“…los cuerpos de los mártires son el altar más hermoso de la honra” 
José Martí     
                        
Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -La televisión cubana transmitió filmaciones de la Policía Política tomadas secretamente durante conversaciones de Reyna Tamayo, madre de Orlando Zapata, con médicos que atendían a su hijo al final de su vida, cuyos rostros no se mostraron. 

Ella agradecía la atención de esos médicos, algo que haría cualquier persona educada y ansiosa de que salvaran a su hijo.  Pusieron declaraciones de varios médicos, uno manifestó que al cabo de 45 días de “ayuno” el organismo de una persona está muy dañado, lo cual demuestra que  los médicos recibieron a Orlando muy tarde para salvar su vida.  Estuvo 85 días en huelga de hambre. Lo llevaron al Hospital Hermanos Amejeiras horas antes de fallecer desde el Combinado del Este en La Habana, para hacer la propaganda de que era atendido en uno de los mejores hospitales. Lo habían destruido físicamente en las prisiones durante 7 años. Al pretender desprestigiar a Reyna, las autoridades evidencian su crueldad e irrespeto a una madre, a una mujer cubana.

La televisión mostró  a Reyna en un auto de la Seguridad del Estado, como prueba de la atención que dieron a ella.  Represión dieron, porque su hijo estaba secuestrado por la Policía Política en las cárceles y los hospitales. Ella fue reprimida e insultada permanentemente durante sus reclamos de justicia y de que se tratara como ser humano a su hijo. Sólo le entregaron el cadáver cuando tenía que sepultarlo. Hasta ese momento Reyna y Orlando fueron sus prisioneros y tenían que transportarse como le exigieran. Querían imponer un entierro inmediato, lo que Reyna no permitió, porque lo menos que podía hacer, era velar a su hijo en su humildísimo hogar.  El sepelio estuvo rodeado por un fuerte operativo policíaco y muchas personas fueron apresadas para impedir que asistieran.  Reyna continúa hoy asediada por la Policía Política.