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La ocurrencia de Zorro

Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - La gracia le salió mal. Iba en el ómnibus de Guanabo a La Habana, repleto después de un día de playa. A Zorro se le ocurrió comentar en alta voz lo que estaba pensando:

-Si Martí escribió: ser cultos para ser libres, y Fidel ha dicho que somos un pueblo culto, ¿por qué no somos libres?

La gente rió la gracia con ganas, menos el policía, que no atinaba a creer lo que había escuchado. No podía quedarse callado, él, representante de la autoridad, frente a la ofensa política. Se dirigió a Zorro con cara de pocos amigos:

-Oye, loco, ¿qué dijiste?

Quizás pensó que con el desafío directo el hombre se retractaría, o al menos daría un giro al sentido de sus palabras, pero se equivocó el policía.

-Dije que si el gobierno afirma que somos un pueblo instruido, culto y Martí dijo ser cultos para ser libres, ¿por qué no somos libres?

Las risas se multiplicaron. El agente ordenó detener el ómnibus y a Zorro que se bajara. En la calle, la emprendió a bastonazos con el osado pasajero, y se armó la de San Quintín. Todos se bajaron gritando ¡abusador, abusador! Se escuchó una voz:

-¿No ves que es un demente, que por su edad puede ser tu padre? ¡Estará loco, pero tiene razón!

La  ira contra el agente crecía. El uniformado retrocedía, hasta que intervinieron otros policías del punto de control de Micro-10, del reparto Alamar. Uno de los agentes, sobreponiendo su voz a los gritos contra su compañero, se enfrentó a la multitud.

-¡Señores, esto se acabó! ¡Monten en la guagua que no hay más salidas hasta las cinco y media de la mañana!

Leonel Pérez, uno de los pasajeros, expresó:

-Es cierto que Zorro es vagabundo y está chiflado, pero sabe lo que dice. Nadie conoce su nombre ni por qué lo llaman así. Por encima de las ropas sucias, sus collares y el olor a mofeta, se detecta a un individuo, si no culto, al menos con buen nivel. Dicen que fue profesor, pero perdió la razón. Recoge flores de los jardines y las regala a las mujeres. Esa paliza fue un abuso.

Ya en el ómnibus, un pasajero preguntó al orate:

-Zorro, ¿qué dijo Martí?

-Mira, chico, no te hagas el gracioso conmigo. A lo mejor tú también eres policía, vestido de civil.    

cosanoalen@yahoo.com




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