Frank Correa

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Las corridas de peces celebradas  históricamente en Jaimanitas en los meses de marzo, junio y septiembre, se caracterizaban por el gran número de botes que salían al mar y regresaban cargados de pargos, guasas y otras especies, atrapados con palangres o anzuelos.

Por las calles del pueblo pasaban los vendedores con el pescado al hombro, o si eran piezas grandes, en  carretillas.También los guardaban en neveras para venderlos después por pedazos. En junio era la corrida del pargo sanjuanero, y en septiembre la del  pargo grande. Era una fiesta pesquera, debido a la cantidad de peces que se  enganchaban, incluso  desde  la orilla.

En marzo se efectuaba la corrida del peto; algunos ejemplares pasaban de las cien libras,  y su carne era exquisita. Los dueños de botes y barcos particulares realizaban buenas faenas por esos días sacando petos, gallegos y dorados, que corren en la misma época.

Sin embargo, ya se acabaron las corridas en Jaimanitas, y apenas quedan barcos particulares, porque las leyes prohíben la pesca en embarcaciones rústicas. Los corchos son decomisados por los guardacostas, y se les impone multas a los tripulantes, conocidos por corcheros.

Cada día son menos los pescadores en Jaimanitas, los jóvenes no siguen la tradición de padres y abuelos, trabajan  como custodios, choferes o informáticos. No les llama  la atención el pescado. También influye que el pueblo se ha llenado de emigrantes de las provincias orientales que nada tienen que ver con el mar.

Encontrarse un pescado en la calle es una rareza. El establecimiento estatal, Mercomar, destinado a vender productos marinos, sólo vende croquetas de pescado, picadillo de pescado condimentado, y mortadela de pescado. Por la libreta de racionamiento lo que se vende es una  libra de jurel  por persona, de Pascuas a San Juan. 

La historiadora de Jaimanitas, profesora Miriam Noa, miembro de la familia conocida como Los mallorquines, famosa en el arte de la pesca en Cuba, guarda cientos de fotos de las corridas en los años cuarenta y cincuenta, cuando Jaimanitas era una fiesta.

Hay fotos donde aparece la desembocadura del río y los botes atracando cargados de pescados, rodeados de vecinos y pescadores alegres porque la corrida fue buena. Una tradición que desapareció debido a las prohibiciones dictadas por el gobierno.