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¡Qué se acabe la tiranía en Cuba!

Luis Tornés Aguililla

ATHIES-SOUS-LAON, Francia, julio, www.cubanet.org -Andaba yo a caballo por el norte de Francia cuando una noche, en casa de un matrimonio de amigos franceses, me dieron la noticia: « Raúl Castro libera presos… ». Les expliqué que ese señor no liberaba a nadie, que aquello no era ningún gesto sino una maniobra porque sencillamente Raúl y su hatajo estaban (y están ) aterrorizados ante la realidad de un país que, sociológicamente, ha dejado de existir en la configuración que él, su hermano y el argentino fusilador elucubraron.

Les conté a los amigos galos que el régimen está acorralado porque Cuba es un país sin recursos, sin solvencia, sin dinero ni fuerza de trabajo que lo desee producir porque la gente tiene la convicción de vivir en estado de esclavitud y les agregué que ésa era la verdadera razón de las excarcelaciones.

Aquellos amigos me escuchaban pero sin lograr comprender cómo había sido posible el apocalíptico caos cubano. Los franceses (aunque en política han pasado por todas), no saben de discursos parabólicos ni de profundos y alevosos meandros. Los galos son directos porque van libres.

El caso fue que me enteré y me alegré de que al menos un puñado de rehenes del castrofascismo haya logrado salir de aquel infierno hacia España que, con o sin amoratinamientos, es un país democrático en el que ellos podrán respirar un tanto y quizá crear dinámicas nuevas porque si bien el futuro de Cuba se construirá con la gente que está en la isla, no es menos cierto que los cubanos que luchan en el destierro también juegan un papel importante contra el castrofascismo, por ejemplo, el mantenimiento de la « Posición Común » por la Unión Europea, en buena parte habrá sido posible porque el destierro cubano no escatimó esfuerzos ante la gente y los gobiernos de Europa, sin contar ya la ayuda de muchos europeos y de muchos españoles buenos que, por nuestra herida, sangran.

Sean bienvenidos nuestros compatriotas a la libertad que merecen y ojalá que, en sus purpúreos cónclaves, la banda armada de Raúl Castro no olvide lo esencial: los cubanos queremos el fin total y definitivo de la tiranía.




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