IMPRIMIR
Peregrinajes

Luis Cino

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Tengo dos buenos amigos pastores evangélicos que andan muy disgustados  por estos días con la peregrinación nacional para conmemorar los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre en la bahía de Nipe. Dicen que, además de oportunismo, es pura idolatría, que Cuba será castigada por lo que consideran “un pacto con el diablo”. 

Me han abrumado, para explicar por qué es un pacto diabólico, con citas del profeta Jeremías que auguran castigos de Jehová contra los que practican “la idolatría a la Reina del Cielo”.  Según ellos, la Virgen no es más que Ishtar, Astarté o simplemente Astaroth, el gran duque del Infierno, serpiente en mano (como Alice Cooper en sus buenos tiempos), emplumado y montado sobre un lobo. Algo así como un demonio travesti en la era de MTV. Uno de los pastores hasta trató de ponerse a tono con la labia New Age y me mareó con la lata de la polaridad negativa (el Ying y el Yang en versión cristiana).  

Me temo que a mis buenos amigos protestantes, más allá del rollo teológico, el paganismo residual y la adoración de imágenes, lo que más les pica es que en la emulación inter-iglesias por los favores de la oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, a pesar de las tracatanerías del evangélico Consejo de Iglesias de Cuba y de los ebbó por la salud del Comandante de los babalaos de la Asociación Yoruba, la Iglesia Católica se llevó el gato al agua.  

Para disgusto de sus competidores, los obispos sacan lascas a las conversaciones que le dieron el puente de plata al régimen para  desembarazarse mediante el destierro de  los prisioneros de conciencia de la primavera de 2003. 

Confieso que luego de siete años de cruel cerrazón del régimen, me alegra, como quiera que sea, que hayan empezado a salir los presos de las cárceles. Lo más ecuménico posible y tan amigo como siempre de todos los que le hagan oposición de verdad al régimen, advierto que aunque me duela que los mandarines verde olivo negocien el destierro bajo la sotana del Cardenal Ortega y las trapisondas de Moratinos, que no cuenten conmigo para el mitin de repudio contra la Iglesia Católica. Lo cual no quiere decir que Espacio Laical no me haga saltar como un reguilete cada vez que su lenguaje tiene más tufo a Granma que a incienso. 

Aunque en cuestiones religiosas ya no sé a ciencia cierta qué rayos soy, supongo que por costumbre, inercia o porque el budismo zen me resulta demasiado abstracto, me sigo definiendo como católico, aunque sea del modo menos ortodoxo posible. Tal vez por eso algunos tratan de impresionarme con la muela posmoderna de la New Age. 

Pero ni modo. De demonios, luego de medio siglo de jugar al socialismo en el Averno, los cubanos sabemos bastante. La Caridad del Cobre-Ochún es la mejor de las vírgenes que se nos pudo aparecer o que pudimos habernos inventado. Bien se merece la peregrinación nacional. A ver si hace algo por nosotros. Si nos esperan más plagas y lluvias de azufre, seguro que es por otras idolatrías. ¿O ya olvidamos cuantas veces negamos a Dios para adorar al Máximo Líder? 
 
 
 Anuncio desde ahora que si los muchachos de Seguridad del Estado no se atraviesan en mi ruta, espero estar en algún momento en los próximos meses en la peregrinación tras la Santa Patrona de Cuba. Oraré porque se acabe de una vez el odio entre los cubanos. Que no digan luego que lo hice por recibir la indulgencia que anunció el Papa Benedicto XVI para  los que participen en el peregrinaje. De veras que eso es lo de menos.  Mis faltas son pecados menores comparados con los de los mandamases que seguro estarán también en la procesión. Allá ellos con sus conciencias. Que Santa Cachita los ilumine. Amén.

luicino2004@yahoo.com 





http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.