www.cubanet.org |
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente y su autor. |
La eterna espera Oscar Espinosa Chepe LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Las esperanzas del pueblo cubano sobre la llegada de transformaciones estructurales y de conceptos, que liberen a la sociedad de la terrible crisis que afronta desde hace decenios, continúan sin concretarse. Mientras, los problemas se acumulan a niveles insoportables, con el incremento de las penalidades y sufrimientos de una ciudadanía asfixiada bajo los efectos de un sistema disfuncional que impide el desarrollo del poder creativo de las personas. La destruida economía es cada vez menos sostenible, lo cual trae como consecuencia que las perspectivas de Cuba como nación estén bajo una seria amenaza; peligro advertido, incluso, por académicos oficiales. La situación es incomprensible a todas luces. Ni siquiera la Conferencia del Partido Comunista esperada durante la segunda mitad del año se realizó, sin que exista idea de cuándo se efectuará. Mucho menos se vislumbra el eternamente pospuesto congreso del Partido Comunista, la autoproclamada “vanguardia” de la sociedad cubana. Únicamente existe un alto nivel de incertidumbre e inmovilismo, mientras Cuba se desmorona. En ese discurso también se aprecian serias contradicciones. Al mismo tiempo que se plantea la necesidad de ahorrar y que no se puede gastar más que lo que se tiene, a fines de noviembre se efectuaron costosísimas maniobras militares, en momentos cuando en Estado Unidos la Administración Obama ha dado señales evidentes de su disposición a efectuar pasos efectivos para reducir la confrontación entre ambas naciones. Tal parece que esos ejercicios, más el notable incremento de la represión contra la sociedad civil, constituyen un intento de destruir las perspectivas de acercamiento y prolongar el enfrentamiento. Paralelamente, después de los hipócritas y contradictorios pronunciamientos sobre el actual Presidente norteamericano en la etapa pre-electoral y en el momento de su elección, ahora se le ataca y provoca desembozadamente, cerrando filas con los sectores más conservadores de Estados Unidos, con los objetivos de boicotear la oportunidad de mejorar las relaciones, y dificultar la labor del presidente Obama, enfrentado a colosales dificultades heredadas de la anterior Administración. El Presidente, en su exposición, reiteró la necesidad de representatividad de los negros y mulatos en cargos de dirección. La revolución creó muchas expectativas sobre el mejoramiento de la situación socio-económica de este importante sector de la población. Aunque con posterioridad a 1959 hubo avances en tal sentido, resulta indiscutible que quedaba mucho por hacer. Así, los cubanos tuvieron mayor acceso a la educación y la salud, siendo abolidas prácticas segregacionistas y ofensivas a la dignidad humana, como los clubs exclusivos para blancos. Sin embargo, al fracasar estruendosamente el proclamado proyecto económico, y sobre todo desde 1990 con la pérdida de las subvenciones soviéticas, el nivel de vida de la inmensa mayoría de los cubanos se desplomó. Pero el de negros y mestizos, por ser los mayoritarios en el sector más pobre de la población, es el más afectado por el incumplimiento de las promesas iníciales de progreso y oportunidades para todos las personas. Institucionalmente se puede dar iguales derecho a todos los ciudadanos, pero si unos continúan hacinados en cuarterías y afrontan serias carencias existenciales, ellos y sus hijos difícilmente pueden competir con quienes tienen mejores condiciones para su desarrollo, reproduciéndose la pobreza, la incultura y la marginación en las nuevas generaciones. En adición, quizás por las expectativas creadas de igualdad y avance social, relativamente pocos negros y mulatos abandonaron Cuba, por lo cual, actualmente en un porcentaje significativamente superior al de los cubanos blancos, carecen de familiares en el exterior que los ayuden económicamente, de manera que su situación material es muy delicada. La política para promover a cargos de dirección a los negros y mulatos mediante mecanismos burocráticos no es justa ni efectiva, ya que se designa desde arriba sin tener en cuenta las capacidades reales, sino la obediencia política. Existen eminentes antecedentes en políticos e intelectuales como Antonio y José Maceo, Juan Gualberto Gómez, Nicolás Guillen, Jesús Menéndez y Aracelio Iglesias, entre una larga lista de personalidades aceptadas unánimemente como glorias nacionales, que llegaron a cimeras posiciones por sus méritos y esfuerzos, sin depender del clientelismo. En tanto, el gobierno ha discriminado a relevantes figuras de diversas esferas del saber y las artes, como Celia Cruz y Bebo Valdés por haber tenido opiniones políticas distintas y haberse marchado, lo cual, además, ha privado al pueblo de disfrutar sus valores. El problema de la falta de representatividad racial, es otra consecuencia del fracaso político, económico y social de más de cincuenta años de voluntarismo, y no tendrá solución hasta tanto no se remueva totalmente el sistema que ha llevado al país al desastre. |