Eugenio Leal

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org  - Como preludio al verano se presentó en la Galería de Arte de 23 y 12, en el municipio Plaza, la exposición de la artista Janette Brossard Duharte (Ciudad de La Habana, 1973), quien realizó estudios entre 1991 y 1993 en el Instituto Superior de Diseño Industrial, y en 1996 se graduó en la Academia de Artes Plásticas San Alejandro.

En el año 2001, Brossadrd se gradúa del Instituto Superior de Arte. Es miembro de la UNEAC y ha participado en exposiciones en Cuba, Suiza, Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Brasil, México, Japón, Chile, Ecuador, Perú y Francia.

Esta creadora posee los siguientes reconocimientos: Premio de Grabado en el Salón 13 de marzo en el año 2000; Mención en el Salón de Invierno de graduados de San Alejandro; Premio del Encuentro Nacional de grabados en 2001; Mención de honor en el premio Joven Estampa, de grabado latinoamericano en 2003; Mención Honorífica en el concurso Visión de Futuro, de la Consejería cultural de la Embajada de España en Cuba, en 2005.

Las piezas de Brossard están elaboradas con material plástico grabado, pintura y madera. Con el empleo de patrones de representación propios de la cultura popular, se sitúan en el límite entre el grabado y la pintura, lo que le permite un plano particular de expresión.

Según la artista, que vive en la playa Guanabo, al este de la capital, Población Flotante es un comentario social que parte de una mirada al sujeto en tránsito por un lugar puntualmente superpoblado y básicamente festivo: la playa. Es una especie de registro de esa población de paso desde la perspectiva de un habitante local, ante el cual se expone un vasto escenario del otro, pleno de intercambios y conductas donde la diversidad reina.

Para los más de dos millones de habaneros, las playas son la única posibilidad de recreación que tienen en verano. Ya desde la década de los años noventa se pretendió utilizar la zona del malecón para que se bañara la población de la capital. El objetivo era dedicar las playas del Este y su infraestructura exclusivamente a los turistas extranjeros. La contaminación de las aguas del litoral impidió que también nos privaran de ese placer.

La crisis económica se agudiza y las opciones de recreo disminuyen. No sólo falta la recreación; la ausencia de incentivos conlleva a la apatía y la desesperanza. Por eso aumentan las enfermedades psicosomáticas y los eventos cardiovasculares son la principal causa de muerte en nuestro país.

Con las huellas de las carencias estamos marcados los que habitamos la Isla. Por eso, en las composiciones de Brossard reconocí posturas, gestos o actitudes de familiares, amigos, vecinos, conocidos, y de personas con las que comparto la vida citadina.