Odelín Alfonso Torna (PD)

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Una serie de mensajes de textos que exigen la libertad de los cinco espías cubanos presos en los Estados Unidos, comenzaron aparecer en grupos de suscriptores de telefonía celular (CUBACEL), una dependencia de la empresa telefónica ETECSA, administrada por ex militares. En lo que considero el servicio móvil (tecnología Global System for Mobile) más caro del mundo, en correspondencia con el salario promedio del cubano (17 dólares al mes), el Estado no escatima en gastos si de proselitismo se trata.

Esto no es algo novedoso en el servicio de CUBACEL, tengo entendido que cualquier persona natural o entidad puede solicitar el envío masivo de mensajes de textos, siempre y cuando tengan carácter promocional o de encuesta. Sin embargo, desde que el servicio de telefonía móvil surgió en Cuba limitadamente en 1991 y para todos los cubanos desde el 14 de abril de 2008, es primera vez que aparece un anuncio politizado y sin derecho a réplica.
 
¿Pudiera explicar el gobierno cubano quién o quiénes son los patrocinadores de esta campaña que utilizó como vehículo a CUBACEL, empresa asociada a Telecom, una compañía italiana con un 27 % de participación en el negocio? ¿Está la oposición interna en pleno derecho de solicitar, en igual medida, la liberación de todos los presos políticos o el cambio a una sociedad democrática en un simple mensaje de texto (SMS)?

Esta no es la única vía de ganar adeptos a la causa de los cinco espías. Los comunistas con pedigrí están indignados y no es para menos. Doce años raspando “algo” del presupuesto nacional para la campaña por la liberación de “Los Cinco héroes” y como dice una frase popular: “por gusto y pá na”.

He de suponer lo que verdaderamente le incomoda a la alta jerarquía del gobierno cubano. Saberse obligado a excarcelar a los prisioneros de conciencia arrestados injustamente en la ola represiva de marzo de 2003, y lo factible que resultó la campaña internacional por la liberación de estos, me suena a convocar zafarranchos de combate.  

No he leído cables de prensa en los que solidarios con la causa de los prisioneros políticos en Cuba, aunque estuviesen dispuestos, escalen el monte helado de Kornet El-Sawda, en el Medio Oriente. Si fuese un partidario de los comunistas, me preguntaría por qué los “mercenarios”, dotados según el régimen de dólares, teléfonos móviles, tabletas de chocolate y abrigos de lana, no organizan una partida al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre o al pico Turquino, en reclamo de libertad. ¿Los dejarían?

No conozco ningún afiliado al Comité Internacional por la Liberación de los “Cinco héroes”, que se plante en huelga de hambre y sed ante la Casa Blanca o la sede de Naciones Unidas en Ginebra, ya sea por la excarcelación de René, Ramón, Gerardo, Antonio o Fernando. Aún espero fotos publicadas de alguno de los espías o “antiterroristas cubanos”, posando esquelético o postrado en una silla de ruedas por las condiciones “infrahumanas” de las cárceles norteamericanas.

El aniversario 12 de la encarcelación de los cinco espías cubanos, viene amenizado por veladas patrióticas, conciertos, caminatas, fórums internacionales y hasta un adelanto en la cuota de pollo normado para concientizar a las masas. Hasta hoy el proselitismo en SMS era algo atípico. Seguramente quien pagó por este servicio, mañana colgará pegatinas en los equipajes de turistas extranjeros o incluirá en el demo de un televisor importado desde China la frase: “Libertad para los cinco”.

He recibido mensajes insultantes de fieles a la dictadura, ya sea por el teléfono móvil o email. Es posible que el remitente en cuestión, si es cubano, reciba de ETECSA la Internet subsidiada o tarjetas de celular pos pago.

Intenté contestar un mensaje de texto que decía: “Amar la justicia es defender a los cinco. ¡Fin a la injusticia! ¡Libertad ahora!”. Desafortunadamente no venía implícita una dirección de respuesta.