LA HABANA, Cuba, 7 de julio (Ana Aguililla / www.cubanet.org) - El pasado viernes, diplomáticos extranjeros acreditados en Cuba, el cardenal Jaime Ortega, obispos, sacerdotes católicos, periodistas, miembros de la sociedad civil y otros invitados, acudieron a  la residencia del  excelentísimo Sr. Jonathan Farrar, Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, para celebrar el aniversario 234 de la Declaración de independencia de ese país, que se conmemoró el 4 de julio.   

Las banderas de Cuba y Estados Unidos selladas en un broche que engalanaba los vestidos de los presentes, y el himno de ambas naciones, simbolizaron la amistad entre los pueblos estadounidense y cubano. Después de escuchar las palabras de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, vía televisiva, el señor Farrar brindó con los asistentes. 

Durante la actividad, esta reportera recogió las opiniones sobre el acuerdo del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes, de suspender la prohibición de los viajes de norteamericanos a Cuba y la propuesta de flexibilizar los pagos por los productos agrícolas que Cuba compra en ese país. José Díaz, presidente del Movimiento de Opositores por una Nueva República, expresó que el turismo estadounidense sería un espaldarazo económico al castrismo.

Por su parte, Pablo Silva, presidente del Partido Solidaridad Democrática, dijo:
“Los oponentes señalan solamente el aspecto económico, pero para mí ese es el menos importante. Lo más peligroso de todo sería que el régimen podría establecer en los Estados Unidos – en realidad ya existen – organizaciones de apoyo a la revolución, a las que habría que pertenecer para venir de visita.

El periodista Aleaga Pesant apuntó: “Eso será decisión del gobierno de Estados Unidos”, mientras que el economista Oscar Espinosa Chepe calificó el hecho como “extraordinariamente positivo”.