Juan Carlos Linares Balmaseda

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Los trabajadores por cuenta propia no pueden construir, ampliar o remodelar sus viviendas. Así los dispusieron las autoridades. Lo cierto es que para obtener una licencia de construcción, la Dirección de Trabajo y Seguridad Social (DTSS) del municipio Diez de Octubre, exige al aspirante presentar un documento que avale que no es “cuentapropista” (trabajador por cuenta propia).

Los cuentapropistas, como se les conoce, representan el sector independiente más útil a la hora de generar bienes y servicios. También son los menos reverenciados, debido a que en un futuro cercano se les sumarán un millón de cesanteados por la reducción de plantillas infladas.    

Indagué sobre los trámites para obtener la licencia de trabajador por cuenta propia. La funcionaria de la DTSS entendió que se trataba de una licencia de construcción. Pregunté la razón de las restricciones a los cuentapropistas. Ella no sabía.

Si en algo son eficientes los gerentes del castrismo es en producir desidia. Buscar información en los ministerios resulta una labor patética. Requiere de paciencia infinita, de financiamiento para orbitar en el peloteo, de zapatos para caminar y evitar ampollas en las yemas de los dedos. 

Realicé cincuenta llamadas telefónicas, dirigidas a las oficinas de impuestos, y a las DTSS de Diez de Octubre, Centro Habana, Habana Vieja, Arroyo Naranjo, La Lisa y El Cerro. Nunca faltaron las coartadas: “No se encuentra”; “está reunido”, “está supervisando el trabajo fuera del centro”. En otros casos las secretarias ni se tomaron el trabajo de descolgar el teléfono. 
 
Al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social me acompañó el activista de la organización Voces del barrio, Silvio Benítez. Emilia, que atiende la oficina de trabajo por cuenta propia, nos prometió investigar e insinuó que la medida restrictiva quizás vino de la unidad municipal inversionista del Instituto de la Vivienda, del Consejo de la Administración Municipal, o del Consejo Popular de la localidad, ya que todos rigen el trabajo por cuenta propia. Probablemente ni el mismísimo Comité Central del Partido Comunista de Cuba sepa quién inventó el enredo de las restricciones.