WASHINGTON, 14 ene (Reuters) - La mayor federación de agricultores de
Estados Unidos pidió el jueves que se levante el embargo económico
impuesto por Estados Unidos contra Cuba hace 37 años, para poder vender
sus productos a la isla.
El sector, tradicionalmente muy conservador y anticomunista, decidió
que era hora de poner fin al embargo contra el gobierno del presidente Fidel
Castro porque están perdiendo un mercado ante competidores de otros países.
Delegados a la conferencia anual de la American Farm Bureau Federation, en
la ciudad de Alburquerque en el estado de Nuevo Mexico, votaron a favor de una
resolución que busca el levantamiento del embargo.
"Es obvio que cuatro décadas de sanciones unilaterales no han
logrado nada", dijo el dirigente de los agricultores de Texas, Bob
Stallman.
Stallman señaló que se podía incentivar mayores cambios
políticos en Cuba a través del comercio.
La semana pasada, el presidente Bill Clinton suavizó el embargo al
permitir mayores contactos con Cuba, tanto en viajes a la isla como remesas de
dinero a familias. También permitió la venta de alimentos y
productos agrícolas a personas y grupos no-gubernamentales.
Pero Clinton rechazó la idea de crear una comisión nacional
para revisar la política de Washington hacia Cuba, una propuesta
formulada entre otras personas por el ex secretario de Estado Henry Kissinger y
numerosos senadores republicanos.
Grupos económicos, sobre todo en el sector agrícola y las
industrias de alimentos y farmacéuticos, están presionando al
gobierno para que ponga fin al embargo y poder entrar al mercado cubano. La
ultraderecha de estados Unidos y los exiliados cubanos anti-Castristas de
Florida se oponen tajántemente.
El presidente del AFBF, Dean Kleckner, dijo que los problemas económicos
que enfrentan los agricultores y la ansiedad por encontrar nuevos mercados
llevaron a la resolución a favor de levantar el embargo.
"Yo he percibido un cambio en el país desde hace algún
tiempo, a favor de abrir el comercio con Cuba", dijo Kleckner. "Tenemos
que empezar algún día. Así se manifestaron nuestros
delegados".
Estados Unidos impuso el embargo total en febrero de 1962 por oponerse al
carácter socialista de la revolución encabezada por Castro. Casi
cuatro décadas después, los críticos del embargo dicen que
es una reliquia de la Guerra Fría que sólo le sirve a Castro para
culpar a Estados Unidos de los problemas económicos que vive Cuba.
Mientras los agricultores de granos y alimentos para ganado ven un buen
mercado en Cuba, otros no creen que lo sea y, al contrario, piensan que Cuba se
convertirá en un competidor de Estados Unidos en otros rubros.
"Cuba no será un mercado grande. Están quebrados",
dijo el delegado de Florida, John Hoblick, quien advirtió que Cuba podrá
competir en el mercado de Estados Unidos con frutas, cítricos y
vegetales, productos importantes de Florida.
El embargo le ha creado problemas a Washington con sus principales aliados y
socios comerciales, que objetaron ante la Organización Mundial del
Comercio por el endurecimiento en 1996 con la llamada Ley Helms-Burton, que
agregó sanciones contra las inversiones de terceros países en la
isla.
El gobierno cubano estima que el embargo le significa a Cuba un costo anual
de 800 millones de dólares en mayores costos de transporte, crédito
más costoso y un menor nivel de exportaciones.
Según La Habana, el embargo estadounidense le ha costado 60.000
millones de dólares desde que fue implantado en 1962.
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