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Amargo pronóstico

Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - Las autoridades advirtieron que si no se logra revertir los actuales resultados de la zafra azucarera, la producción de azúcar ni siquiera alcanzará los 1,3 millones de toneladas de la zafra pasada. 

De mantenerse la negativa situación del sector, motivada por el incumplimiento de las moliendas planificadas en estos momentos claves de la contienda, el otrora principal exportador de azúcar del hemisferio occidental se verá obligado a importar el dulce para satisfacer la demanda interna, que ronda las 700 mil toneladas al año. 

La situación se complica por los graves problemas de liquidez que enfrenta el gobierno, que no ha podido liberar el dinero retenido a los empresarios extranjeros.
Si, como se prevé, la producción es menor que la del año pasado, al gobierno no le quedará otra salida que importar azúcar, precisamente en momentos en que la demanda mundial del producto excederá los 14, 8 millones de toneladas y su precio se encarece. 

Si el gobierno tiene que importar azúcar y pagarla con parte del poco dinero de que dispone, tendrá que reducir otras importaciones, seguramente de alimentos. 
La estrepitosa caída de la producción azucarera cubana se agravó después del desmantelamiento, en años recientes, de más de la mitad de los 156 ingenios que existían en el país.  

En estos momentos están destinadas al cultivo de la caña de azúcar 750 mil hectáreas. De esa cifra, al cierre del año 2009, más de 122 mil estaban cubiertas de malas hierbas. A lo que se suma la caída en los rendimientos cañeros, que no sobrepasan las 35 toneladas de caña por hectárea.  

Los especialistas señalan que este acelerado descenso se origina porque los principales productores de azúcar, las provincias Holguín y las Tunas, seguidas de Santiago y La Habana, se encuentran en sus peores momentos, a pesar de un clima casi perfecto. La caña molida y la producción obtenida indican que es poco probable que se sobrepase el millón de toneladas de azúcar. 

El caos tiene su origen en la desorganización del sector agrícola y la dispersión de la fuerza de trabajo por el incumplimiento de los pagos por resultados; además, en la excesiva burocratización y centralización de la gestión de las empresas cañeras. Otro problema, fundamental e insoluble, es la falta de caña para moler.

ramsetgandhi@yahoo.com  




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