Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - La guayabera fue situada por el Estado cubano en el lugar que le corresponde, como prenda oficial del protocolo. La medida, anunciada recientemente hace justicia a la cultura del buen vestir en la isla.

Según los historiadores, la guayabera surgió en la zona de Sancti Spiritus, a orillas del rio Yayabo, y por esa razón (o por que en sus amplios bolsillos se guardaban las guayabas recogidas en el campo) pasó a la historia con ese nombre.

No se sabe quién fue el diseñador de la pieza y menos quienes fueron los primeros cubanos en vestirla.  Se supone que fueran los ricos criollos, deseosos de dar una imagen liberal y desentendida ante sus primos y enemigos peninsulares. Lo cierto es que algunos grabados del siglo XIX la recogen en las imágenes de las fiestas campesinas.

Para los nacidos en la segunda mitad del siglo XX, quizás Joseito Fernández, el rey de La Guantanamera, sea la imagen más conocida, asociada al uso de la guayabera y divulgada por los medios de comunicación; pero los veteranos de la guerra de independencia, la vestían, con sus medallas colgadas en lado del corazón.

En los años 70 y 80 del siglo pasado la prenda cayó en desuso y fue rechazada por una parte importante de la población, al convertirse en la prenda oficial de los burócratas y miembros de Seguridad del Estado. Daño causó a la guayabera el uso de otros colores en su diseño, lo que restó elegancia al blanco tradicional.

Sin embargo, en los últimos años la prenda comenzó a imponerse otra vez dentro de la sociedad cubana. Por una parte, las más caras, que visten los miembros de la nomenclatura, y pueden costar hasta 30 pesos convertibles; y por otra, los demócratas, con piezas más modestas.

Sea como sea, la decisión del Estado hace justicia a la prenda nacional.