QUEMADO DE GÜINES, Cuba, 19 de octubre, (Ignacio Estrada Cepero, www.cubanet.org)  -El gobierno de la provincia de Matanzas amenaza con desalojar a 158 familias cubanas de Varadero.

Según narró a este reportero una de las personas afectadas, que prefirió ser nombrada solamente como Anisley, la orden de desalojo está siendo dada a conocer individualmente a cada uno de los afectados, en sus centros laborales, con el objetivo de evitar que los afectados se agrupen oponer resistencia.

Los afectados residen en la Calle 17 de Varadero, un balneario que es una de las principales áreas del país dedicadas al turismo extranjero.

La calle 17 está  ubicada a la entrada del balneario, pasando el Puente de Hierro y es una de las más populares entre los cubanos de la zona. El asentamiento que hoy pretende el gobierno eliminar surgió en la década de los años 80 del pasado siglo, para albergar a los trabajadores de otras provincias traídos para construir nuevas instalaciones turísticas en el balneario, para el disfrute exclusivo de turistas extranjeros.

Anisley dijo a este reportero que el interés del gobierno en desalojarlos se debe a que quieren extender aún más el área dedicada al turismo extranjero; específicamente, para la construcción de una marina y un hotel de apartamentos. Agregó que muchos de los afectados llevan más de 20 años viviendo en el lugar, donde hoy no sólo existen los albergues originales de los constructores, sino estructuras permanentes, casas  construidas hace décadas, con materiales sólidos de construcción, por quienes se asentaron en el lugar. No obstante, las autoridades nunca han permitido a estas familias realizar el trámite legal de cambio de dirección para Varadero, alegando que el lugar es un “área congelada”, dedicada solamente al turismo extranjero y vetado a los cubanos, los cuales no tienen derecho a establecer su residencia en ella.

Entre los afectados se calcula que hay más de 100 niños. El descontento y la agitación reinan hoy entre los vecinos de la calle 17, muchos de los cuales dicen estar “dispuestos a todo” para permanecer en el lugar, ante el anuncio de las autoridades locales de que serán deportados a sus lugares de origen.

Las autoridades locales parecen estar ya preparadas para realizar el desalojo masivo. Han reunido un parque de camiones y otros vehículos, como ambulancias y transportes militares, que están listos para efectuar lo que se espera sea el mayor desalojo realizado en Cuba después del triunfo de la revolución.

Antes de 1959 los desalojos de campesinos que ocupaban tierras ilegalmente eran comunes y los revolucionarios prometieron que, con su triunfo, desaparecerían.

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