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Clarificaciones para una maniobra oscura

Miguel Saludes

MIAMI, Florida, junio, www.cubanet.org -Algunos detalles van saliendo a la luz sobre una carta circulada en Internet con los nombres de 35 integrantes de las Damas de Blanco. Las mujeres, familiares de los presos políticos y de conciencia, piden a través del documento que las llamadas Damas de Apoyo dejen de desfilar con ellas durante cinco semanas.

En días pasados, oficiales de la Seguridad del Estado visitaron a muchas de las involucradas en la petición, para requerir que ellas hicieran ese gesto. En llamada telefónica a Ileana Marrero, una de las aparentes firmantes, se supo cómo se efectuó dicha maniobra. Los agentes que se personaron en casa de la esposa de Omar Rodríguez Saludes, le manifestaron que el capítulo de los presos políticos debía quedar cerrado de una vez, púes para ellos era un problema la permanencia en las cárceles de estos prisioneros. Ileana les cuestionó que si ese era el consenso, por qué no acababan de resolver el dilema soltándolos de una vez. La respuesta llegó con aires de buenos augurios, expresando que la solución podía estar a la vuelta de la esquina. Solo había una condición previa. Las mujeres que acompañaban a las Damas de Blanco en sus marchas debían cesar esa actividad de apoyo y esto debía ser requerido por la agrupación.

Ileana puso el reparo del cansancio ante tantas promesas vanas, dadas por los miembros de la policía política que “atienden” el caso de Omar, sobre excarcelaciones que nunca llegan. Pero al final de la conversación ella quedó esperanzada con el argumento de sus visitantes, que dejaba la impresión de que al fin había algo sólido en sus propuestas. Por ello expresó verbal acuerdo en que si esa era la condición, estaría de acuerdo siempre que el resto de las Damas de Blanco coincidieran en avalarla.

Ileana no firmó  ningún documento a los oficiales. Ellos tampoco se lo propusieron. No hubo nada que dejara sellado por escrito el acuerdo propuesto a Ileana por los carceleros de su esposo. Simplemente un asentimiento de palabra.

A los pocos días tenía lugar la visita programada a la prisión donde el periodista independiente ha pasado parte de su condena de 27 años. Rodríguez Saludes estuvo en desacuerdo total con esta maniobra, que catalogó de trampa para dividir al movimiento Damas de Blanco. Una artimaña-dijo- que aprovecha de manera burda los sentimientos de unas mujeres indefensas, que padecen desde hace siete años la separación injusta de sus seres queridos y además reciben sobre ellas una parte importante de las consecuencias del duro castigo.

El fotorreportero alegó que el gobierno teme que ese movimiento de corte cívico tome mayor fuerza y pase a ser una corriente en pro de la libertad y la democracia en Cuba. Por ello el objetivo principal que tiene el sistema es disminuir, y de ser posible acabar, con las manifestaciones pacíficas.

La maniobra de la carta circulada dejó varias cosas en claro. En primer lugar que las integrantes de las Damas de Blanco no están dirigidas ni asesoradas por agentes externos a la agrupación. De haber sido así la propuesta de los agentes habría encontrado una respuesta diferente, referida en primer lugar a no aceptar el rol mediador que pretenden jugar los representantes del cuerpo represivo. 

Después de los encuentros verificados entre personalidades de la Iglesia Católica cubana y las figuras más altas del Gobierno de la Isla, cualquier propuesta sobre el tema de los presos debe transitar a ese nivel de interlocución. La comisión furtiva de la policía política pidiendo concesiones a los familiares de sus reos, y además discreción al respecto, no ofrece créditos de ningún tipo para garantizar acuerdos.  Se aprecia en este movimiento un intento por sacar ventajas del diálogo diáfano al que se dispusieron varios obispos católicos, encabezados por el Cardenal.

La aceptación de las propuestas hechas por los enviados de la Seguridad del Estado, dándolas por válidas o posibles, no importa el rango del que haga el ofrecimiento, deja en evidencia la indefensión política a que están expuestas la mayoría de las Damas de Blanco, quienes a pesar de tantas humillaciones y falsas promesas, confían una vez más en la palabra empeñada por los miembros del órgano represivo.

No obstante hay que subrayar el dato acerca del documento donde se hace público el asentimiento de las 35 Damas de Blanco a la petición sobre las mujeres de apoyo. Queda abierta la interrogante sobre el modo en que se confeccionó una carta, en la que aparecen recogidos los nombres de las mujeres visitadas por la policía política, pero que ellas no rubricaron de puño y letra. No se trata de echar atrás un mal paso, comprensible si se analiza con ecuanimidad, y mucho menos condenar a quienes cayeron en el cepo. Más bien se busca aclarar en toda su magnitud el acto manipulativo y lo que se esconde tras su factura.





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