El
senador demócrata estadounidense Byron Dorgan pidió el jueves
al Gobierno cubano que ponga en libertad a un contratista
estadounidense detenido para facilitar la aprobación en el
Congreso de un proyecto de ley que liberaría los viajes de
los estadounidenses a la isla.
Allan Gross fue arrestado en La Habana en diciembre pasado.
Según su familia intentaba ayudar a grupos judíos a conectarse
a internet. El Gobierno cubano lo acusó, sin embargo, de trabajar
para los servicios de inteligencia.
Dorgan, el autor de un proyecto de ley para permitir que los
estadounidenses viajen a Cuba, intervino el jueves mediante
una teleconferencia en una reunión realizada en el balneario
mexicano de Cancún entre el ministro de Turismo de Cuba, Manuel
Marrero, y operadores turísticos de Estados Unidos.
El legislador pidió a Cuba "liberar al empresario Allan
Gross como medida de buena voluntad, ya que sería una oportunidad
para que el Senado norteamericano pueda someter a votación
la propuesta legislativa de abrir los viajes de turistas de
ese país a la isla".
El ministro cubano no quiso comentar la propuesta de Dorgan.
Pero Marrero dijo que "para Cuba será un triunfo si
Estados Unidos levanta las restricciones para los viajeros
de su país".
El turismo es una de las principales fuentes de ingreso de
divisas de Cuba, que recibe anualmente 2,4 millones de visitantes
de todo el mundo, menos de Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió el
año pasado "relanzar" las relaciones con Cuba y
dio tímidos pasos, como liberar los viajes de los cubano estadounidenses
y el envío de remesas.
Pero autorizar los viajes de los estadounidenses está en
manos del Congreso, donde fueron introducidos el año pasado
dos proyectos de ley para eliminar la prohibición.
Sin embargo, la tensión tras el arresto de Gross y la muerte
en febrero de un preso político cubano tras una huelga de
hambre parecen haberle quitado fuerza a las propuestas.
Según cálculos de la industria, si la prohibición de viajes
fuera levantada al menos 850.000 turistas estadounidenses
podrían viajar en un año a la isla.
Un levantamiento de las restricciones representaría además
un paso importante hacia el fin del embargo comercial estadounidense
de 48 años contra Cuba.
|