José Antonio Fornaris (PD)

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Tras el anuncio del general Raúl Castro en abril de que en empresas y organismos del Estado las plantillas están infladas, ha comenzado la reubicación de trabajadores en empleos diferentes a los que estaban asignados.

Hasta el momento se les ha ofrecido como opciones, en algunos casos dentro del mismo sector, auxiliar de limpieza, custodios o, en los lugares donde aún funcionan los comedores obreros, auxiliar de cocina. Los que no aceptaron esas nuevas ubicaciones fueron enviados a las diferentes direcciones municipales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en busca de alguna otra posibilidad de reubicación.

Nadie sabe con certeza cuál es el número de los que sobran en esas entidades. Castro  dijo que la cifra era de varios cientos de miles, aunque para algunos especialistas asciende a más de un millón.

Parece que el asunto anda entre un 20 y 25 % de la fuerza laboral del país. Cuántas de esas personas  se quedarán subempleadas o totalmente desempleadas, tampoco se sabe.

Hasta hace poco, el informe oficial a las organizaciones internacionales interesadas en el tema, especificaba que  el desempleo era de 1,9 % de todas las personas aptas para el trabajo. Oficialmente teníamos pleno empleo. Esa afirmación  quedaba muy en duda cuando  sin dificultad podía  observarse en las calles principales de cualquier ciudad, a gran cantidad de gente transitando en horario laboral. Y los comercios  siempre llenos, aunque la mayoría fueran curiosos. La prensa oficialista, en más de una ocasión, le ha dado cobertura  a esa  contradicción

Al parecer, nadie duda en Cuba  de que sobra gente en los centros de trabajo. Mantener a los ciudadanos vinculados a algún sector laboral ha sido una  cuestión ideológica y política. Entre otras cosas, es una demostración de la superioridad del socialismo sobre el capitalismo.

Pero en este espinoso asunto hay algo que no está claro. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior y su policía política, el Partido Comunista y el aparato de propaganda estatal, también son  entidades presupuestadas. Muy probablemente (es un secreto) son los sectores que más consumen los recursos de la nación. ¿Reubicarán y dejarán gente cesante  en esas esferas?

Y hay algo que puede ser lo más complejo, al menos desde el punto de vista legal, lo que establece la Constitución:

Artículo 45: El trabajo en la sociedad socialista es un derecho, un deber y un motivo de honor para cada ciudadano. El trabajo es remunerado conforme a su calidad y cantidad; al proporcionarlo se atienden las exigencias del trabajador y su aptitud y calificación; lo garantiza el sistema económico socialista, que propicia el desarrollo económico y social, sin crisis, y que con ello ha eliminado el desempleo y borrado para siempre el paro estacional llamado tiempo muerto.

El general Castro, en varias ocasiones, ha llamado al respeto de las instituciones y las leyes. No  debe estar al tanto  de lo que determina ese artículo de la Ley de Leyes. Lo más probable es que cuando lo lea ordene quitarlo, o variar dramáticamente su espíritu y su letra.