LA HABANA, Cuba, 11 de mayo, (Moises Leonardo Rodríguez, www.cubanet.org) –Los vecinos del campamento de la Policía Nacional Revolucionaria, ubicado en la manzana de las calles Estrella, Oquendo, Maloja y Franco, en el municipio Centro Habana de la capital, deben soportar cada fin de semana la música que a todo volumen se difunde desde el patio, con el fin de entretener a los agentes que allí se albergan por ser naturales del interior del país.

Explica una de las vecinas afectadas, que convive con su hija y nieta de sólo un año y de estado de salud delicado: Comenzaron poniendo los equipos de amplificación los días considerados festivos por ellos. Desde un tiempo atrás los ponen los fines de semana, a todo volumen y durante todo el día. Es para volverse loco.

Otra residente de las cercanías, que, al igual que la citada anteriormente, pidió el anonimato, aseguró a este reportero al ser consultada al respecto: Nadie se ha quejado por temor a represalias y por la falta de confianza. Imagínate, si los que deben velar por el orden, lo violan, ¿Qué más se puede hacer?

La edificación fue, hasta la década de los sesenta, sede del Hospital de la Policía. Posteriormente albergó una escuela de nivelación para los aspirantes a estudiar medicina, al principio del denominado proceso revolucionario. Más tarde dio cabida a la politécnica, conocida como Docencia Medica Media, que formaba técnicos medios de salud de diferentes especialidades. Desde aproximadamente dos décadas fue convertida en cuartel policial.

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