Aleaga Pesant (PD)
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Al leer mi artículo Las damas más poderosas, recientemente publicado en Cubanet, muchas personas se asombraron de no encontrar en la lista el nombre de Yadira García. Casualmente, días después, Yadira fue sustituida de su cargo de ministra de Industria Básica. Se sugirió que yo poseía información sobre el tema, y debo aclarar que no soy adivino. Sólo tuve la intuición de su pertenencia al grupo desplazado del poder donde militaban Lage, Sierra, Pérez y otros del montón, y que por ello su destino estaba claro, como constató más tarde.
Pero este texto no está dirigido a las ex poderosas. Más bien a las poderosas de otra manera. A esas mujeres que sin recursos, empleomanía o servidumbre en función de ellas, cientos de personas y especialistas a sus órdenes, son portadoras de un poder moral, ganado con talento, capacidad de organización, olfato político y claras convicciones.
Viven en modestos hogares en la ciudad o en el campo. Pueden ser blancas o negras. Lavan su ropa y la de su familia en casa, contando los centavos para comprar los detergentes. Ellas preparan sus alimentos y el de su familia, ese calvario silencioso de la cubana. Por eso se incluyen a las miles de mujeres que acompañaron a sus familiares presos políticos, a las periodistas independientes y en definitiva, a las cubanas más humildes. Aquí está mi selección.
Laura Pollán. En la oposición democrática comenzó simplemente por ser la esposa de Héctor Maceda, uno de los héroes de la Primavera Negra, para liderar de manera consensuada a las tremendas Damas de Blanco. Ajena durante mucho tiempo a los avatares de las luchas políticas, entró en ellas tras la detención de su esposo. Junto a otras mujeres salió a la calle a defender la libertad de sus familiares prisioneros de conciencia.
Su modesta casa en la calle Neptuno, en Centro Habana, es el cuartel general de las poderosas damas, y a la vez hogar y paradero de las visitantes de provincia. Allí desarrollan el Té Literario o salen a las marchas que tanto escandalizan a la dictadura.
Yoani Sánchez. Desde su también modesto apartamento en un piso 12, otea la ciudad con su catalejo. Su blog Generación Y, sigue incisivo y humano como el primer día. Con los fondos recibidos organizó la academia blogger y otros proyectos de gestión de conocimiento de aplicación de nuevas tecnologías para la sociedad. Recientemente recibió otros dos premios importantes en Europa. Eso la ubica entre las cubanas que más premios internacionales de periodismo y comunicación han recibido.
Reina Tamayo. Hace unos años era una humilde guajira de la periferia de Banes, al norte de Oriente. El calvario recorrido por su hijo Orlando Zapata Tamayo y su decisión de acompañarlo, la alzaron al nivel de heroína de la patria. A la muerte de su hijo por huelga de hambre en la prisión política, recogió su estandarte y es una defensora tenaz de su recuerdo.
Por supuesto, esto es una presentación injusta. Muchas mujeres trabajan anónimamente por la construcción democrática de la nación. Eso también las vuelve más poderosas.
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