IMPRIMIR
¿Quién media por el mediador?

José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Ahora que los obispos católicos cubanos acataron mediar, paciente y dócilmente, con el fin de facilitarle al régimen la distribución de “gestos” entre los inocentes condenados que oculta en el infierno de sus mazmorras, tal vez sea el momento de preguntarse quién va a mediar después por los mediadores.  

Si aceptamos, por razonable y hasta por justo quizá, que como pago a sus servicios, estos obispos estén esperando recuperar aunque sea una mínima porción de lo mucho que el régimen le arrebató a la iglesia católica durante medio siglo de ateísmo institucionalizado, entonces no habrá manera de evadir la interrogante.
Porque el régimen es mala paga. Y aún más con quienes fueron sus enemigos, motivo suficiente para que no dejen de serlo nunca, aunque se estilicen los tratos.

Luego, para colmo de su fatalidad, esta institución, además de ser enemiga histórica del régimen, es vista por él como un rival, incluso como una amenaza para su mayor y más rentable monopolio, el de la manipulación de las almas del pueblo. 

Y una dictadura puede cambiar de piel, como los chipojos, para despistar al adversario. Pero jamás cambia el plan. Menos una dictadura totalitaria, para la que toda concesión termina donde comienza la renuncia en una pizca de su hegemonía.

Claro, esto es algo que conocen muy bien los obispos, ¿quiénes sino ellos? Así que es de suponer que estén trabajando para un futuro más o menos mediato, cuando puedan ser otros los mediadores para la recuperación de su poder material.

Pero aun entonces, ¿quiénes mediarían para ayudarles a recuperar el dominio sobre las almas?

Es posible que los altos prelados de la iglesia católica no lo hayan interiorizado (ya que la fe es sustancia de cosas que se esperan, aunque sea inútilmente), pero su ascendencia espiritual sobre el pueblo cubano ya pasó a la historia, y no hay fuerza humana o divina a la que puedan acudir para que medie por una vuelta atrás.
  
Hoy y aquí, la religión dominante entre la mayor parte de la gente es la Santería. Y nada indica que esté en manos de nadie revertir el hecho, que se muestra tan radical y duradero como decadente se muestra el influjo del Vaticano.

Tampoco es verdad (como creen algunos) que la Santería representa un conducto ideal para el retorno de los cubanos al cobijo de la iglesia católica. Aun cuando compartan varios ritos y muchos ídolos, lo cierto es que la Santería, derivada en importante medida del catolicismo, parece haberlo trascendido aquí en más de un aspecto, particularmente en los relacionados con las preferencias, y en general con la idiosincrasia de nuestro ciudadano medio de estos tiempos.  
 

Es un asunto que exige ser examinado con mayor detenimiento y profundidad, pero, en síntesis, lo que ahora viene al caso es que tampoco podrá ser la Santería el mediador que ayude a los obispos católicos a la recuperación de sus dominios espirituales entre nuestra gente. Entonces ¿quién va a mediar por ellos?

Los libros de este autor pueden ser adquiridos en:  

 




http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.