Frank Correa

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Los leones son llamados ahora popularmente los pescadores de orilla en Jaimanitas, quienes pescan cualquier cosa para sobrevivir, y serán los que acabarán definitivamente con el pez león, ese nuevo azote de los bañistas.

El pez león apareció hace poco en las costas cubanas; es natural del Océano Índico, y es venenoso. Su llegada ha despertado interés y el miedo entre la población.

Un científico del Acuario Nacional hizo declaraciones por  televisión comentando que habita en zonas rocosas de la orilla y su tendencia a la inmovilidad. Enfatizó que no ataca, sólo se defiende tensando como púas sus largas espinas que contienen un veneno de gran toxicidad. Numerosos ejemplares han sido capturados en la costa de Jaimanitas, junto al muro del círculo social Marcelo Salado, y en las inmediaciones del círculo Los marinos.

Su forma de captura ha sido a cordel y con escopeta de aire comprimido. También  lo han enganchado con los bicheros y algunos han caído en las redes de los pescadores furtivos.

El mayor león atrapado medía treinta centímetros, especial para el trabajo de taxidermia, un campo  inexplorado con estos hermosos peces negros de franjas amarillas. La  carne del pez león a veces la escabullen en los paquetes de filetes de pescados que venden a 1 cuc la libra, o entre biajaibas, roncos y lisas. Los ejemplares pequeños se utilizan en peceras con fines decorativos.

De una forma o de otra los leones de Jaimanitas no le dan un minuto de tregua al pez león, que desaparecerá tarde o temprano, porque todo lo que vuele, nade o camine, y pertenezca al reino animal, va a parar a la panza de los cubanos.
  
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