LA HABANA, Cuba, 12 de mayo, (Damián Sánchez Sáenz, Buró Información Comisión Martiana / www.cubanet.org) - El pasado 8 de mayo, Lilvio Fernández Luis, líder de la organización opositora Juventud Activa Cuba Unida (JACU), realizó un viaje de 4 horas desde la capital cubana hasta la Prisión de Canaleta, en el municipio matancero de Perico, con el objetivo de asistir a la visita del preso político Arnaldo Herrera Campoalegre. Al llegar, las autoridades del penal le comunicaron que, por orientación de la Seguridad del Estado, no podría ver al recluso.

El activista Reynier Vera Martínez, a quien le permitieron entrar a la visita, fue advertido por el reeducador Ronal Marrero López que no podía sacar de la prisión ningún documento que le diera Arnaldo.
 
Se pudo conocer que Herrera Campoalegre, después de realizar una huelga de hambre exigiendo atención médica, fue trasladado al hospital donde le realizaron una placa que mostró tres costillas fracturadas producto a una caída.
 
“No le permiten la entrada de medicamentos. Ahora me prohíben verlo. Arnaldo ha sido víctima de violaciones durante los 8 meses que lleva en prisión”, declaró Lilvio Fernández Luis quien esperó inútilmente más de dos horas para hablar con el Jefe del orden interior, de apellido Prieto.