero siempre conservando su carácter gratuito. Al privat izar las empresas estatales ponerlas en subasta, primero para los ciudadanos cubanos y después para los extranjeros, reservando siempre una parte de las acciones para que puedan adquirirlas los trabajadores en condiciones ventajosas. Esto incluye los medios de transporte, la flota pesquera y las instalaciones portuarias. Al devolver lo confiscado, si las propiedades han sido objetos de modificaciones, entonces el gobierno será parte de la nueva empresa y podrá subastar sus acciones.

En lo social reparar todas las escuelas del país y construir las que fueran necesarias y dotarlas de medios para la enseñanza; revisar todos los programas docentes, despolitizarlos y adecuarlos a la nueva realidad, de modo que se garantice la correcta formación de los educandos; crear un programa de becas para beneficiar a los alumnos excepcionalmente destacados y a aquellos que no puedan costearse los estudios superiores; mantener la enseñanza obligatoria y gratuita hasta el 9º grado; cobrar un precio módico por la matrícula en la enseñanza pública a partir del pre-universitario; posibilitar el surgimiento de escuelas privadas a todos los niveles y garantizar, mediante un cuerpo de inspectores, que sus contenidos se ajusten a la práctica internacional y restaurar la autonomía universitaria. Reparar todos los hospitales, policlínicos y consultorios del país, construir nuevos si fueran necesarios y dotarlos de todos los medios para que garanticen una correcta atención médica a la ciudadanía; posibilitar el surgimiento de hospitales, clínicas y consultorios privados y garantizar que los servicios que prestan y los precios que cobren se ajusten a la práctica internacional.

Garantizar que las obras de infraestructura social no se queden detrás de las construcciones encaminadas al turismo, la industria y la agricultura por importantes que sean; aplicar una política fiscal que favorezca la inversión de capital; eximir de impuestos a todos los negocios pequeños y medianos de nueva creación por un año y hasta tanto se establezcan y existan en el país las condiciones idóneas para su desarrollo. Tomar medidas encaminadas a reparar el daño ecológico y a impedir nuevos daños; prohibir la tala de árboles y la caza y la pesca de especies en peligro de extinción; aplicar un plan emergente de repoblación forestal y de atención a especies endémicas; adecuar el riego no a las necesidades de la agricultura, sino a la disponibilidad de agua en el manto freático; aplicar un programa de desalinización

Mantener un estricto control financiero sobre los recursos estatales y garantizar que no exista corrupción; exigir la absoluta probidad de todos los funcionarios públicos; crear cursos emergentes para los funcionarios públicos y promulgar leyes que castiguen duramente la corrupción, el soborno, el cohecho, la malversación y el abuso de poder.Retirar todo tipo de apoyo estatal a las instituciones que atentan contra los derechos humanos del pueblo cubano; garantizar absoluta libertad a los medios de información y de creación artística y libertad de asociación y sindicalización. Abolir el servicio militar obligatorio y despolitizar y reducir al mínimo las fuerzas armadas y convertirlas en un intrumento eficaz y profesional que proteja nuestra nación y defienda la nueva constitución; aplicar un programa emergente de instrucción y perfeccionamiento de la policía nacional para que garantice el orden público y la tranquilidad ciudadana. Humanizar el sistema de penitenciarias y revisar las causas de los presos comunes.

Mantener buenas relaciones con todos los países y defender la paz y la seguridad internacionales; integrarse a los bloques económicos regionales.

Formar un estado laico de régimen presidencialista, con independencia de poderes y elecciones cada cuatro años, donde el poder esté descentralizado y resida verdaderamente en las instancias menores (provinciales, municipales y de barrios) de modo que las decisiones se tomen lo más cerca posible de los afectados.

En resumen, no somos un partido de izquierda; no somos socialistas ni socialdemócratas. Somos un partido de centro-derecha de corte liberal que aspira a una república en que la mejor opción para el ciudadano sea una vida de trabajo decente y se ayude al pobre sin paternalismos, dando al rico las garantías para que invierta con confianza.

Comité Ejecutivo Nacional

Partido Solidaridad Democrática




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