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No quieren abandonar la Isla

Laritza Diversent

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - En medio de un escenario, sellado por la escasez y el racionamiento, los cubanos están impedidos de intervenir en su economía. No obstante, las actividades de mercado negro aumentan, respaldadas ahora por importaciones individuales.

El trasiego de mercancía desde el exterior se convirtió en una de las actividades más rentables de los cubanos. Principalmente, desde que el Barack Obama levantara las restricciones a los viajes de los cubano americanos en el año 2009. Actualmente, más de 20 mil personas viajan mensualmente a Cuba desde Estados Unidos.

El número de emigrantes cubanos aumentó después que Ecuador eliminó el visado turístico en 2008, simplificando los trámites que realizan los cubanos para viajar al extranjero por asuntos particulares. Desde esa fecha, más de 23 mil isleños salieron de Cuba y regresaron desde Ecuador.

El fenómeno puso sobre alerta a las autoridades de aquel país. Recientemente declararon a medios internacionales que los cubanos se dedican al contrabando y propician redes de comercio ilegal. La utilización de ambos términos, sin embargo, es exagerada. Los isleños sacan mercancías (en su mayoría pacotillas) de Ecuador de forma legal, y las introducen en la isla cumpliendo las regulaciones aduanales.

Constitucionalmente, el Estado socialista es el administrador de los medios de producción, y el único organizador, rector y controlador de la actividad económica nacional. Las operaciones comerciales para la importación de mercancía, son autorizadas expresamente por el Ministerio del Comercio Exterior y controladas por la Aduana General de la República.

Los ciudadanos cubanos sólo están autorizados a realizar importaciones sin carácter comercial, siempre que declaren todo lo que traigan. La aduana puede en cualquier momento confrontar lo declarado con el contenido del equipaje, y en cada caso decide, según su parecer, la naturaleza no comercial de una importación.

Ilegal es el destino que toman esas mercancías una vez dentro de Cuba. La mayoría va a parar al mercado negro a través de intermediario. La actividad cobró significación económica debido a los altos precios de los productos que se comercializan en las tiendas recaudadoras de divisas.

En términos generales, la importación de productos desde el exterior la realizan los cubanos que tienen la oportunidad de viajar al extranjero, ya sea por asuntos oficiales o particulares: marinos mercantes, colaboradores de la salud, emigrantes, etc. Sin embargo, las autoridades gubernamentales centran su atención en estos últimos.

En el primer semestre del presente año aumentó el gravamen de los productos sujetos al pago de derechos aduaneros. También se acentuaron los controles de aduana respecto a las importaciones sin carácter comercial de los viajeros cubanos, provenientes de Ecuador y de Estados Unidos.

En los aeropuertos, los vuelos procedentes de estos países son rigurosamente inspeccionados. A pesar de  los cuidados por traer pequeñas cantidades de mercancías varias, muchos cubanos pierden buena parte de su equipaje. Las autoridades decomisan los productos de una misma clase en cantidades que, a su juicio, indiquen que son para comercializar.

Los hechos demuestran, primero, que los cubanos, al margen de las prohibiciones y regulaciones legales, se arriesgan y ejercen la iniciativa económica individual. Segundo, que los que salen, a pesar de la precaria situación económica y el permiso de entrada y salida, no tienen la intención de abandonar la Isla.




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