Los
disidentes, entre ellos los ex prisioneros políticos Eduardo
Vidal Franco y Omar Pernet Hernández, pidieron en el documento
"una condena firme al gobierno cubano por el asesinato
de Orlando Zapata Tamayo", fallecido el pasado 23 de
febrero tras 85 días de huelga de hambre.
Zapata Tamayo es el segundo preso disidente cubano que muere
a consecuencia de una protesta de este tipo, después de que
Pedro Luis Boitel falleciera el 25 de mayo de 1972 en la prisión
Castillo del Príncipe, tras una huelga de hambre de 53 días.
En el texto, los activistas solicitaron además que el Parlamento
de Galicia exprese su "petición de libertad incondicional
para todos los presos políticos cubanos".
"Solicitamos al Parlamento gallego que apoye a la disidencia
cubana para ver si terminamos ya con la dictadura que tenemos
en Cuba, que lleva más de cincuenta años aplastando y desangrando
a nuestra patria", comentó a Efe Pernet Hernández.
El ex recluso, que acudió en una silla de ruedas, comentó
que permaneció 22 años y 8 meses como "prisionero de
conciencia" hasta el 10 de octubre de 2004, y afirmó
que a consecuencia de los tratos recibidos "me pusieron
en estas condiciones en las que no puedo andar más".
Pernet Hernández dijo haber sufrido "tortura y un poco
de todo", en particular "torturas médicas"
que le dejaron secuelas.
"El ojo izquierdo lo tengo pero es igual que si no lo
tuviera porque está pinchado y no veo nada, y la pierna me
la partieron dos veces, me partieron el peroné, por lo que
estoy sentado en esta silla de ruedas" desde entonces,
relató.
Entre los activistas que acudieron al Parlamento de Galicia
figuró también el secretario general del Movimiento Popular
cubano, Francisco Bacallao García, militante del PP de España,
quien solicitó a esa formación, que gobierna en Galicia, que
"apoye y condene la violación de derechos humanos en
Cuba".
Bacallao García afirmó que la presidenta de la Comunidad
de Madrid, Esperanza Aguirre, que es también del PP, está
"apoyando" la petición en favor del respeto de los
derechos humanos en Cuba.
En la misiva presentada ante el Parlamento de Galicia, los
dos ex prisioneros y Bacallao García reclamaron "la intervención
de una adecuada asistencia humanitaria a los cubanos que han
decidido optar por esa forma pacífica de lucha que es la huelga
de hambre y de manera inmediata a los que la realizan en la
capital de Galicia".
El ciudadano cubano Javier Fernández Castillo, de 37 años
y residente en Galicia, inició el pasado 26 de febrero una
huelga de hambre para pedir la liberación de los presos políticos
de su país.
Fernández Castillo, que ha perdido trece kilos en los 26
días de huelga de hambre, decidió poner fin a su iniciativa
después de que otros compañeros le disuadieran de proseguir
por esa vía.
Fuentes de la disidencia cubana en Galicia indicaron que
sus compañeros le exhortaron a acabar esa medida ya que su
esposa está embarazada y a punto de tener el segundo hijo.
Fernández Castillo hace dieciséis años que reside en España
después de abandonar a la orquesta de Santiago de Cuba, con
la que había viajado a Santiago de Compostela durante una
gira.
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