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La lista de Lamrani

Luis Cino (PD)

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Para el periodista francés Salim Lamrani (Cuba y el número de “prisioneros políticos"), no es para nada confiable la lista de 141 prisioneros políticos cubanos elaborada por Elizardo Sánchez Santa Cruz y la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. 

No es extraño. Lamrani, un incondicional alabardero de la dictadura cubana, prefiere creer a pie juntillas la versión de que en Cuba no hay presos políticos, y mucho menos los 27 prisioneros de conciencia que refiere Amnistía Internacional en su lista de agosto 15 de 2010, sino “personas convictas de crímenes listados en el código penal, particularmente por el hecho de recibir fondos de una potencia extranjera.” 

No obstante los asquitos y fruncimientos de ceño, Lamrani se esfuerza por ser “objetivo” y se enfrasca, híbrido de bodeguero tacaño y de alguacil del Ministerio del Interior (MININT), en un bizarro conteo de presos en el que sólo faltan los silbatos y las tonfas de los carceleros.  

Lamrani objeta a la lista de Elizardo Sánchez y la CDHRN que incluya a 10 personas con licencia extrapenal por motivos de salud que pueden ser devueltos a la cárcel cuando el gobierno lo estime conveniente, y a 27 reclusos que pudieran ser liberados antes de octubre (y probablemente desterrados).  

El periodista francés argumenta que de los 100 individuos restantes, alrededor de la mitad cometieron “crímenes violentos”, y destaca el caso de los dos terroristas salvadoreños que colocaron bombas en hoteles habaneros en los años 90. 

También incluye a secuestradores de aviones y embarcaciones que tuvieron la suerte de no ser fusilados como escarmiento,  y a cuatro ex militares convictos de “espionaje o de revelar secretos de Estado” en un país donde sabemos que secreto de Estado puede ser desde la salud del Comandante hasta la cantidad de quintales de plátanos que se perdieron en Alquízar porque no había camiones para recoger la cosecha.  

Por tanto, Lamrani concluye que después de liberar a las otras 27 personas incluidas en los acuerdos de junio de 2010, quedaría sólo un prisionero político en Cuba, Rolando Jiménez Posada, un ex –integrante del Ministerio del Interior acusado de desobediencia y también (cómo no) de “revelar secretos de Estado”.  

Aun si aceptáramos su cálculo, sería bueno que Lamrani tuviera en cuenta los varios centenares de personas para nada violentas que en un país con leyes medianamente normales no estarían en prisión, y que en Cuba están presos (aunque el gobierno y sus alabarderos  en el exterior les nieguen el estatus de prisioneros políticos) por aberraciones jurídicas frecuentemente aplicadas contra los disidentes y todos los que se les parezcan, tales como el desacato, la desobediencia y la peligrosidad social pre-delictiva.  

¿Habrá escuchado hablar Salim Lamrani, por ejemplo, del ex-deportista José Ángel Luque Álvarez, condenado por desacato en el año 2007, que ya cumplió su condena, sigue preso y ahora mismo está en huelga de hambre en Cienfuegos en manos de la Seguridad del Estado?  

¿Casos como ese serán presos políticos? Dejo la respuesta a Salim Lamrani como tarea para la casa. Si de veras quiere ser objetivo, que responda después cómo va su cuenta acerca de la cantidad de presos políticos en Cuba.

Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=111491 (tomado de Huffington Post, 24 de agosto)

luicino2004@yahoo.com




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