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Pasos novedosos

Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Los primeros pasos de la nueva Administración Obama cumplieron los compromisos de campaña electoral de levantar las prohibiciones a viajes y remesas que lesionaban al pueblo cubano a ambos lados del Estrecho de Florida desde mayo de 2004, y se han complementado con el tendiendo de puentes iniciado con la Exposición de Arte de Chelsea, “Nueva York visita La Habana” en marzo de 2009, y la participación de atletas norteamericanos en la Copa América de pruebas combinadas (decatlón masculino y pentatlón femenino) el 29 y 30 de marzo.

Desde la Copa del Mundo en 1992, los deportistas del vecino del norte no competían oficialmente en la Isla. Llegaron acompañados por Douglas Logan, director ejecutivo de la Federación estadounidense.  Especial  connotación tuvo la presencia de John Carlos, medallista de bronce en los 200 metros planos en las Olimpiadas de México en 1968.

A partir de entonces, en Cuba se exhibió a conveniencia la imagen de John Carlos, junto al medallista de oro Tommie Smith, también afroamericano, levantando el puño enguantado de negro durante la ceremonia de premiación, en señal de protesta por la discriminación racial. Sin embargo, ahora llamó la atención que sólo se presentara fugazmente en un noticiero del mediodía de la televisión cubana, cuando al llegar al aeropuerto habanero dijo emocionado haber cumplido un sueño de toda la vida. Luego resultó más impresionante aún esa afirmación, pues el diario Juventud Rebelde mencionó que es hijo de una cubana.   

El Primer Campeonato Panamericano de Pruebas Combinadas, y el Memorial Barrientos, se realizaron en el estadio Panamericano, que al parecer cuenta con una pista  nueva, óptima  para ese tipo de competencias, pero lamentablemente está distante del centro de la capital y las dificultades del transporte no contribuyeron a la asistencia del público.

Tampoco contaron con espacio en la televisión para ofrecer a los cubanos su disfrute, teniendo en cuenta la participación de 236 atletas de Brasil, Estados Unidos, Puerto Rico, Canadá, Chile, Venezuela, Chile, República Dominicana, y los atletas nacionales más destacados. Incluso la inauguración oficial  con una gala cultural realizada en el teatro América, fue reseñada brevemente en la tele, lo cual no es usual.  Únicamente los periódicos recogieron en poco espacio los eventos.

Como reafirmación de los nuevos tiempos, la I Copa América tuvo un resultado muy simbólico.  Sharon Day, norteamericana,  ganó el primer lugar del heptatlón, y Yordanis García Barrizonte, cubano, venció en decatlón, mientras que Yariadmis Argüelles obtuvo el segundo lugar y Lela Nelson el tercero en heptatlón, en otra alternancia de ambos pueblos.  En las competencias del Memorial Barrientos hubo supremacía de los cubanos.

Alienta esperar a que esta nutrida representación de Estados Unidos sea el preludio de intercambios habituales de participantes en las más diversas manifestaciones culturales, educacionales, deportivas y de todo lo que pueda contribuir a nuestro mejor conocimiento y colaboración, para beneficio de dos naciones con profundos lazos históricos.