Panadería rota

LA HABANA, Cuba, 19 de junio (Frank Correa / www.cubanet.org) - Desde que se instalaron los hornos eléctricos en las panaderías de la capital, las interrupciones por roturas se suceden con una frecuencia asombrosa. 

Cuando existían los hornos de ladrillos refractarios, casi nuca la población sufría afectaciones. La calidad del pan era mala, pero había pan, y a veces galletas. Hoy, la endeble tecnología de los hornos a base de electricidad, asumida supuestamente para ahorrar energía, dentro de la llamada revolución energética emprendida hace unos años por orden de Fidel Castro, ha demostrado que fue peor el remedio que la enfermedad.

En Jaimanitas hace más de un mes que la población tiene que esperar a que traigan el pan  de otro municipio que tenga producción excedente. Las colas gigantes han vuelto a la escena y casi nuca alcanza el pan. Según palabras de Matos, el dependiente de la panadería “esto se arreglará cuando Dios quiera”.