Carta de Bibliotecas Independientes al Partido Comunista en Amancio Rodríguez
LAS TUNAS, 22 de septiembre (Agencia Libertad) - Alarmados por la dramática situación que han encontrado en el municipio Amancio Rodríguez Berta Mexidor y Ramón H. Colás, creadores del Proyecto Bibliotecas Independientes, que fueron recientemente desalojados de
su hogar en Las Tunas, entregaron la siguiente carta a las autoridades municipales del Partido Comunista en Amancio Rodríguez.
Las Tunas, 21 de septiembre de 1999
Señor José Antonio Puga
Secretario Municipal
Partido Comunista
Amancio Rodríguez
Señor:
Circunstancias ajenas a nuestras voluntades nos hacen residir en esta localidad. El breve tiempo que llevamos aquí ha sido suficiente para evaluar la realidad del lugar. El contacto con la gente nos ha permitido percibir al pueblo amanciero. El denominador común es la desesperanza,
el hambre y una aguda miseria, caracterizadas por el abandono total, la falta de perspectiva y la enajenación del pueblo.
Es doloroso ver niños desnutridos. Sus aspectos están descuidados. Algunos proponen artículos de dudosa procedencia a la venta de vecinos. El rostro de los infantes amancieros es triste. La ausencia de alegría es síntoma de una enfermiza soledad interior por la
carencia de los más elementales recursos que permitan llevar una vida decorosa y digna, plena en la capacidad que todo niño debía tener para imaginar un futuro con seguridad.
Los jóvenes se desgastan en un círculo vicioso: alcohol, mariguana, robo y violencia. Esto debe alarmar a toda autoridad que desee promover el Bien Común. El valor de una nación está en la instrucción y calidad de sus ciudadanos. No hay una fragua en la
formación de valores sólidos que beneficie a los jóvenes del municipio. Basta con asistir a los tribunales para observar que el mayor porciento de sancionados son jóvenes. El delito forma parte de esta realidad morbosa, compartida por miles de amancieros.
Las áreas rurales están deprimidas por el abandono. Llegar a esos lugares resulta difícil por la mala calidad de los caminos. Hemos visto a campesinos y obreros agrícolas trabajando descalzos y semidesnudos. Sus viviendas son inseguras y están en mal estado. El
robo de sus bienes no les permite tranquilidad. Algunas familias han sido víctima de robos por bandas armadas que los intimidan a no salir de sus casas. De hacerlo, les podría costar la vida.
Es lamentable que en medio de tanta miseria no se estimule el desarrollo del trabajo por cuenta propia. Las medidas represivas contra estas personas limitan las posibilidades de mejores ofertas que satisfagan las necesidades del pueblo ante la incapacidad del estado para abastecer los mercados y
superar las expectativas de los amancieros.
Amancio impresiona. Un pueblo perdido en el tiempo. La angustia vital que padecen sus habitantes deviene en 9 suicidios en lo que va de año y algo más de 44 intentos suicidas. Violencia constante en sus calles, asaltos, proliferación de la prostitución y el consumo de
estupefacientes.
Los servicios médicos son cuestionados por el pueblo. La falta de medicinas se incrementan y no resultan suficientes ante la demanda. El transporte es malo e inseguro. Las unidades gastronómicas son de mal gusto. Sus ofertas no debían ofrecérseles a ninguna persona
con sentido común.
Hemos captado la inconformidad de este pueblo. Sus opiniones son de gran valor. Responsabilizan a las autoridades locales con parte de sus problemas. Refieren que existe un alto grado de insensibilidad de las mismas al alejarse de la realidad de los habitantes de Amancio, mientras en el orden ético
y moral son cuestionadas sus actitudes.
Deseamos expresarle que durante las actividades por el 50 aniversario de la muerte de Amancio Rodríguez Herrero y José Oviedo Chacón una riña tumultuaria profanaba el obelisco que perpetúa la memoria del líder azucarero. Varios jóvenes y muchachas
se enfrentaban con violencia desmedida y sin dominar la ira. Cientos de personas observaban el dantesco y desagradable episodio.
Esto es un simple reflejo de que Amancio es un municipio donde se ha perdido el sentido correcto de las cosas. Aquí existe la desgracia y la miseria pluralizadas por el despojo y la ausencia de sentido común. El harapo y la destrucción se unen en una sinfonía
decadente en esta localidad.
Este pueblo generoso y humilde se debate ante una crisis angustiosa y total. Despersonalizado, el amanciero vaga sin encontrar soluciones viables a sus necesidades emergentes.
Causa dolor saber que este pueblo engendró a hombres como Amancio y Oviedo, que lucharon por hacerle mejor la vida a sus ciudadanos. Cincuenta años después del vil asesinato que les costó sus vidas, los habitantes de aquí están por empezar a alcanzar el
verdadero sentido de su libertad.
Nuestra presencia puede ser útil en la medida en que se nos permita participar, promoviendo la lectura con el Proyecto Bibliotecas Independientes. Es una necesidad promocionar la cultura, para llenar el vacío existencial de este pueblo.
Es nuestro deber advertir el mal cuando debiera promoverse el Bien Común.
De usted, respetuosamente,
Berta Mexidor Vázquez
Directora Proyecto Bibliotecas Independientes
Ramón Humberto Colás Castillo
Autor Proyecto Bibliotecas Independientes
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