Osmar Laffita

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Jesucristo resucitó al tercer día y desde entonces se celebra la Semana Santa, sobre todo entre los católicos.

Reinaldo Arenas tuvo que esperar 19 años para “resucitar” en La Habana, gracias a la voluntad de su amigoTomás Hernández, conocido en los ambientes literarios como  “Tomasito”. Hernández tuvo que enfrentar a los que se habían empecinado en borrar al autor de Antes que anochezca, de la memoria literaria cubana.

Bajo el auspicio de Ediciones Unión, el miércoles 22 de septiembre, Hernández presentó en la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas, su libro Misa para un ángel, que evoca a Arenas.

En contra de los pronósticos de la UNEAC, la sala resultó pequeña para el público que asistió a tan inédito acontecimiento, lo cual evidencia que Reinaldo Arenas continúa vivo en la memoria de muchos cubanos. Los asistentes a la actividad literaria rindieron homenaje al más irreverente escritor cubano de los últimos 50 años y uno de nuestros más notables novelistas del siglo XX.

El lanzamiento de Misa para un ángel podría ser un mensaje alentador para nuestro pueblo y para nuestros muchos escritores que viven, o han muerto, exiliados. Después de mucho tiempo se movió una pesada puerta, por la que entraron tenues destellos de una luz olvidada, a la sede de la Unión y Escritores.

También se presentó en la UNEAC el último número del tabloide El caimán barbudo, donde aparece Carlos Monsiváis: en la esquina del más allá y la lujuria pendiente , un trabajo de Joaquín Borges dedicado al escritor mexicano.

Monsiváis (4 de mayo de 1938 - 19 de junio de 2010) se destacó como cronista, editor, ensayista, historiador y periodista y recibió muchos reconocimientos, entre ellos  el Premio Juan Rulfo y el Premio Nacional de Periodismo de México.

El escritor fue defensor de los derechos humanos, y criticó abiertamente al gobierno cubano por violarlos, razón por la que su nombre desapareció de los medios cubanos.  El 22 fue un buen día para los cubanos, que tuvimos dos resurrecciones literarias el mismo día: Reinaldo Arenas y Carlos Monsiváis. ¡Enhorabuena!