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Si me aprietan yo aprieto

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Justina, una vecina de mi barrio, decidió arreglar su juego de living. En un primer ajuste de precio con un tapicero clandestino, le propuso hacer el trabajo por 150 pesos convertibles (cuc), equivalentes a 3 mil 750 pesos en moneda nacional.

Ni siquiera los economistas cubanos pueden predecir si la crisis financiera interna, que ya enseña su curva ascendente, puede ser tan tétrica como la que empezó en los umbrales de los años 90. El gobierno se ve en la obligación de hacer reajustes en su economía, una norma que tendrá como resultante un aumento de los precios de productos y servicios en el mercado informal. 

Pese a los reajustes, cortes, recortes, multas y cierres de establecimientos y empresas por sobre consumo energético, el período que se avecina puede ser tan “especial” como el de hace veinte años. Así lo vaticinó el economista Ariel Terrero Font el pasado 11 de junio en su habitual espacio televisivo de martes y jueves: “Es un desafío que tiene la economía. Va a aminorar el efecto de la crisis pero no lo va a evitar”. 

Por un lado, el gobierno limita su liquidez en moneda convertible. Reduce en un 6% el presupuesto a los gobiernos locales y a sectores presupuestados importantes de nuestra economía.  

Por el otro, a pesar de reordenar la vigilancia en los comités de barrios e incrementar los operativos policiales, el mercado clandestino no se detiene. Encarece su oferta y esto se debe a la escasez de materia prima que en gran medida es sustraída de fábricas y almacenes del Estado.

Antes de definirles el segundo y último ajuste entre el tapicero y mi vecina, reseñaré otros en el oficio de la albañilería, la reparación de colchones, la herrería o el arreglo de zapatos a domicilio. 

La limitación en la producción de materiales de construcción en Cuba obliga a reducir el plan de viviendas construidas en la capital para este año. De 4 mil 758 planificadas, sólo se terminarán 2 mil 753.  

Aunque el precio de los materiales de construcción en el mercado negro se mantiene estable, los albañiles particulares suben su tarifa. Si antes un metro cuadrado de pared repellada se ajustaba en 2 cuc (50 pesos MN), hoy oscila entre 2.50 a 3 cuc (75 pesos MN).. 

Igual se reajustó el herrero y el colchonero. Una ventana de hierro fabricada artesanalmente costaba 40 cuc, y un colchón reparado 60 cuc. Hoy estos precios se definen en 60 y 80 cuc, mi 500 y 2 000 pesos MN), respectivamente. 

Y así se refleja este incremento en todo servicio o producto en manos de la actividad privada o del mercado subterráneo, desde coser un par de zapatos por 20 pesos (antes 10 pesos MN), hasta la venta de una libra de aceite para cocinar en 25 MN (antes 20 pesos MN). 

Para amortiguar el consumo energético, muchas empresas se ven obligadas a disminuir o detener sus producciones. Por ende, se ve limitado el desvío de productos y materias primas hacia el mercado informal.  

De hecho, Justina decidió dejar los muebles como estaban. Sin dudas la situación está apretada, yo diría que al punto de perder el aliento, porque en 50 años de revolución no conozco de respiros. 

Resulta que a la hora de la verdad, el tapicero se apareció con otra tarifa para la reparación del juego de living, nada más y nada menos que 200 cuc (5 000 pesos MN). “Lo siento, tía, si me aprietan yo aprieto”, le dijo a mi vecina.

odelinalfonso@yahoo.com