Frank Correa

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - La utilización  del artículo el para destacar los alias de numerosos habitantes de Jaimanitas, le imprime a este poblado, situado al oeste de La Habana, un toque peculiar.

La lista de vecinos con sobrenombres iniciados con este artículo se vuelve interminable. A Alfredo Bustamante, viejo pescador  que viste desde siempre una minúscula prenda, lo llaman “el trusa”. René Gómez, detenido y procesado varias veces por delitos comunes, responde al sobrenombre de “el mancha”. Diógenes Aguilera, alcanzado por un rayo cuando pequeño, sobreviviente milagroso de la descarga que le dejó la piel oscura, lo llaman “el tinta”.

Marcelo Espinosa, con fuerte tendencia a comer golosinas, desde pequeño es conocido como “el pelly”. Emilio Suarez, gordo y blanco, como un ruso, “el bolo”. Juan Quintanilla, de poco pelo, “el calva”. Martín Moreno, ex policía y hoy miembro entusiasta de los grupos de respuesta rápida entrenados para hostigar a los opositores, “el chiva”.

Luis Marticorena, estibador de la Empresa Minorista de Distribución de Alimentos, “el saco”. Calixto Mendive, ladronzuelo de poca monta, “el rata”.  Fidel Castro, ex gobernante cubano que vive muy cerca del poblado,“el Fifo”.

Algunos vecinos que responden a apodos de origen desconocido o muy evidente son: “el bibi”, “el churro”, “el bemba” “el burro”, “el toti”, “el bate”.  Todo un inventario de guiños costumbristas.

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