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Ampliación del parque jurásico

Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - LA HABANA, Cuba, julio - Cuando la era jurásica toca fondo en el zoológico cubano, resucitan los monstruos en el solar político de Latinoamérica, donde el castro-chavismo vocifera contra los personajes que contrarían el discurso mediático de la Entente Socialista del siglo XXI, cuyo portavoz venezolano lleva dos semanas maldiciendo a las instituciones de Honduras que destituyeron al pobrecito Manuel Zelaya, quien sólo quería modificar la Constitución para reelegirse en la presidencia en nombre del pueblo, como  le enseñaron sus mentores de La Habana y Caracas.

Las reuniones, los discursos, las verdades a medias y las mentiras redondas son tantas que es imposible seguir el culebrón de la desinformación. En Cuba ya ni sabemos si las sanciones regionales obligaron a los congresistas, juristas y militares hondureños a restituir al machote Zelaya, o si continúa representando el papel de víctima bajo la túnica de la OEA y de su compadre Hugo Chávez, nuevo César del continente.

Los incendiarios necesitaban algo así para la hoguera política. Ya no tienen en la Casa Blanca al “maléfico” Bush, sino al buenazo Obama, quien habla de futuro común y no responde a las ofensas contra el país que preside. Tampoco poseen un pretexto real para invadir a quienes contradicen a los caníbales de la izquierda sudamericana.

Ahora que el chanchullo político patrocina el negocio de la “cooperación” entre los estados del área, algunos gobernantes “protegen” al pueblo como a sus haciendas ganaderas. En América Letrina las masas son como el balón de fútbol; los jugadores lo patean hasta la portería, si no hacen gol acusan al árbitro de beneficiar al contrario y arman tremenda rabieta.

Desde que sacaron del juego a Manuel Zelaya, en Honduras, el escándalo de la prensa cubana pica y se extiende. ¿Qué puede importarnos el último aprendiz del déspota insular? Pensemos en cómo salir del despotismo centralizado impuesto por los hermanos Castro, quienes tienen más arrugas que un elefante, pero aconsejan a sus pupilos sujetarse a la portería del poder y dinamitar las reglas de la democracia.

Aún no sabemos cómo terminará la crisis desatada por la intransigencia de Zelaya en Honduras, pero el suceso demuestra que hay sectores que resisten al neo imperialismo venezolano. Al vociferante Hugo Chávez le falta cultura y dotes diplomáticas, pero le sobra petróleo, dinero, ambiciones y circunstancias propicias para incendiar la región.
Los dinosaurios que reinan en las praderas de Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela devoran la selva con la complicidad de otras especies del parque jurásico continental. Romper el equilibrio está de moda. Veremos qué pasa cuando baje la marea.