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Ojo por ojo

Carlos Ríos Otero

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Las siglas son práctica común. Se expandieron e impusieron sus marcas. Son literalmente, rúbricas. Ejemplos: Asociación Americana del Rifle (RAA), General Motor (GM), Agencia Aeronáutica Espacial (NASA). También tenebrosas policías políticas tienen sus siglas: DINA, STASI, KGB, DSE-G2.

Sin embargo, los pueblos también crean siglas como mecanismos para mofarse del Gobierno y, sobre todo de las dictaduras. Cuba es un ejemplo en pleno siglo XXI. 
Quienes deciden abandonar la Isla por razones políticas son identificados por el Gobierno como contrarrevolucionarios. Inmigración del MININT (Ministerio del Interior) les plasma un cuño en el pasaporte: SALIDA DEFINITIVA-HP. Los agraviados emplazan a los oficiales del significado de tal sigla.  Realmente, HP es una sigla tendenciosa. En Cuba es como agredir la moral de las progenitoras.

Los cubanos han creado mecanismos para responder tales agravios e identifican a los hijos de los dirigentes también de HP. Significa: Hijos de Papá. Estos se conducen a toda leche y viven en el  caldo de cultivo de la burguesía comunista virulenta y anquilosada, donde son los capos de “tutti” los capos.

Sus padres no permiten que el cubano común desarrolle su talento e iniciativa privada. Pero a los “hijos de papá” le es lícito todo, lo que tenían que tener y lo que no tenían que tener: carreras universitarias, post grados y doctorados, cursos de verano, viajes de negocios y turismo, gerencia en Corporaciones SA, vacaciones en hoteles cinco estrellas, en villas y parajes paradisíacos. Con una lupa se les identifica su proceder. Resultan zánganos de la colmena y vampiros que chupan la riqueza al pueblo de a pie, a Liborio.

Pero hay más, el pueblo irónicamente identifica de PH a los padres, en alusión al abuso de poder. A la claque del Palacio de la Revolución, emporio de la burguesía castrista. La  descarga de fina ironía se basa en trasponer las letras en cepa mutante, de HP a PH, y definir el evento en sentido figurado, más bien en alusión tendenciosa.

A partir del Período Especial, los cubanos conocieron el doble rostro de la cúpula castrista. Por aquella época, una telenovela brasileña transmitida por la TV nacional presentaba a un detective  al que se le encargaba descifrar un asesinato. Al ayudante, más mediocre que su jefe, se le nombraba PH.

Los cubanos construyen un símil y atacan a los de Palacio,  bautizándolos como los Grandes PH. No es lo mismo, pero es  igual a los Grandes HP. Matan  metafóricamente dos pájaros de un tiro. Lo de mediocres es evidente, por el grado de miseria que han conducido a la nación en medio siglo de poder. 

Según la máxima, al que no quiere caldo, se le dan tres tazas.  Diente por diente y ojo por ojo.

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