Patricia Campos

MIAMI, Florida, www.cubanet.org -Polémicas y opiniones a centenares ha ocasionado la muerte de Orlando Zapata Tamayo, al igual que la actitud de Guillermo Fariñas, quien hace 19 días comenzó una huelga de hambre en memoria de Orlando Zapata y apoyo a los presos políticos cubanos.

Me he topado con muchas cartas dirigidas a él, tratando de persuadirle de que  culmine su huelga de hambre, para no morir. Me conmueven las palabras que leo, porque yo, como el mundo entero, soy testigo de como alguien está dispuesto a morir en nombre de la libertad.

Me pregunto: en circunstancias como estas, ¿se muere para ser libre o se debe ser libre para morir? Orlando Zapata no permitió que nadie le quitara su derecho y su libertad de morir por la libertad, e igualmente Guillermo Fariñas está dispuesto a morir por defender la libertad de su país.

La libertad es un derecho universal que todos los seres humanos deberíamos tener, y cuando nos privan de ella lo único que nos queda son nuestras creencias e ideales, sólo dentro de nosotros mismos podemos llevar la libertad y nuestra verdad.

Actualmente Guillermo Fariñas se encuentra estable, pero delicado de salud, por el deterioro ocasionado por ésta y tantas huelgas de hambre que ha realizado en su vida. Seguirán las opiniones y las controversias, tenga esta historia el desenlace que tenga.

Sólo será Fariñas quien decida su destino, el destino que lo llevará a la libertad, por el camino que el elija. Ha sido valiente y se ha mantenido firme en sus ideales, ha logrado gritar su historia y que el mundo entero la escuche. Sea cual sea la decisión de Guillermo Fariñas, en mi opinión ya el es libre.

Soy muy joven y son muchas las cosas que desconozco; pero soy venezolana y considero que, así como entre venezolanos tenemos que apoyarnos, también debemos tenderle la mano a los cubanos, quienes son nuestro ejemplo a seguir, porque nunca han perdido las esperanzas y nunca han dejado de luchar.
Es por ello que le envío estas pequeñas líneas de apoyo a través de este medio al Sr. Fariñas, esperando que de algún modo lleguen a él.

Sr. Fariñas, no soy quién para decirle que continúe o cese su lucha, solamente, desde lejos, le deseo mucha fuerza y valentía para recorrer el camino que desee recorrer. El camino correcto hacia la libertad será el que su corazón y sus pensamientos le indiquen. Sea cual sea, su historia será contada, admirada y recordada por siempre, como la historia de un luchador.